NovelToon NovelToon
Un Cuento De Maravillas [OMEGAVERSE]

Un Cuento De Maravillas [OMEGAVERSE]

Status: En proceso
Genre:Romance / Yaoi / Yuri / ABO
Popularitas:425
Nilai: 5
nombre de autor: Random Soreto

[Una historia Omegaverse/ABO con varios arcos que ire subiendo, es principalmente BL pero tiene una pequeña parte Yuri pero ya avanzada la historia. Hay OmegaxOmeg, AlfaxAlfa, BetaOmega]

Suni, un joven Omega que tenía todas las características de un Beta, un carácter peculiar, y una esencia tan débil que nadie notaba que era un Omega con el que hablaban.

A él no le molestaba en realidad, tampoco es que ocultará el hecho de que era un Omega , gracias las peculiaridades de su cuerpo había podido trabajar en lo que eligió y ser como quisiera, convirtiéndose en una clase de terapeuta y consejero de parejas.

El era como un Omega sin identidad, con un aspecto que lo hacía indeseable, probablemente a su familia le molestase lo inusual de su fisiología, porque siendo honestos, el había sacado provecho de sus aparentes carencias como Omega.

Pero los planes y la casualidad no se llevan.

Y viendo la vida de Suni, vemos cómo esta se entrelaza con otras parejas y personas.

NovelToon tiene autorización de Random Soreto para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

4. Aparente Incertidumbre

El celo era un periodo muy difícil para cualquier Omega, donde eran dependientes del Alfa, por lo que aquellos que perdían o no podían estar con su Alfa, encontraban su necesidad convertida en martirio.

Eran esos momentos en que Suni deseaba tragarse su orgullo y llamar a su madre.

La semana le sirvió a Suni para recuperarse de los estragos de aquella noche, pero por alguna extraña razón el olor del dichoso Alfa, se encapricho en su piel, aunque tan débil como el propio, con un poco de perfume y evitando estar cerca de su padre, evitó cualquier problema.

Ya tendría tiempo de preocuparse de sus nuevos inconvenientes—que sí, Suni no quería darle mucha importancia, tenía cosas más apremiantes en las que pensar—. Tenía prioridades y mucho trabajo, por ejemplo su cita urgente con Mo, que parecía haber entrado en pánico según la última llamada que tuvo con él; y el abogado al fin haría su aparición con la situación de los Omegas.

Cuando Suni lo encontró el Omega parecía haber estado llorando, causado por la visita de un amigo suyo que intentó que enfrentará su situación; claro que Mo lo negó hasta que sus nervios no lo soportaron. La visita de ese conocido, resquebrajó la frágil confianza del Omega en sí mismo que tantas sesiones costó construir.

Afortunadamente el embarazo del Omega no se vio afectado. El terapeuta tuvo que bajar el estrés de Mo, recordando que su salud no solo lo afectaba a él.

Pasaron la tarde platicando, ya con el menor más tranquilo la tensión del ambiente bajó considerablemente. La cita acabó con un abrazo a insistencia del afectuoso Mo, quien después de separarse lo miró con ojos inquisitivos y curiosos.

El cabello de color miel del Omega se movió suavemente, cuando ladeo su cabeza pensativo, observando a su terapeuta extrañado por su peculiar gesto.

—Yo....umm... ¿sales con un Alfa? —pregunto nervioso e incómodo—. Normalmente no percibo un aroma, por eso pregunto. ¡Perdón!, eso no me incumbe, sé que a veces no controlo lo que digo —Bajó la mirada temeroso a sus manos que se aferraban al borde de su playera.

El otro negó sin tomar en cuenta lo que el otro decía;

—No, está bien, no salgo realmente con nadie —dijo con su usual expresión neutra aunque sonriéndole sutilmente al otro hombre.

Definitivamente debía descubrir porque esa esencia no se iba.

.

.

.

