𝙱𝚒𝚎𝚗𝚟𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙰𝚛𝚎𝚊 𝚁𝚘𝚓𝚊, 𝚍𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚕𝚘𝚌𝚞𝚛𝚊 𝚗𝚘 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚍𝚒𝚊𝚐𝚗𝚘𝚜𝚝𝚒𝚌𝚘... 𝚂𝚒𝚗𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚜𝚒𝚗𝚏𝚘𝚗𝚒𝚊.
𝚂𝚒𝚎𝚝𝚎 𝚙𝚊𝚌𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜.
𝚂𝚒𝚎𝚝𝚎 𝚒𝚗𝚏𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘𝚜.
𝚄𝚗𝚊 𝚎𝚗𝚏𝚎𝚛𝚖𝚎𝚛𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚖𝚊𝚗𝚘𝚜 𝚜𝚞𝚊𝚟𝚎𝚜.
𝚈 𝚞𝚗 𝚑𝚘𝚜𝚙𝚒𝚝𝚊𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚌𝚞𝚛𝚊, 𝚜𝚒𝚗𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚞𝚖𝚎.
¡𝙲𝚄𝙸𝙳𝙰𝙳𝙾!
𝙰𝚚𝚞𝚒 𝚕𝚘𝚜 𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚘𝚜 𝚐𝚛𝚒𝚝𝚊𝚗 𝚎𝚗 𝚜𝚒𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚘 𝚢 𝚕𝚘𝚜 𝚎𝚗𝚏𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜 𝚋𝚎𝚜𝚊𝚗 𝚌𝚘𝚗 𝚌𝚞𝚌𝚑𝚒𝚕𝚕𝚘𝚜.
¿𝚀𝚞𝚒𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚜𝚊𝚕𝚟𝚊𝚛𝚕𝚘𝚜, 𝙺𝚊𝚗𝚐? 𝙴𝚕𝚕𝚘𝚜 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒é𝚗 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚎𝚗 𝚜𝚊𝚕𝚟𝚊𝚛𝚝𝚎... 𝙰 𝚜𝚞 𝚖𝚊𝚗𝚎𝚛𝚊.
𝙳𝚒𝚜𝚏𝚛𝚞𝚝𝚊 𝚕𝚊 𝚕𝚎𝚌𝚝𝚞𝚛𝚊... 𝙳𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚛𝚊𝚜 𝚒𝚐𝚞𝚊𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚕𝚕𝚘𝚜.
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Capítulo 11
Me costó conciliar el sueño, en parte por la charla que tuve con Nelly y también porque tenía algo preparado para la terapia de hoy. Mi objetivo era reducir la tensión y crear un ambiente más de confianza, quizás también analizar cómo reaccionaban mis pacientes en un entorno menos clínico.
En la sala común no había sillas, sino cojines en el suelo con la misma dinámica de ronda. Los esperé pacientemente con las manos ocupadas detrás de mi espalda, en el medio del círculo.
Entraron en la habitación con una mezcla de curiosidad y tensión contenida.
—¿Hoy no hay preguntas incómodas? —preguntó Adrian.
Negué con la cabeza y descubrí mis manos, enseñando el mazo de cartas que tenía preparado. Todos fruncieron el ceño, extrañados.
—Hoy vamos a hacer algo distinto —sonreí — vamos a jugar.
Me senté sobre el almohadón que ocupaba anteriormente el lugar de mi silla, los pacientes me imitaron más relajados.
—Si pierdes ¿tendrás que hacer lo qué digamos? —dijo Ethan apoyando el mentón en su mano.
Ignoré la provocación de Lee y separé el mazo en dos, dejando ambas pilas en el medio de la ronda.
—El juego se llama "Verdad o Confesión", es simple —procedí a explicar el juego — si sacas una carta roja, tienes que responder con una verdad. Si sacas una carta negra, debes confesar algo que nunca hayas dicho a nadie.
Los pacientes intercambiaron miradas, el juego los obligaba a abrirse, pero también a exponerme.
—¿Tú también juegas? —Jay se cruzó de brazos.
—Si.
—¿Y qué pasa si no queremos responder? —Adrian sonríe con diversión.
—Nada, pero eso haría que el juego fuese aburrido —reí suavemente.
—Está bien, pero si alguien se pasa de la raya con las preguntas, tendrá que hacer 20 flexiones cómo castigo —Jake apoyó la barbilla en su mano, mirando a los demás.
—Y por éso nadie quiere jugar contigo, Jake —Jay sonrió con ironía.
—No se preocupen, si Kang empieza a hacer preguntas incómodas me haré el desmayado —dijo Ash relajado.
—Yo apostaría a qué serías el primero en responderlas —Noah le dió un codazo leve.
Y con eso, el juego comienza.
Para romper el hielo, fui la primera en sacar una carta, elegí "verdad"
—¿Cuál fué la comida más rara que has probado? —Noah se inclinó hacia adelante, atento.
—Una vez en un viaje de campamento probé sopa de escorpión —reí al recordar — fué... Interesante.
—¿Por qué harías éso voluntariamente? —preguntó Nathaniel inexpresivo.
—Curiosidad —me encogí de hombros, divertida — aunque no lo volvería a hacer.
—¿Cómo puedes decir éso? Si no me hubieran traído aquí, habría sido un grandioso chef de escorpiones —Ash finge horror, llevándose una mano al pecho.
—Por favor, Vane... Si fueras chef, tu restaurante se llamaría "El Último Plato" —Adrian le da una mirada escéptica al rubio.
—Lo peor es que me lo imagino —Jake sacude la cabeza riendo.
Nathaniel ignora la conversación y saca una carta de "confesión".
