La Marca Maldita: La Sangre Que Corre Por Tus Venas.

Uh... creo que al final si morí, se sentía tan cálido, estaba flotando en el aire, esto definitivamente era el cielo, tan cálido y suave, no había dolor, ni problemas, por primera vez en quien sabe cuantos años la sensación de alerta con la que había vivido toda mi vida al fin había desaparecido, estaba en paz, en calma. En el cielo también olía a pastel de limón, esto definitivamente era el paraíso, talvez al fin volvería a ver a mi madre, talvez recuperaría la vista, si pudiera abrir los ojos... Ok ya los abrí... Igual no puedo ver nada... Hasta en el cielo estaré ciega... Genial!!

El sonido de unos pasos acabo con el silencio que me acompañaba.

._ Señorita, Desperto._ un olor a manzanilla y especias inundo el lugar._ Me alegra ver que ya se encuentra mejor_. Y entonces ahi fue que cai en cuenta, lo suave de la tela que cubria mi cuerpo, mis manos apretaron las sabanas de la cama en donde parecía estar recostada, podia sentirlo... Lo suave entre mis dedos y entonces todo comenzo... La alarma se encendió dentro de mi, lleve mis manos a mi rostro y volvi a sentirlo, aquello que mi madre habia escondido de mi... Marcas, cicatrices, huecos... Todo volvio a mi... Jamas iba a estar en paz.

Fenomeno!!

Das Asco!!

No sirves!!

Inutil!!

Eres un fenomeno!!

Aquellas voces volvieron a entrar en mi cabeza, apoderándose de todo lo que habia a mi alrededor, estaba de nuevo ahi, en aquella celda siendo torturada por el mismísimo demonio, escuchando sus risas, sintiendo mi piel quemar._ Basta, por favor._ las palabras salieron como un susurro de mis labios, ellos nunca iban a parar, era inútil, nunca podria darles lo que querian, porque ni siquiera sabia como hacerlo, estaba defectuosa, era un error, un fenomeno, ya no habia nada que lo escondiera, estaba desnuda, mostrando mis heridas al mundo, completamente indefensa, como habia estado toda mi vida, atrapada entre aquellos barrotes siendo mostrada al mundo como un animal de circo, siendo torturada una y otra vez por mi captor, no habia salida.

._ Señorita..._ aquella voz dulce se filtro entre mis oscuros pensamientos, un tacto suave en mi brazo._ Esta bien, todo esta bien, nadie le hara daño, esta segura aqui._ estaba temblando descontroladamente._ ssh esta bien, todo esta bien, nadie va a lastimarte, estas segura aqui._ sus manos fueron a las mias apartandolas de mi rostro, nadie... Nadie deberia verme asi.

._ en donde estan?._ lleve mis manos a mi rostro cubriéndolo, podia sentir las cicatrices bajo mis dedos, las mismas que acompañaban las palmas de mis manos.

._ ¿Que?._ su voz salio suave, con un rastro de duda en ella.

._ Mis vendas... Por favor, mis vendas._

._ Oh... Tuvimos que quitarlas, estabas muy herida, estaban empapadas de sangre, tuvimos que quitarlas para poder curarte._

Sus palabras me llevaron a ese momento, ahora podia saber donde estaba, podia recordarlo, la pelea, los olores, Alfas puros... Ellos me salvaron y me trajeron aqui... A alguna ciudad gobernada por alfas de raza pura.

._ Donde... Donde estamos?._ pregunte nerviosa, no estábamos a solas en la habitacion, aquel olor de pastel de limon no se habia ido, no habia sido una alucinacion, el hombre que me habia traído aqui, olia a pastel de limon.

.- Estamos en la mansion del Alfa Izan Noah, en la cuidad dorada, nuestro alfa te salvo y te trajo aqui... Aqui estas a salvo.- senti su mano acariciar mi cabello, mi cuerpo se encogió temeroso, la memoria muscular, odiaba cualquiera tipo de tacto en mi cuerpo, me quede tranquila con temor a rechazar su caricia, a lo que podrían hacerme los alfas puros si no hacia lo que ellos querian... Bien... Estaba atrapada de nuevo... En la ciudad del Alfa mas temido de la tierra... Diosa... ¿Como termine aqui?.

._ Mi nombre es Katya... Cual es el tuyo?._ sus caricias en mi cabello nunca cesaron, su voz dulce entro por mis oidos, parecía una buena persona, pero no podia evitar dudar de sus verdaderas intenciones, todos querían algo de mi... Talvez ellos tambien lo esperaban._ No quieres decírmelo?._

._ Luna... Ese es mi nombre._

._ Oh... Como la luna, eso es lindo._ me quede en silencio, en completó alerta a todos los sonidos que habian a mi alrededor, sentia sus miradas quemar en mi cuerpo, observando el desastre que era, cada parte de mi piel quemaba como si quisiera ser arrancada para que nadie nunca pudiera volver a ver el desastre que yo era.

._ Por favor... Mis vendas._ el silencio que le siguió a mis palabras fue lo suficientemente largo para que mi mente se llenara de preguntas, ¿Cuantos? ¿Cuantos habían visto mi cuerpo? El desastre en lo que me habia convertido, ni siquiera recordaba como se sentia antes de ser esto.

._ Yo... Bueno, podria darte unas nuevas si eso te hace sentir mejor._

._ por favor._ mi voz salio suplicante de mis labios, me sentia desprotegida, aquellas vendas eran lo unico que me quedaba de mi madre y ahora las habia perdido, solo pedazos de tela que me ayudaban a esconder del mundo, la verdad de lo que soy... Un Fenomeno.

._ Ok, las traeré_. Su mano se alejo de mi cabello, escuche sus pasos alejarse, su olor desapareciendo de la habitación, me encontraba sola con el dueño de aquel dulce olor, como un alfa puro podia tener olor a pastel de limon?... Todos los que había tenido la desdicha de conocer tenian los olores mas fuertes y demandantes que existian... Pero habia uno que jamas olvidaría, el olor del hombre que había destruido mi vida... Amoniaco y Azufre... Jamas podria olvidar su olor, el olor que se habia marcado en mi piel.

._ Estoy de vuelta, lo tengo aqui, quieres que te ayude o..._ estire mi mano temblorosa al aire, preferia mil veces hacerlo yo misma._ ok... Ten.- senti la vendas caer en mi mano, las aprete sintiendo la textura entre mis dedos, la lleve a mi rostro rapidamente comenzando a pasarlas con rapidez entre mis orejas, mi nuca, apretandolas con fuerza, recordando las palabras de mi madre.

Si no podia verlas entonces no estaban ahi... Una mentira dulce y venenosa, yo nunca podria verlas... Pero ellos seguirían ahi.