La Humana Despreciada Y El Rey Mago

Con un plan fraguándose en mi mente, decidí interceptar a la delta de la manada Reed Moon. Ella, ajena por completo a mi emboscada, estaría presente en la supervisión rutinaria de la frontera de su territorio. Con el día y la hora de su vigilancia grabados en mi memoria, sentí que el momento de mi "visita" había llegado. Sin embargo, la realidad torció mis expectativas de la manera más dolorosa imaginable. Al materializarme repentinamente frente a ella, con la intención de sorprenderla con un infantil "¡Sorpresa!", la reacción fue instantánea y contundente: un golpe certero impactó mis partes más sensibles. El aire abandonó mis pulmones y terminé en el suelo, hecho un ovillo tembloroso, gimiendo por el punzante dolor que se irradia desde mis testículos.

Entre dientes y con una mueca de agonía, solté__¡Astrid, criatura endiablada! ¡A este paso mis herederos serán solo un recuerdo!__. Mis joyas de la corona laten con una furia dolorosa, mientras la delta me mira como si hubiera encontrado un insecto parlante, su desconfianza palpable, sin darse cuenta o sospechar que esta frente a la realeza mágica.

Con la furia tensándole cada músculo, la delta espetó__¡¿Y qué esperabas?! ¿Que abrazara a un extraño que irrumpe en mis tierras gritando como un energúmeno? ¡No tengo la menor idea de quién diablos eres! ¿Acaso eres un pervertido o un acosador? Porque yo no te conozco, pero tú sí sabes mi nombre. ¡Y si es así, créeme que no tener descendencia será la menor de tus preocupaciones!__. Se colocó en una postura que grita peligro, así que no tuve más remedio que recurrir a mis habilidades mágicas de sanación para acelerar el alivio del dolor punzante en mis testículos. Esta mujer desquiciada parece capaz de molerme a golpes si no me presento... ¡y rápido!.

¡Delta, modera esa furia!__Alcancé a exclamar, aún dolorido por su ataque__Vengo en son de paz para advertirte: tu alfa está siendo víctima de magia negra, y tú… tú has atacado al mismísimo rey de los magos__. Al fin pude presentarme ante ella. Su sorpresa al reconocerme dio paso a una sombra de culpa y pena por su arrebato anterior.

__Lo siento, majestad__. Articulp, aunque la sorpresa aunque la irritación aún está presente en su voz.

__Pero permítame señalar que su teatral aparición y ese infantil grito de '¡sorpresa!' tampoco ayudaron__. Su arrepentimiento inicial dio paso a un regaño sobre mi comportamiento inmaduro, una crítica que, contra todo pronóstico, dibujó una sonrisa en mis labios. Es una sensación inusual; solo mi familia se ha atrevido a reprenderme con tal franqueza.

Alcé las manos en un gesto de rendición, un movimiento que pareció sorprender a la delta Astrid, cuyo entrecejo se frunció con incredulidad ante una actitud tan inusual en alguien de mi alcurnia. "Mis disculpas, delta Astrid__. Dije con apremio, la gravedad de mis palabras pesando en el aire.

__No fue mi intención causar molestias o malentendidos, pero debo ser directa: el rey alfa está siendo víctima de una oscura manipulación mental. Si no actuamos con rapidez, el linaje de los lobos se verá subyugado por las sombras, abocado a la esclavitud bajo el yugo de los demonios y, finalmente, a la extinción__. Decidí abandonar cualquier rodeo; la frialdad penetrante en la mirada de la delta me indicó que la franqueza es el único camino para que comprenda la inminente amenaza que se cierne sobre su rey y su manada. Al escuchar mis palabras, su atención, hasta entonces distante, se fijó en mí con una intensidad evidente.

__Aun si la magia fluye por tus venas, necesito más que palabras, rey mago. Tu acusación es grave: la sombra de la magia negra corrompiendo al Alfa... aunque, pensándolo bien__. Expreso la delta con la duda danzando fugazmente en sus ojos antes de que la astucia tome las riendas.

__Cada día su brillo se opaca, su voluntad se doblega ante esa cabeza hueca que sueña con la corona de reina luna de Aylin. Y ni hablar de sus padres... esas víboras disfrutan demasiado del poder que no les corresponde, tejiendo hilos a su antojo sin que el Alfa mueva un solo músculo para detenerlos__.

Como delta, sus palabras llevan el peso de la verdad observada, y aunque una sombra de incredulidad cruzó su rostro, vi el brillo de la comprensión encenderse en sus ojos. La pieza que le ofrecí en forma de información encajó demasiado bien con el oscuro rompecabezas que ya empieza a armar sobre el destino de su rey.

__¡Ah, delta! ¡Tengo entre mis manos el ovillo completo, la madeja de intrigas que ha estado envenenando a su rey alfa! ¡Las pruebas! ¡Las tengo todas! Verás con tus propios ojos la ponzoña que destilan sus propios progenitores: el padre, sí, él es en sangre su padre, pero la otra... ¡una vil bruja! Una usurpadora que, mediante oscuras artes, ¡ha profanado el lugar de la verdadera madre del rey! ¡Y no olvidemos a la loba ambiciosa! ¡Esa que sueña con la corona de luna, pisoteando cualquier escrúpulo en su ascenso!__. Mi voz tiembla ligeramente, una vibración forzada que apenas disimula el hervor de mi sangre por lo que estoy a punto de revelar.

__Sospecho... ¡oh, cómo lo sospecho! Tengo una sombra, una marca en la memoria de quién más podría estar manipulando esta red de control mental sobre su alfa. ¡Pero aún necesito más! ¡Necesito el hilo que ate mis suposiciones a la cruda realidad! ¡Y cuando lo encuentre, delta, cuando esa pieza encaje... será exquisitamente placentero desenmascarar a esa sabandija!__. Una sonrisa tensa se dibuja en mis labios, carente de calidez, un mero reflejo de la satisfacción que ansío.

Creo que es iGnar... ese reptil escurridizo ha borrado sus huellas con una maestría exasperante. ¡Pero sé que tropezará! ¡Lo sé en lo más profundo de mi ser! Y cuando ese momento llegue... ¡juro por la luna y las estrellas que no habrá piedad! Lo cazaré como a la alimaña que es y lo extinguiré de este mundo. Mis ojos se clavan en la delta, buscando complicidad mientras mi tono se vuelve más bajo, casi un gruñido contenido.

Mientras tanto, la veo sumergirse en las pruebas que sostienen mi acusación contra Vicky y los supuestos padres del alfa. ¡Cada arruga en su frente, cada destello de sorpresa e indignación en sus ojos... es música para mis oídos!.

__ ¡Siente la verdad, delta! ¡Palpa la traición! ¡Y prepárate... porque este juego de supervivencia apenas ha comenzado!__. Sonreí, una máscara brillante sobre el volcán que ruge en mi pecho. ¡iGnar! Solo la idea de sus dedos viscosos y calculadores enredados en esta manipulación mental me enciende por dentro.

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Feliz tarde 🪄👑🪄.

Aquí les dejo como se conocieron el rey mago y Astrid y su peculiar manera de llevarse.