¿Te imaginas despertar en el cuerpo del personaje más odiado de tu novela BL favorita? Eso es exactamente lo que le sucede a nuestro protagonista, un simple oficinista que de repente se encuentra atrapado como Liam Evergarden en el mundo de "La Rosa de Ébano y el León de Plata". Para su sorpresa (y terror), un "Sistema" de videojuego se activa en su mente, otorgándole misiones con recompensas tentadoras y castigos letales. Su objetivo inicial: sobrevivir. Pero cuando el Sistema le exige no solo evitar la muerte sino también ¡impresionar al gélido Duque Kaelen Varkos, el protagonista masculino de la novela!, la tarea se vuelve cómicamente (y peligrosamente) complicada. ¿Podrá nuestro torpe protagonista, armado con los consejos inesperados del Sistema y su conocimiento de la trama original, ganarse el favor del duque sin desviar demasiado el curso de la historia... o sucumbirá a las penalizaciones del Sistema y al desdén mortal de un alfa frío como el hielo?
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capitulo 6
Me quedé en el jardín, sintiendo una extraña mezcla de alivio y euforia. ¿Había realmente logrado "impresionar" al frío Duque? Al menos, lo suficiente como para que el Sistema registrara un progreso significativo.
[Misión 'Impresionar al Duque Kaelen Varkos': Progreso del 50%.]
El panel del Sistema seguía mostrando ese porcentaje. ¿Qué más se suponía que debía hacer? ¿Tener una conversación profunda sobre la historia del reino? ¿Recitarle poemas?
[Nueva Misión Secundaria: Asistir a la cena de bienvenida ofrecida en honor al Duque Kaelen Varkos.]
[Recompensa: 15 Puntos de Estado.]
Ah, claro, una cena de bienvenida. Era un evento inevitable en este tipo de novelas. Probablemente sería otra oportunidad para interactuar con el Duque y, presumiblemente, con Damian también.
[Recordatorio: Durante la cena, Liam Evergarden suele intentar menospreciar a Damian Thorne, causando la molestia del Duque.]
El Sistema parecía estar muy preocupado por que repitiera las acciones del Liam original. Bueno, podían estar tranquilos. No tenía ninguna intención de hacerle la vida difícil al pobre Damian. De hecho, considerando que él era el protagonista y, presumiblemente, el futuro interés amoroso del Duque, probablemente sería inteligente mantenerme en sus buenos términos.
Mientras pensaba en esto, sentí una ligera punzada de curiosidad hacia Damian. En la novela, se le describía como alguien de origen humilde pero con una inteligencia y una bondad innatas que atraían al Duque. Durante nuestro breve encuentro en el jardín, me había parecido reservado pero amable.
Tal vez, en lugar de centrarme únicamente en impresionar al Duque, también debería intentar establecer una relación neutral, o incluso amistosa, con Damian. Eso seguramente desviaría aún más la trama original y, quién sabe, podría incluso desbloquear nuevas misiones o recompensas del Sistema.
[Nueva Misión Secundaria: Iniciar una conversación amigable con Damian Thorne durante la cena de bienvenida.]
[Recompensa: 10 Puntos de Estado, Objeto 'Pequeño Favor'.]
El Sistema parecía estar de acuerdo con esa idea. Un "Pequeño Favor" como recompensa sonaba interesante.
Con un nuevo par de misiones en mi lista, mi determinación se fortaleció. Sobrevivir al primer capítulo ya no era mi único objetivo. Ahora también quería impresionar al Duque (o al menos no enfadarlo) y hacer migas con el protagonista. Esto de vivir en una novela BL con un Sistema resultaba ser mucho más complicado (y potencialmente más interesante) de lo que había imaginado inicialmente.
Me quedé un momento más en el jardín, el suave susurro de las hojas moviéndose con la brisa creando una atmósfera de inesperada tranquilidad. Alivio era la emoción predominante, sin duda. Había sobrevivido al encuentro inicial, y no solo eso, sino que parecía haber causado una impresión lo suficientemente positiva como para que el Sistema lo notara. Sin embargo, la euforia era más tenue, mezclada con una creciente sensación de incertidumbre. Cincuenta por ciento. ¿Qué se requería para el otro cincuenta? ¿Una declaración de lealtad inquebrantable? ¿Un acto de valentía desmedida? Las misiones del Sistema eran crípticas y sus criterios de evaluación, un misterio.
La mención de la cena de bienvenida me hizo suspirar mentalmente. Los eventos sociales en las novelas de fantasía solían ser campos minados de intriga y oportunidades para el drama. El "Recordatorio" del Sistema sobre el comportamiento habitual de Liam durante la cena no hacía más que aumentar mi ansiedad. La imagen de mí mismo, actuando como un noble engreído y mezquino, tratando de humillar a Damian, era francamente repugnante. No era así como quería desenvolverme en este mundo, aunque fuera solo para sobrevivir.
El "Pequeño Favor" como recompensa por hablar con Damian despertó mi interés. ¿Qué clase de favor podría ser? ¿Algo que me ayudaría a impresionar al Duque más tarde? ¿O algo que podría necesitar en una situación de peligro? La incertidumbre era frustrante, pero también emocionante. Sentía como si estuviera jugando una especie de videojuego de la vida real, donde cada interacción y cada decisión contaban.
Dejé escapar un último suspiro y me volví hacia la mansión. El sol comenzaba a ascender en el cielo, proyectando largas sombras sobre el cuidado césped. Necesitaba tiempo para prepararme para la cena. No solo elegir la vestimenta adecuada, sino también idear una forma de acercarme a Damian que no pareciera forzada o sospechosa. Quizás podría hablarle sobre el jardín, ya que ambos habíamos estado allí con el Duque. O tal vez podría preguntarle sobre su viaje o su impresión sobre la propiedad Evergarden. Algo simple, algo que no levantara las alertas del Liam original.
Mientras subía los escalones de piedra que conducían a la terraza, la magnitud de mi situación me golpeó de nuevo. Estaba viviendo en una novela BL, mi supervivencia dependía de un sistema misterioso, y mi tarea inmediata era no solo evitar ser un idiota en la cena, sino también hacer amigos con el protagonista y, de alguna manera, no enfadar al hombre que tenía el poder de ordenarme ejecutar con un simple gesto. Sí, "complicado" era un eufemismo. Pero mientras entraba de nuevo en la imponente mansión Evergarden, sentía una punzada de algo más: una inesperada sensación de aventura. Después de todo, mi vida como oficinista nunca había sido tan emocionante
