El Diario

Pedro - dice Raúl al borde de las lágrimas

- Tranquilo hermano, tuviste una pesadilla -

No fue una pesadilla Raúl estaba casi seguro de eso, el problema, que las evidencias apuntan a qué fue así

Vuelve a mirar cada rincón y tragando saliva le pide a su hermano

- Puedes quedarte? -

- Quieres que duerma contigo?? -

- Solo está noche - dice apenado

- Como cuando éramos niños - dice Pedro sonriente y acomoda la manta, después se acuesta a un lado de su hermano tratando de cubrir a ambos - que soñabas? - dice mirando el techo

- Oscuridad - la voz apagada de Raúl demuestra la vergüenza de confirmar su miedo

- Pensé que ya no te afectaba? -

- Hace años que no la enfrento, jamás estoy a oscuras - respira profundo - pero me sigue aterrando -

- A mí me aterraba la idea de que María me dejara, recuerdas? -

- Como olvidarlo - dice Raúl más tranquilo - siempre lo decías, incluso recuerdo cuando me pedías consejos para todo, de como vestir, peinarte o incluso los obsequios que darle -

- Quería ser la mejor opción para ella - sus labios se estiran en una ligera sonrisa - porque ella siempre fue la mejor - suspiró fuerte - y ahora tengo que vivir con mi miedo hecho realidad -

- Lo siento mucho Pedro, en verdad, si tuviera algún súper poder sería el ayudarte para que no sufras más -

- El que estés aquí es de mucha ayuda - Pedro voltea la cabeza y mira de frente a su hermano - eres lo mejor en mi vida desde hace 23 años -

- No lo digas así que me harás llorar -

- Es la verdad, cuando mis padres volvieron del hospital con la noticia de que traían un hermanito fue... Mágico -

- Si, tan mágico que querías devolverme -

- Eso fue cuando pensé que estabas mal, en verdad creí que eras una especie de zombi o algo así -

- Oye!! -

- Es que piénsalo, eras feo, no controlabas tus movimientos, llorabas por todo a cada momento y además cagabas tan apestoso como si te estuvieras pudriendo, para mi mente de 7 años eras un maldito zombi bebé -

- No creo haber sido tan feo -

- Acaso no has visto tus fotos??, realmente eras feo -

- Me parecía a ti!! -

- Pero peor -

- Te quiero hermano - dice Raúl tranquilo y decidido, lo que acaba de vivir lo asustó de muerte, pero sabe que su hermano se siente muerto en vida desde que perdió a María y él estará para Pedro ahora que más lo necesita

- También te quiero - fue un susurro antes de que ambos quedarán dormidos

La mañana siguiente cada uno se alistó y acudió a sus responsabilidades, Pedro a la oficina y Raúl a la universidad

- Joven Torres necesito que se quede unos minutos - le dice la profesora de su última clase, Raúl bufa ya se imagina el porqué, su rendimiento en esta clase es baja, de hecho muy baja y corre el riesgo de no graduarse

- Es su última oportunidad - comienza la educadora - necesita entregar un trabajo perfecto para conseguir los puntos necesarios para aprobar - Raúl asiente mientras toma el papel con las indicaciones del trabajo - es un buen alumno en las demás clases y todos los maestros estamos deseosos que pueda graduarse, muchas veces se nos complican ciertas materias y debemos esforzarnos un poco más y... - la maestra sigue con su discurso mientras Raúl se pierde un poco al sentir la misma sensación de frío que anoche, su piel se eriza, baja la mirada, agudiza el oído poniendo en segundo plano la voz de su maestra cuando escucha un leve, muy leve susurro

"YA"

Levanta la cabeza y ve como la docente está blanca cuál papel con su mirada fija detrás de él

 Raúl se voltea sin ver nada extraño

- Gracias - es lo único que dice para salir corriendo

"Que mierda pasó", se pregunta todo el camino de regreso al departamento...

Pedro está en su hora de comida, en la cafetería del edificio está en compañía de dos amigos que animan el momento con sus pláticas

- Los dejo, iré al baño antes de regresar a la oficina -

- Ok Pedro, nos vemos arriba -

Sale del sanitario y observa la larga fila para tomar los elevadores

- Por eso siempre quiero regresar unos minutos antes - observa la hora en su móvil y se da cuenta de que de hecho, ya debería estar en la oficina - mierda, tardé más de lo que pensé -

Su oficina está en el segundo piso, así que sin pensarlo abre la puerta para subir por las escaleras

Se entretiene viendo el móvil mientras sube escalón por escalón, cuando calculó que ya habían subido los dos pisos jala la puerta y entra

Solo da tres pasos cuando se queda quieto, observa bien alrededor dándose cuenta de que está en el primer piso

- Diablos aún me faltaba subir -

Regresa a las escaleras y sube lo necesario, de nuevo está entretenido en su móvil

Con toda la seguridad de haber llegado entra de nuevo, y de nuevo, se detiene después de tres pasos

"QUE"...

Son los mismos muebles, las mismas personas, el mismo piso

Su respiración empieza a acelerar, se pudo haber equivocado una vez, pero dos???

Dudoso regresa a las escaleras, al salir observa el gran número que está a lado de la puerta y claramente es 1

Está vez sube sin distracciones, al llegar a la siguiente puerta observa el gran número 2 y entra, pero al estar adentro observa todo igual de nuevo. Sale buscando el indicador del piso y es otra vez el número 1

- Que mierda!! - dice comenzando a entrar en pánico, de nuevo sube, observa el número 2, entra corriendo viendo todo otra vez

- No, no, no -

Regresa, ahora corre por las escaleras, pero hacia abajo, entra y otra vez lo mismo

Está sudando, su respiración es agitada, los latidos de su corazón son fuertes, y por su cabeza pasa la misma pregunta

"Que está pasando??"

- Señor Pedro - la voz del conserje lo asusta dando un brinco en su lugar - está bien? -

- Yo - no sabe que responder, como explicarle lo que ha pasado

- Necesita algo? - Pedro sigue sin hablar con rostro asustado - venga conmigo -

Lo lleva a una pequeña área de descanso, hay una mesa con 4 sillas, cafetera con agua caliente, tazas y café. El señor José le sirve una taza caliente con un sobre de té

- Yo lo tomo cuando me siento cansado, bébalo, le servirá -

Pedro obedece, toma la taza con manos temblando y después de dos sorbos al sentir como la bebida calienta su cuerpo se relaja un poco

- Gracias -

- De nada, cuando quedé viudo me fue muy difícil seguir adelante, el tiempo ayuda a sanar la herida, pero la cicatriz duele algunas veces -

Los dos hombres comparten miradas, en ambos el dolor es evidente, pero la compañía, aunque sea en silencio es reconfortante

Pedro termina de tomar el té, el señor José lava la taza y con una leve sonrisa le dice

- Iré al siguiente piso, si ya se siente mejor podemos ir juntos

- Sí - responde Pedro de inmediato y se pone de pie como impulsado por un resorte

Ambos suben por el ascensor de servicio, el señor José lleva su carrito con los artículos de limpieza, Pedro se sujeta fuerte de él y cuando la puerta se abre y observa a sus compañeros de trabajo, saca el aire que no sabía estaba retenido

- Muchas gracias don José, por todo -

- Que tenga buena día Pedro -

...