LUZ DE LUNA

Escúchame bien Cecilia, tenemos que salir pronto de este pueblo, debemos juntar dinero para tramitar todos nuestros documentos, sacar nuestros pasaportes y salir del país.

_ Cómo podemos hacerlo amiga, yo no tengo una profesión y tú ni siquiera sabes leer ni escribir, demoraremos una vida para juntar dinero para salir del país. _ Dice Cecilia preocupada, por la extraña actitud de Lucero.

_ Seamos claros, hace un momento me dijiste que si era yo en este cuerpo, al parecer conoces bien de esto, así que cuéntame de tu experiencia, luego te contaré la mía. _ Digo para ser claros, si queremos salir de este pueblo, en dónde las mujeres siempre deben hacer lo que el marido y su familia quieren.

Esta vida no es para mí, debo de cumplir la promesa hecha al anciano que me salvó y para eso debo de confiar en Cecilia que al parecer tuvo una experiencia similar a la mía.

_ Lucero ¿Eres una reencarnada?

 _ Pregunta Cecilia con mucho temor.

_ Si _ Contesto cortante.

_ Yo también lo soy, fui rescatada por un anciano, que vio a mi espíritu deambular por las calles. _ Contesta Cecilia.

_ Entonces Cecilia ambas fuimos rescatadas por un anciano, a mí me rescato un anciano que tenía de nombre Lorenzo ¿Y el tuyo?

_ Él también se llamaba Lorenzo, al parecer el mismo anciano nos rescató, Pero ahora debemos salir del pueblo, dime Lucero que sabías hacer en tu otra vida. _ Pregunta Cecilia.

_ Lo que mejor sé hacer, es matar a gente abusiva, Pero también soy políglota, desde pequeña me prepararon para todo.

_ Yo estudié economía, estudiaba en la mejor universidad del mundo, estaba comprometida con mi mejor amigo, Pero una mujer envidiosa me atropello y ocasionó mi muerte en el acto, ahora deseo buscarlo y saber de él, si me superó o aún me sigue amando.

Él se encuentra en los Ángeles, de seguro sigue siendo socio de Lían que es su mejor amigo. _ Dice Cecilia.

_ ¿Lían? _ Pregunto, recordando a mi viejo amigo, que fue el último rostro que vi antes de morir, en sus ojos reflejaba dolor y arrepentimiento, al parecer fue el único que me amo durante ese tiempo, también quiero buscarlo.

_ Cecilia, primero tenemos que conseguir dinero para ir a la isla del caimán, tengo que hacer prevalecer mi derecho de heredera y tomar el mando de los negocios heredados, tú serás mi mano derecha, desde ahora somos hermanas.

* Ambas jóvenes cuentan todo lo relacionado en su vida anterior, Lucero le cuenta como fue traicionada por las dos personas que tanto confiaba, por su parte Cecilia le cuenta como una mala mujer a toda costa quiso quitarle a su novio, como no lo consigue planea acabar con su vida, ambas prometen ser leales una a la otra, para ser felices y cumplir con sus promesas echas a su antiguo dueño de ambos cuerpos.

TRES MESES DESPUÉS

Ambas por fin cumplieron sus metas, gracias a unos amigos de Cecilia pudieron conseguir dos computadoras, así pudieron trabajar asesorando a empresas, para hacer una buena gestión de negocios, por su parte Lucero pudo activar unos buenos cortafuegos, para que las empresas que la contrataron no sean hackeadas.

Por parte de Lucero, gracias a una buenas vecinas pudo denunciar a sus tíos, fueron sentenciados a diez años de prisión, por maltrato infantil y tráfico de blancas, porque los tíos recibieron dinero por parte del viejo negociante, que resultó proxeneta, que también terminó en prisión.

Ahora ya se encuentran en la puerta de las bóvedas del mejor banco de la isla caimán, para cambiar su clave secreta y tomar cargo de sus empresas.

_ Cecilia hermana espérame aquí, debo tramitarlo yo misma. _ Dice Lucero.

_ Muy bien hermana, yo te espero en recepción.

_ Dice Cecilia.

* Lucero ingresa al banco, es recibida por el gerente financiero, él muestra los documentos y solicita la clave secreta, Lucero menciona la clave y vuelve a cambiarla por una que solo ella lo sabe, Pero por experiencia propia hacen que Lucero desconfíe, ella entrega un sobre lacrado, ahí hay una nueva clave lo hace por motivo de seguridad.

_ Señorita Lucero, ahora es dueña de una incalculable fortuna, no puede andar sola, hay muchas personas ambiciosas que buscarán apropiarse de su fortuna. _ Dice el gerente.

_ Solo usted y yo, sabemos que soy la heredera de Lorenzo, no creo que usted sea tan poco profesional y ventile sobre mi posición social, desde este momento soy Lucero Kioro, hija de Lorenzo Kioro, ahora seré conocida con mi nuevo nombre.

_ Es una suerte, que el finado Lorenzo dejará un documento firmado, en dónde reconocía como hijo a la persona que vendría a reclamar su fortuna, al parecer él ya sabia de su muerte y como serían las cosas por eso, dejo todo en regla y bien estipulado, no se preocupe señorita Kioro, todo lo conversado nadie lo sabrá, esto queda cerrado bajo siete llaves.

_ Muy bien, ahora entrégame los documentos de las empresas de mi padre y el nombre de la persona que lo administra, desde este momento yo me haré cargo de las empresas. _ Dice Lucero muy decidida.

_ Todas las empresas de Lorenzo, conforman el consorcio Kioro, en este momento es el consorcio más poderoso del mundo, el dinero yo lo administro, ahora que eres la heredera te sedo la posta a ti bella joven, como podrás ver ya soy un anciano, Lorenzo fue un gran amigo para mí, por eso cuide de sus bienes todo este tiempo.

* Luego de la larga conversación con el gerente del banco, Lucero va en busca de Cecilia, ambas salen del lugar para iniciar una nueva vida.

_ Ahora sí hermana, vamos rumbo a una nueva vida, ambas seremos insuperables, nadie nos volverá a pisotear, nosotras seremos reconocidas como famosas empresarias, las antiguas dueñas de estos cuerpos estarán felices en dónde ellas estén, porque sus nombres serán de renombre.

_ Pero hermana, necesitamos mucho dinero para lograrlo.

_ De eso no te preocupes, tengo mucho dinero, ahora vayamos en busca de nuestros hombres, seremos unas grandes empresarias.

*Luego de un largo viaje, desde las islas caimán a los Estados Unidos, Lucero y Cecilia llegan a su destino, ahora se dirigen a su nuevo hogar.

Luego de dos horas de viaje, desde el aeropuerto hasta la ciudad los jardines, finalmente Lucero y Cecilia llegan a su destino, que desde ese día será su nuevo hogar.

_ ¡Por Dios Lucero! Esta es una mansión ¿Estás segura de que es la correcta? No quiero ir presa por invasión a la propiedad privada, se dice que en este país las leyes son muy estrictas. _ Dice Cecilia preocupada.

_ Está propiedad está a mi nombre y desde hoy viviremos como reinas.