La Venganza De La Ex Esposa.

Esto no puede estar pasando, ese niño no se puede morir, estaba feliz de que esa estúpida mujer lo hubiera cuidado con tanta devoción porque lo volvía un niño saludable, pero ahora fui yo misma la que lo arruinó todo y esto le puede costar la vida a mi Oly. No puedo permitir que eso suceda, yo tengo que salvar a mi hijo a cualquier precio.

📱 Cariño como esta Oly.

📲 Peor si su estúpida madre no ha vuelto con lo que el necesita.

📱 No me digas eso, estoy haciendo todo lo posible, mira ya tengo la escusa perfecta para llevar a Saúl y ahora mismo te envío el dinero que falta para que lo internes en ese hospital así se va preparando para la operación.

📲 Vaya Sabrina por fin me dices algo bueno.

📱 Dale muchos besos de mi parte, pronto voy a estar en casa con mi bebé amado.

📲 Espero el dinero.

Yo estoy dispuesta a hacer todo por mi bebé aunque eso signifique sacrificar a otro para lograrlo. Pero si todo sale bien ninguno de los dos tiene que morir, mi Oly desde su nacimiento fue un niño débil, en cambio, Saúl creció bien esto es lo mínimo que puede hacer por su hermanito.

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Siento una fuerte punzada en el pecho que me deja mareada.

- Emily estás bien.

- Sentí algo muy feo en mi corazón.

- Siéntate, te tomaré la presión.

- No es eso, es como un mal presentimiento.

- Nena somos del servicio de salud, nosotros no creemos en presentimientos. Ahora siéntate que te voy a revisar.

Sami tiene razón, usamos la lógica sobre las creencias, pero ese dolor es tan real como la sensación de que algo malo pasó o va a pasar.

- ¿Y si Saúl está enfermo?

- Saúl está bien, ese niño es un terremoto.

- Sami sé que no lo entiendes, pero desde que era un bebé siempre que se ponía Malito mi corazón se arrugaba.

- Ese es el llamado vínculo de madre e hijo, pero de seguro Saúl está bien, al menos tiene un padre que sabe lo que tiene que hacer si se pone malo.

Eso también es verdad, si Saúl se enferma Ricardo no dudaría en correr al hospital más cercano buscando ayuda.

- Esto debe ser porque andas muy sensible, tu presión está en orden. ¿Lista para volver al trabajo?

- Sí aunque no sé cómo les voy a contar a todos sobre mi estado.

- No le digas nada a nadie todavía, no al menos hasta cumplir tus 6 meses.

- Pensé que usábamos la lógica sobre las creencias.

- Aun así la envidia es muy real.

- Nadie tiene porque envidiarme, más bien diría que les daría lástima.

- Lástima porque. ¿Por ser una madre soltera? Nena es mil veces ser eso estar en una relación de porquería.

- Tienes razón.

- Aprovecha a que todavía no se te nota tanto porque esta semana sí que has aumentado al menos 4 kilos, lo bueno es que la bata lo va a tapar.

- ¿Tanto?

- Está bien, ese bebé tiene que alimentarse bien, no estás gorda ni nada.

Me levanto y observó en el espejo como poco a poco mi vientre está creciendo, sé ve tan bonita mi pancita de embarazada que cada día me tomo una fotografía para el día de mañana mostrarle este maravilloso proceso a Alegra y sepa que era la mujer más feliz del mundo sabiendo que ella crecía dentro de mí.

Con todo listo al día siguiente vuelvo a mi lugar de trabajo, todos me reciben con sonrisas, alegres por verme de nuevo. Todos menos una persona.

- Buenos días Milo.

- Hola Emily, es bueno verte de regreso.

- Perdón por dejarle todo a usted.

- El director se encargó de los niños.

- ¿Entonces porque lo dice? Digo yo sé que sus palabras no son porque de verdad le gustó que volviera.

- En la madrugada ingresó un paciente delicado y como es tu área deberías de revisarlo.

- Lo entiendo.

- Emily es un caso complicado, el niño necesita una cirugía con urgencia, su papá me aseguró de que todo está en orden para realizarla de inmediato.

- ¿De qué hospital fue trasladado?

- El Santa María, le administraron todo el cuidado que pudieron, desde su nacimiento le detectaron un soplo en el corazón, fue intervenido, pero ya llego a un punto crítico.

- Revisaré todo su expediente y luego lo paso a ver. Gracias Milo.

- No hagas eso, no me gusta que seas tan amable conmigo.

- Bien.

Rarito.. Veamos que tenemos aquí, Emilio López de 7 años, necesita una cirugía con suma urgencia a corazón abierto... Muy arriesgado para un niño tan pequeño, pero esta sería su segunda intervención, la primera fue con apenas 4 días de nacido. Ahora entiendo por qué Milo estaba feliz de que yo volviera, no quería cargar con la culpa de saber que no pudo salvar a esta criatura.

Maldito egoísta desgraciado...

- Emily ya estás lista para ir a conocerlo.

- Vamos, ese pequeño no debe de esperar más.

Al entrar en su habitación lo veo junto a sus padres, sonriendo despreocupado. Tal parece que ya está acostumbrado a esta clase de lugar y yo sigo pensando en que me gusta verlos asustados antes que acostumbrados.

- Buenos días, familia López mi nombre es Emily y yo soy su doctora.

- Es un placer conocerla, ya hablamos con el doctor Milo y nos dijo que pronto volvería usted. ¿Cómo ve a nuestro muchacho?

- Estoy esperando los últimos estudios, pero por lo que veo en el informe todo indica que tenemos altas posibilidades.

- ¿Él lo logrará verdad?

Esa mirada llena de esperanza me destroza por dentro y también me motiva a realizar un buen trabajo.

- Señora no tiene de que preocuparse, Emily es la mejor doctora de este hospital.

- Muchas gracias, la vida de mi hijo está en sus manos. El señor me la bendiga, a los dos.

Agarró a Milo del brazo y lo sacó enojada de la habitación. - Porque haces esto, porque les aseguras que yo puedo lograrlo.

- Porque creo en ti Emily, ya te he visto en acción y aunque por fuera luzcas despistada a la hora de la verdad te vuelves diligente y eficaz.

- No sé que diablos fue eso, pero gracias por los ánimos. Espero ansiosa verte en la sala de operaciones.

Idiota presumido, en esta vienes conmigo lo quieras o no.