Tres hermanos crecieron escuchando las historias de Aetheria, un mundo mágico que su madre les contaba. Tras su repentina partida y obligados a ir a un orfanato, descubrirán que Aetheria es más que un cuento... es una llave a un destino que nunca imaginaron. ¿Que sucederá con los tres hermanos?
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CAPITULO #1 TEMPORADA #2
Pero justo cuando estaban a punto de tomar el artefacto, una figura oscura apareció ante ellos. Era la Sombra Oscura, que había escapado del Abismo y había seguido a los niños hasta el lugar donde el tiempo no existía.
—¡No permitiré que obtengan el Corazón de la Creación! —gritó la Sombra Oscura, con furia—. ¡Este poder será mío!
La Sombra Oscura atacó a los niños, desatando una tormenta de energía oscura. Los talismanes, protegiéndolos, crearon un escudo de luz que repelió los ataques.
Eli, Ailan, Sofía y Erick sabían que debían derrotar a la Sombra Oscura de una vez por todas. Unieron sus fuerzas, combinando los poderes de los talismanes con su amor y su amistad.
En un momento de gran intensidad, liberaron una explosión de luz que envolvió a la Sombra Oscura. La Sombra Oscura gritó de dolor cuando la luz quemó su esencia, desintegrándola por completo.
Con la Sombra Oscura derrotada, los niños tomaron el Corazón de la Creación. El artefacto, sintiendo su presencia, se fusionó con ellos, otorgándoles un poder inimaginable.
Ahora, con el Corazón de la Creación en su poder, podían enfrentarse al Devorador de Mundos y salvar AETHERIA.
Con el Corazón de la Creación en su poder, Eli, Ailan, Sofía y Erick regresaron a AETHERIA. El Devorador de Mundos, sintiendo su presencia, se dirigió hacia ellos. La entidad, una masa colosal de oscuridad y destrucción, se acercaba a AETHERIA a una velocidad alarmante.
Eli, Ailan, Sofía y Erick se prepararon para la batalla final. Sabían que debían usar todo su poder y su ingenio para derrotar al Devorador de Mundos.
Con el Corazón de la Creación, crearon un escudo de energía alrededor de AETHERIA, protegiéndolo de los ataques del Devorador de Mundos. Luego, se adentraron en el espacio, enfrentándose a la entidad en una batalla épica.
La batalla fue feroz y devastadora. El Devorador de Mundos desató una tormenta de energía oscura, intentando destruir el escudo de AETHERIA. Los niños, usando los poderes de los talismanes y el Corazón de la Creación, contraatacaron con una lluvia de luz y energía.
En un momento crítico, Eli tuvo una idea. Sabía que el Devorador de Mundos se alimentaba de la energía vital de los mundos. Si podían privarlo de su fuente de alimento, podrían debilitarlo y derrotarlo.
Con el Corazón de la Creación, crearon una ilusión de un mundo lleno de energía vital. El Devorador de Mundos, atraído por la ilusión, se dirigió hacia ella. Cuando la entidad estuvo lo suficientemente cerca, los niños revelaron la verdad. La ilusión desapareció, dejando al Devorador de Mundos hambriento y debilitado.
Con la entidad debilitada, los niños desataron todo su poder. Combinando los poderes de los talismanes y el Corazón de la Creación, crearon una explosión de luz que envolvió al Devorador de Mundos.
La entidad gritó de dolor cuando la luz quemó su esencia, desintegrándola por completo. El Devorador de Mundos fue derrotado, y la paz regresó al universo.
Eli, Ailan, Sofía y Erick regresaron a AETHERIA, aclamados como los salvadores del universo. Habían superado todos los desafíos, derrotado a todos los enemigos y demostrado que el amor y la amistad pueden superar cualquier obstáculo.
Con el tiempo, los niños se convirtieron en adultos, pero nunca olvidaron su aventura. Continuaron protegiendo AETHERIA y todos los mundos, asegurándose de que la oscuridad nunca regresara.