Normalmente hay personas que encuentran las primeras horas del día como las más prolíficas; por otro lado están aquellas que apenas pueden vestirse, y con irritación comienzan su rutina matutina con su mente adormecida.

Suni definitivamente no era una persona que se definiera como madrugadora: odiaba las mañanas.

Moviéndose torpe y con el cuerpo lento por la somnolencia, preparó su ropa y se metió a bañar, no sin antes maldecir la puerta de cristal de la regadera con la que chocó. Salió buscando un saco que no podía encontrar esa mañana una vez se terminó de asear; sus ojos aún adormilados no ayudaban mucho en sus pesquisas.

El alboroto y los pasos impacientes en el cuarto captaron la atención de Hye que iba pasando por la habitación de su hijo: algo que pasaba cada mañana.

Si no fuese por su padre el joven Omega probablemente no encontraría nada, y descuidaba su persona por lo apático que podía ser. Hye se encargaba de recordarle ser responsable consigo mismo. Ir al doctor regularmente para revisar su salud como otras cosas eran las que su padre vigilaba.

Y como otras mañanas, Hye entró a ayudar a encontrar la prenda desaparecida en turno...

O eso le hubiera gustado.

Sus ojos de color café oscuro se posaron en una, sin lugar a duda, marca de unión en la parte de atrás del blanco cuello del menor, que estaba a gatas buscando debajo de su cama.

El súbito y absoluto silencio de su padre después de entrar como cualquier otra mañana, hizo que dejará su intensiva búsqueda para voltear preocupado.

—Su..suni —Hye se puso tan pálido que el otro levantó del suelo inmediatamente, pensando que su padre iba a desmayarse—.Tu, ah, tu cuello, ¿Porque? ¿cómo? —dijo en un fino hilo de voz.

El menor tocó su cuello sin entender. Sus dedos no encontraban nada, al menos hasta que sus manos pasaron por la parte de atrás: cerca de su nuca había una bastante profunda marca de una mordida.

"Oh maldición."

Muchos fueron los factores que hicieron esa marca invisible hasta ahora, comenzando por: el estado en que se encontraba el día que despertó después de una noche bebiendo el segundo: su cabello que caía tapándole perfectamente, y claro, que Suni no se fijaba mucho en su cuerpo, centrándose apenas en mantenerse sano.

Su padre le miraba asustado; él, en contraste, estaba furioso, y en su rabieta bufó exasperado.

Parecía ser que aquella noche no iba a ser un secreto.

No le importaba el Alfa, eso era seguro, pero definitivamente sentía ganas de encontrarlo y estrellar su cráneo en la pared más cercana.

O usar aquella estatuilla en forma de conejo de la sala, parecía lo suficientemente pesada para lograr su objetivo.

Tan poco efusivo como era Suni, simplemente se sentó en su cama y respiró hondo, dejándose caer de espaldas en sus cobijas pareciendo solo cansado. Sin embargo su rabia fue claramente detectada por su padre, que conocía perfectamente la sutil esencia de su hijo.

El otro Omega se sentó suavemente al borde de la cama junto al joven que solo tenía puestos pantalones, estiró su mano para acariciar los rebeldes cabellos castaños del menor.

Una vez sus ánimos volvieron a niveles normales, Hye quiso obligarlo a que hablaran sobre el asunto.

No deseando mentir, el menor explicó aquella noche en un concurrido club nocturno, y el hombre que había conocido, por supuesto omitiendo dentro de lo posible los detalles.

Sin mencionar, que realmente no recordaba nada de esa noche en realidad.

—Estoy bien, sé que no fue buena idea —Cerró los ojos con ganas de dormir todo el día—. Además no es que vaya a cambiar algo Papá, no hay nada que temer —Le sonrió al otro para calmarlo.

Hye escuchó consternado pero comprensivo cada palabra; toda su experiencia en crianza no parecía ofrecer alguna salida, o guía, para el mejor consejo que pudiese ofrecer acorde a la situación.

