Circulos De La Eternidad

La noche continúo con la luz de la luna brillando y ambos sacaron sus bolsas de dormir y al contar las estrellas se fueron durmiendo poco a poco mientras escuchaban el eco del viento.

—Mira, aquella estrella parece un león—comentó makoto observando a cada una de ellas.

¿Qué les esperará el día de mañana en la ciudad de luminaria?.

Al día siguiente por la mañana, cuando el bosque reflejó los rayos del sol, iluminando el rostro de touji, se despertó con un alivio en su corazón recordando las palabras de aquel arcángel.

El viento frío que había dentro del bosque despertó a makoto que aún dormía como un tronco, miró a touji quien estaba fijando su mirada adelante, pensó en ayudar, pero se preguntaba como debía hacerlo.

Después de levantarse y al terminar de desayunar, se pusieron en camino a la ciudad que se encontraba no muy lejos saliendo del bosque.

—No puedo esperar más para conocer la ciudad luminaria—expresó makoto ansioso por llegar pronto.

—Conocerás la ciudad tan pronto como salgamos del bosque—respondió touji aún pensando como haría para encontrar lo que buscaba.

Los sentimientos invadieron el corazón de touji, no sabía expresar lo que le sucedía en ese momento, no entendía por qué el había sido el elegido o si sólo estaban equivocados o tal vez era una pesadilla para él.

—¿Qué me estará sucediendo?, habrá algo que explique todas mis dudas—murmuró touji en silencio.

Touji aún continuaba en dudas, dentro de su cabeza rodaban preguntas sin poder responder.

La ciudad luminaria era famosa por sus creencias en las reencarnaciones pero sobre todo por su avanzada tecnología que poseían sus habitantes.

Makoto preguntó dudando.

—¿Cómo es que sabes tanto de la ciudad si es la primera vez que vamos?.

—No seas tonto, tenemos que irnos sin perder tiempo—respondió touji evadiendo la pregunta.

El sol que había salido por el este radicaba un fuerte calor para touji y makoto, creían que sería un día tranquilo, pero al momento de avanzar percibieron un sigiloso paso detrás.

—Un poco más y lograremos salir—dijo touji expresando felicidad.

—Será la primera vez que veamos la ciudad juntos—respondió makoto mientras se le aceleraba el corazón.

Makoto sentía emociones dentro de él, sería la primera vez que estaría en otra ciudad que no fuera el pueblo akaku, además podría contemplar la avanzada tecnología.

—¡Espera!, no sientes como si alguien nos persiguiera a distancia—advirtió rápidamente makoto dandose cuenta de una presencia.

—¿Por qué no sales de una vez?, sabemos que estás ahí—gritó touji observando aquel árbol que se movía.

Lo que parecía un indefenso árbol en realidad era una chica que había tomado partes de un árbol para camuflarse.

—Siento haberlos seguido hasta aquí, pero anoche mientras acampaba en él bosque, vi algunos demonios por los cielos y después estaban ustedes—respondió la chica con una voz avergonzado.

Makoto no dudó en preguntar.

—¿Por qué no nos acompañas?.

La chica sin pensarlo aceptó ir con nosotros, los tres continuamos por el camino hasta ver la salida aproximarse.

—Observen, la ciudad luminaria—alagó touji alzando sus brazos al cielo.

Makoto no creía lo que veía con sus propios ojos, miraba la avanzada tecnología de la ciudad, parecía que estuvieran en el futuro, sus autos voladores no contaminaban la ciudad, los trenes eléctricos recorrían a una velocidad increíble.

—La ciudad es tan llamativa—comentó la chica mirando el gigante reloj que habían inventado.

Como era la primera vez que llegaban a la ciudad, se separaron para preguntarle a cada habitante el paradero de dicha biblioteca, así pasaron horas y ninguno la encontró.

—¿Pudieron encontrar algo?—preguntó touji con una voz baja pero suave.

Makoto quien buscaba por los alrededores no encontró ninguna oportunidad.

—Encontraremos la biblioteca y encontrás lo que buscas, así que no se desanimen—respondió la chica sin rendirse.

Mientras planeaban como buscar la biblioteca una misteriosa chica que paseaba por la ciudad se acercó lentamente a ellos.

—¿Buscan la biblioteca de la ciudad?, yo puedo llevarlos—dijo la chica con voz dulce interrumpiendo

—¿Podemos confiar en ti?—preguntó touji parpadeando rápidamente mientras miraba a la chica de reojo.

La chica que los acompañaba y makoto, aceptaron sin reprochar su ayuda, aunque apenas la conocían sentían una confianza que no podían explicar.

—Que más da, iré también—susurró touji en silencio.

Después de haber caminado un largo camino, aquella chica misteriosa señaló con dirección a la biblioteca, se aproximaron rápido y para su sorpresa habían personas entrando y saliendo.