Y así, la leyenda de los cuatro héroes de AETHERIA se transmitió de generación en generación, inspirando a otros a luchar por la justicia, la paz y el amor.
Con el Devorador de Mundos derrotado, Eli, Ailan, Sofía y Erick creían que la paz había regresado al universo. Sin embargo, una nueva amenaza se cernía sobre AETHERIA. Una sombra oscura se movía entre las estrellas, acechando a los habitantes del planeta.
Un día, Samuel, el hermano menor de Eli, desapareció. Los héroes buscaron por todas partes, pero no pudieron encontrar ni rastro de él. El pánico se apoderó de AETHERIA, y muchos temieron que el Devorador de Mundos hubiera regresado.
Eli, Ailan, Sofía y Erick se reunieron en el Altar de la Luz, preocupados por el destino de Samuel. Sabían que debían actuar rápido para encontrarlo antes de que fuera demasiado tarde.
—Debemos encontrar a Samuel —dijo Eli, con determinación—. No podemos permitir que le hagan daño.
—Pero, ¿quién lo raptó? —preguntó Sofía, con preocupación—. No tenemos ni idea de dónde empezar a buscar.
Ailan, siempre ingenioso, propuso una solución audaz.
—He estado estudiando los antiguos textos —dijo Ailan—. He descubierto que existe una dimensión oscura conocida como el Abismo. Se dice que el Abismo es el hogar de criaturas malvadas y poderosas. Creo que Samuel podría estar allí.
—Pero, ¿cómo vamos a entrar en el Abismo? —preguntó Erick—. Se dice que es un lugar impenetrable.
—Conozco un portal que conduce al Abismo —respondió Ailan—. Pero el portal está custodiado por un guardián muy peligroso. Debemos estar preparados para enfrentarnos a él.
Sin dudarlo, los héroes se embarcaron en una nueva aventura, dejando atrás el Altar de la Luz y adentrándose en lo desconocido. Los talismanes, brillando con esperanza, los guiaron a través de portales dimensionales, llevándolos a mundos extraños y maravillosos.
En uno de estos mundos, se encontraron con una civilización guerrera que había dominado el arte del combate. Los habitantes de este mundo les ofrecieron armas y armaduras, preparándolos para la batalla que se avecinaba.
Después de viajar durante muchos días, finalmente llegaron al portal que conducía al Abismo. El portal estaba custodiado por una criatura colosal, con escamas negras y ojos rojos. La criatura era el guardián del portal, y estaba decidida a impedir que nadie entrara en el Abismo.
Eli, Ailan, Sofía y Erick se prepararon para la batalla. Sabían que debían derrotar al guardián para poder entrar en el Abismo y rescatar a Samuel.
La batalla fue feroz y devastadora. El guardián desató una tormenta de fuego y oscuridad, intentando destruir a los héroes. Eli blandió su espada de luz, Sofía levantó su escudo de energía, Erick se puso su armadura de invencibilidad y Ailan se colocó su casco de sabiduría.
Los héroes lucharon con todas sus fuerzas, usando sus poderes y habilidades para defenderse de los ataques del guardián. Después de una larga y ardua batalla, lograron debilitar al guardián.
En un momento crítico, Eli tuvo una idea. Recordó que el guardián era vulnerable a la luz. Con su espada de luz, desató un rayo de energía que golpeó al guardián en el corazón.
El guardián gritó de dolor y se desintegró en polvo. El portal al Abismo quedó abierto.
Eli, Ailan, Sofía y Erick se adentraron en el Abismo, listos para enfrentarse a cualquier peligro que les esperara.
En cuanto a los Devoradores de Mundos, una fuerza misteriosa los envolvió y los desvaneció en la nada, como si nunca hubieran existido. El universo quedó libre de su amenaza, al menos por ahora.