—No me gusta cuándo las luces están completamente apagadas —dice en voz baja sin mirar a nadie.
—¿Miedo a la oscuridad? —Jay lo mira con curiosidad.
—No —niega levemente — miedo a lo que mi mente ve en ella.
—Todos tenemos algo que nos inquieta en la oscuridad —lo observé con atención, pero no insistí — cuándo era niña tenía pesadillas recurrentes con payasos asesinos, dormí mucho tiempo con una luz de noche encendida.
El ambiente se volvió un poco más serio pero seguía siendo seguro, los demás respetaron la respuesta de Nathaniel sin hacer bromas innecesarias.
Adrian elige "confesión".
—Cuándo era niño intenté teñirme el cabello con marcador rojo —cruza los brazos con un gesto casi indiferente — creí que me vería genial.
—¿Y cómo terminó éso? —Jake soltó una carcajada.
—Con mi madre rapándome la cabeza porque no salía el color —James suspira cómo si aún le pesara.
—Bueno al menos lo intentaste —sonreí.
—Oye pero si lo piensas bien, podrías volver a intentarlo —Ethan mira a Adrian fingiendo interés — a lo mejor ahora si funciona.
—Si quieres verme calvo sólo dilo —Adrian le da una mirada afilada, pero se notaba que estaba conteniendo la risa.
Incluso él, que solía ser más serio, se permitió reírse de su anécdota.
Jake elige "verdad"
—Si pudieras cambiar algo de tu vida ¿que sería? —Ethan se cruza de brazos, pensativo.
—Haber aprendido a no confiar tan rápido en la gente —Jake suspira con una media sonrisa.
—¿Lo dices por alguien en especial? —lo analizo con interés.
—Eso es para otra ronda —Jake se inclina hacia adelante con una sonrisa juguetona.
Jay elige "confesión".
—De niño intenté construir un lanzallamas con desodorante y un mechero —suspiró, apoyando la cabeza en su mano — funcionó demasiado bien.
—¿Y qué pasó? —Ash sonríe arqueando una ceja.
—Quemé mi propia chaqueta —se encogió de hombros — mi madre me hizo jurar que nunca tocaría fuego otra vez.
—Eso sí que es creatividad —Noah sacudió la cabeza.
Ash elige "verdad".
—¿Algo vergonzoso que hayas hecho por amor? —pregunté con curiosidad.
—Escribí un poema —suspira dramáticamente, llevándose una mano al pecho — y lo recité en voz alta frente a todos los alumnos en un evento escolar.
—Eso no suena tan malo —Jay frunció el ceño.
—Excepto que le erré de persona y terminé declarándome a la chica equivocada —Vane sonrió con ironía.
—Bueno en la preparatoria intenté robarle un beso a un chico, creía que yo le gustaba y me rechazó —hice un mohín.
—Eso es espectacular —Noah rió con fuerza.
Ethan elige "verdad".
—Si pudieras viajar en el tiempo, ¿cambiarías algo de tu vida? —digo expectante.
—Tal vez la vez que aposté que podía saltar desde el techo y no romperme nada —piensa por un momento y luego sonríe — no salió bien.
—¿Cómo es que creíste que saldría bien? —cuestionó Jake.
—No lo sé —Ethan se encogió de hombros — pasaron muchas cosas por mi cabeza en ése momento... Ninguna coherente.
Ash saca una carta roja, era hora de profundizar un poco las cosas. Mis terapias, aunque fueran divertidas, también debían tener su momento de seriedad.
—Verdad, ¿qué es lo qué más extrañas de tu vida antes del hospital? —dije en un tono suave.
—Tener a alguien que me abrace sin miedo —duda antes de susurrar — tenerla a ella.
Silencio en la sala, nadie se ríe ni comenta.
Jay saca una carta negra.
—Me gusta verte aquí —sonríe levemente — me hace olvidar que éste lugar es una mierda.
No respondo de inmediato, sé que para Jay, era una gran revelación.
—Bueno... Me alegra ser quién ponga algo de luz aquí —sonreí.
Adrian saca una carta roja.
—Verdad, ¿qué es lo que más temes perder?
—Ahora mismo... A ti —dijo sin apartar la vista de mi.
El ambiente cambia por completo.
Ethan sonríe.
Jake observa con interés.
Ash baja la mirada.
Jay frunce el ceño.
Siento la presión de su respuesta, pero decido continuar sin reaccionar demasiado.
—Bien, sigamos —dije con calma.
Noah saca una carta negra.
—Anoche soñé que te sacaba de aquí... —ladea la cabeza — y que no existía nadie más en este lugar.
La tensión se vuelve sofocante.
Adrian lo observa con desconfianza.
Jake sonríe, como si disfrutara de la tensión.
Ash parece incómodo.
Jay mira a Noah como si estuviera evaluándolo.
Decido cambiar el rumbo antes de que la situación se vuelva demasiado intensa.
Saco una carta negra.
—Confiesa algo —me dice Jake.
—Tengo miedo de fallarles —exhalo lentamente.
Los pacientes me miran en silencio, no esperaban esa respuesta.
—No lo harás —dice Ash en voz baja.
—Si alguien te lastima, nosotros podemos encargarnos —Ethan me sonrió
Oír aquella frase provocó que se me encendiera una alarma interna, pero mantuve la calma.
—Bien chicos —sonrío suavemente — suficiente por hoy.
Pero antes de que pueda guardar las cartas, Adrian se levanta y camina lentamente hacia mi.
...«¿Querrá decirme algo?»...
Por un segundo lo creo, pero en cambio toma una carta del mazo y la coloca en el bolsillo de mi ambo.
—Para otro día —dice en voz baja.