—Buenas tardes señorita shin—dijo una voz fuerte y clara.

Las personas que se encontraban a los alrededores saludaban con respeto a la misteriosa chica que al parecer se llamaba shin y además era la dueña de la biblioteca.

—Puedo preguntar por el libro de las reencarnaciones, tengo tanta curiosidad—dijo touji con una voz agitada.

—Eres libre de preguntar lo que quieras—respondió shin cerrando sus ojos y mostrando una sonrisa.

Touji se apresuró a entrar y al mirar por dentro vió cantidades de libros sorprendiendosé, no sabía por donde comenzar o si preguntar a alguna persona en particular.

—¿En donde se encuentra el libro de las reencarnaciones?—preguntó touji acercándose a shin

Con sólo encontrar el libro touji sabía que podía descubrir la verdad que tanto buscaba desde que inició su viaje.

—Esperen un momento por favor, volveré en seguida—respondió shin retirándose en busca del libro.

Rápidamente shin habia regresado en compañía del libro que buscaba touji, después de entregárselo a él y buscar en las páginas encontraron lo que buscaban, finalmente las dudas de touji serían resolvidas.

—¿Sera esto lo que busco?—preguntó touji mirando cada hoja que pasaba.

Página:130.

Párrafo:3.

Hace miles de años cuando sólo existían los ángeles y los demonios, nació aquel ángel llamado sora quien era el ser más importante para la humanidad capaz de vencer a la oscuridad, pero fue asesinado por asmodeo sin misericordia.

Un extraño ruido llamó la atención de touji, escuchó con atención y vió que provenía del exterior de la biblioteca, al pararse miró el techo derrumbarse.

—¡Cuidado, el techo se cae!—gritó touji advirtiendo a los demás.

Las personas que aún continuaban dentro de la biblioteca ocasionaban pánico entre ellos haciendo imposible salir, shin quien los miraba, los evacuaba por la salida de emergencia.

Una voz gritó desde lo alto.

—Asi que aquí es en donde te escondes, ahora ya no podrás escapar de mí—gritó una voz familiar llamando la atención.

—Eres tú de nuevo—gritó touji mirando al cielo.

Koji había encontrado a touji y está vez no pensaba dejarlo escapar, había rodeado por completo la ciudad.

—Tu poder será mío y no tendrás ninguna oportunidad para sobrevivir—gritó koji mientras se movía por el cielo.

—Quiero presentarte a alguien especial.

Koji extendió sus alas y descendió del cielo.

—Kosuke—gritó nuevamente koji.

Kosuke era el primer comandante de una división de demonios controlada por koji, pero él era aún más frío que nobu o tal vez aún peor.

—¿Que puedo hacer por usted señor?—preguntó kosuke intentando arrodillarse mostrando respeto.

—Ejecuta al chico de allá, y tráeme su poder—respondió koji señalando a touji con su dedo índice.

Shin estaba confundida no entendía a que se refería koji, con el poder que poseía touji.

—Espera, ¡tú eres el ángel de la reencarnación!—exclamó shin sorprendida al enterarse.

—Debió ser una sorpresa enterarte así—respondió touji con tranquilidad.

Mientras miraban cuidadosamente a koji y kosuke, una enorme explosión cerca del enorme reloj aturdió sus oídos.

—Nobu ha conseguido destruir el enorme reloj que le da vida a esta ciudad—presumió koji su poder ante todos.

Touji no podía quedarse sin hacer nada y menos mirar como la ciudad era destruida por koji y sus malvados demonios, aunque sabía a la perfección que era la reencarnación de sora no podía hacer nada si no controlaba aún ese poder.

—Dime de que sirve tener poder, si sólo lo usas para el mal—gritó touji mirando fríamente a los ojos a koji.

—Aunque lo diga miles de veces no podrás entenderlo—respondió koji poniéndo un pie al frente.

Entonces koji llamó su espada necrophia la misma con la que acabó con la vida de nori la madre de touiji.

—Pon atención, ¿alguna vez escuchaste la historia del pueblo khaoskraga?—respondió koji sujetando su espada.

Para touiji y sus amigos era un misterio, pero para shin no era algo de otro mundo en cambio ella se quedó pensando por unos instantes.

—¿Acaso de ahí proviene ese demonio?—murmuró shin.

Shin miró de nuevo a koji y habló en voz baja para ella misma.

—Tal vez tú eres...—

No entendían la repuesta que había dado koji, era la primera vez que escuchaban el nombre del pueblo, sin embargo shin comenzaba a recordar a su viejo amigo.

—¿Quién te crees que eres para dirigirte así a mí señor?—preguntó kosuke empuñando sus manos listo para atacar.

—Es suficiente kosuke—gritó koji mientras los miraba con odio.

Entonces miró a shin y se perdió en su mirada, recordándole por un momento el rostro de su madre el único recuerdo que tenía de ella cuando era niño...