—Podríamos buscar al hombre...sé que no tienes su información pero... —El mayor miró sus manos inquietas sobre sus piernas, intentando agregar seriedad a su tono de voz—. Esto es más complicado de lo que crees hijo: sus emociones están conectadas, no sólo su esencia —mantuvo sus ojos en el suelo esperando la reacción de su hijo.

El joven suspiró y abrió sus ojos ligeramente con expresión de fastidio

—Supongo que ves como si un Alfa me hubiese abandonado, o alguien tenga que ocuparse de mí —protestó entre dientes.

Hye se encogió dolido ante el resentimiento en las palabras del menor, volvió a acariciar los suaves cabellos de Suni, e intentó calmarlo con su dulce esencia a canela.

—Claro que no cariño —negó con un movimiento de cabeza—, lo que sienta el Alfa no me importa, yo sólo quiero que seas feliz: quien me importa eres tú, y lo que quieras es lo que apoyaré —afirmó dulcemente sintiendo la tensión del joven irse.

El joven suspiro cansado, aun sumamente exasperado: definitivamente no sabría qué haría si su padre no estuviera con él.

El Omega más joven examinó su cuerpo y mente buscando cualquier señal inusual, o algo que indicará la conexión que explicó su padre; no obstante, no encontró ninguna anomalía. El joven sabía poco sobre ser un Omega, y es que nunca tuvo la necesidad de "serlo".

—Suni —la voz suave de su padre busca captar nuevamente su atención—. Quizá esto no te lo informó tu madre...pero dado tu nivel bajo de hormonas, y las demás circunstancias, probablemente la unión emocional sea más débil, menos directa...sentirás solo un poco la magnitud de lo que siente el Alfa —Su padre le miró a los ojos mientras le explicaba.

El joven creía que al menos su situación no era tan mala, no después de escuchar esa información: no debía preocuparse mucho después de todo

—Bueno Papá, es inútil deprimirse por lo que no tiene solución —Sonrió suavemente.

—Supongo que no deseas encontrarlo —comentó Hye analizando la expresión de Suni, quien sólo sonrió.

—No sería bueno para él que lo encontrara —Rio con sus palabras.

—Podría ayudarte a darle una lección —asintió  Hye, más tranquilo.

Suni comenzó a reírse con ganas, como si lo que acabara de pasar no fuera más importante que haber caído de la cama, despertando en el suelo.

—No papá, no quiero preocuparme por lo que te pase a ti también, con un herido basta —Bromeó cuando Hye lo miró fingiendo ofenderse.

—Deberías tomarte el día libre, te ves agotado—sugirió el mayor parándose de la cama.

Suni negó levantándose para terminar de vestirse.

—Hoy viene el abogado que he estado esperando para un caso —pasó la mano por sus cabellos, suspirando con claro cansancio.

Su padre asintió con su usual jovialidad y se apresuró a preparar el desayuno.

Quizá el único miedo que albergaba el despreocupado joven es que su madre se entere, la mujer le había encargado a su padre.

Definitivamente con los eventos de ese día no creía que eso la pusiera muy feliz.

Su padre no lo dejaría, y bajo ninguna circunstancia le diría una palabra del asunto a nadie, estaba seguro; su madre, por otra parte, es diferente, y por supuesto lo juzgaría crudamente, ya que la Alfa siempre pensó que nadie se interesaría en Suni, adicional de su juicio de que era un irresponsable.

A Suni le hubiera gustado que al enojarse, lo dejara en paz.

También estaba la posibilidad de que la situación la satisfaga, dado que la marca lo haría más cercano a un Omega y la mujer lo haría buscar al Alfa.

Sin duda quería tomarse el día.

1
Xime
me esta gustando pero no te puedo dar una calificación porque voy a leer más y hay te digo y la calificación, y si me esta gustando la historia es buena
Random Soreto: Hola! muchas gracias por pasarte, espero entonces te agrade lo que encuentres:)
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play