Tristán Firefly, es un esclavo que fue vendido a sus tres años de edad, siendo tratado de una forma cruel e inhumana. A sus ocho años continúa con esa vida, su único sueño es tener una familia propia con su pareja destinada, pidiendo una señal a su Dios. Encontrándose con ella un día después, pero tienen que separarse. Gracias a ello, vuelve a su vida normal, su amo casi lo mata y lo tira al bosque quitando toda evidencia para no ser acusado de asesinato. Todos los creen muerto ahora y con eso logra ser libre para hacer su nueva vida como quiera.
¿Logrará encontrarse de nuevo con Shahiem y ser felices juntos?
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Descubrimiento
-Aunque sea así querido cuñado, te recomendaría no confiarte demasiado.- dijo su cuñado mientras tomaba una copa llena de vino tinto.- Los niños además de ser traviesos, son muy curiosos, debo aclarar que no estoy diciendo esto para ofender tus creencias, pero yo tendría mis precauciones si fuera tú.
-Tristán no es como otros.- aclaró su amo.- Si supiera un poco de la verdad, podría usar ese poder que tiene su ser.
Su cuñado se quedó callado por unos minutos, no sabía si decirle lo que sabía. Su hija le había contado algo sobre él con Shahiem, simplemente para que le reprendiera. Se levantó de su lugar.
-Tengo que darte pruebas para que comiences a tomar tus medidas.- dijo con un tono igualado.
Tristán seguía escuchando, no quería perderse ningún dato importante. La abuela de Ágata le observó un rato antes de acercarse también a escuchar. Él se dio cuenta, pero ella le dijo con señas que no se preocupara por nada, eso le tranquilizó un poco, pero no podía fiarse del todo de ella. Nunca se terminaba de conocer a una persona, incluso si vivías toda una vida con esa persona.
-Mi hija me dijo que de estar con huesos rotos y malherido, llegó en la noche sin nada de ello, en pocas palabras se curó solo.- dijo mientras veía a sus cuñados furiosos y confundidos
-Esto que dices puede ser un invento de tu hija.- dijo David.
-No creo, ella me lo aseguró, ¿Por qué no llamas a Tristán para comprobarlo?, Si continúa con esas heridas, no hagas caso de nada, pero si está sano entonces me temo que ya sabe usar ese poder y lo que es realmente, podría ser que ya sabe que es un ser de luz.
-Ese idiota está limpiando los establos, cuando termine lo revisaremos los tres.
La abuela de Ágata se quedó petrificada al oír eso, se llevó a Tristán con su nieta lo más rápido posible. Su nieta se encontraba ahí.
-Mi niña, ¿Podrías ir a comprar unas cosas por mí?, iría yo misma si no estuviera cansada.- dijo fingiendo.- Quiero que compres todas las hierbas medicinales que encuentres, galletas de las que me gustan y de paso comida para tus gatos.- le dio dinero suficiente para todo eso.
-Pues claro que sí, por ti lo que sea abuela, cuida a mis gatitos por mí.- dijo mientras caminaba de salida.- Hola Tristán, ¿Necesitas algo?.
-No, solo vine a dejar a tu abuela, estaba a punto de caerse de las escaleras.
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Otra vez se encontraba con su piel al desnudo. La abuela de Ágata le puso un trapo limpio para que lo mordiera. Comenzó a romperle su pierna, era un dolor inmenso, pero intentó no hacer ruido. Tronó una vez, su hueso estaba roto de nuevo.
-Dame tu brazo que tenías dislocado.- dijo mientras lo sentaba.
Él obedeció la orden, de todas formas le estaba ayudando. No tardó nada en dislocar su hombro.
-Pero los moretones que tenía...
-Estoy en ello pequeño, mi amigo martillo nos ayudará, me duele esto, pero no puedo dejar que te lastimen.
Tristán no se movió, estaba acostumbrado a los golpes, eso no era nada. En pocos minutos ya estaba listo para encontrarse con su amo.
-Tengo que agradecer tu gesto, no sé porque me ayudas, pero gracias.
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Fue con su amo para decirle que había terminado su trabajo, ellos no tardaron en cargarlo hasta el escritorio y revisarlo de pies a cabeza. Tenía sus heridas todavía.
- Puedes irte, solo quería ver cómo iban tus heridas.
Lo hizo, no quería tener más golpes por sospechas y mentiras. Se iría en cuatro días después de todo, en lo único que debía preocuparse era en buscar transporte gratis. Necesitaba de Camila una última vez, salió de la mansión para encontrarse con ella en secreto. Pero al llegar ahí, todo estaba repleto de personas al desnudo, gimiendo y temblando por el placer que sentían. Estaba presenciando una orgía entre todas las prostitutas de ahí y unos pocos hombres, había llegado en mal momento. Era de noche después de todo, las personas dormían ahora. Las mujeres le vieron y pararon de inmediato.
-Estamos cerrados, si quieres vuelve mañana.
-No es eso, buscaba a Camila... Es una que tiene una máscara y cosas así...
-¡Camila te busca tu futuro hijo, ven por él perra!.- grito.
Sonó una puerta abrirse, ella estaba en pijama con sus ojos cansados de tantos clientes atendidos en el día. Bajó las escaleras y tomó la mano de Tristán para llevarlo a su habitación.
-Bueno, bienvenido a mis aposentos.- dijo mientras sacaba una pijama extra de su closet.- Ve a bañarte para dormir limpio, yo prepararé algo de comida.- dijo con la voz más amable y dulce de madre.
-De acuerdo...
