En un reino asolado por el maltrato, esclavitud y la pobreza, La Princesa Lephrah descubre su misterioso poder y habilidad para cambiar el destino de su reino y las especies semihumanas que lo habitan.
Ella junto con su fiel compañero Kael se embarcarán en una gran aventura para destronar al padre de Lephrah, el rey opresor y traer justicia al reino.
una historia llena de Secretos, amenazas y pruebas de valor y determinación.
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Un Oscuro Secreto Sobre La Familia Real.
La mañana se levantó con una bruma inusual sobre el reino.
Lephrah, sentada en su estudio, revisaba documentos importantes cuando una figura misteriosa tocó su puerta.
"Adelante", dijo Lephrah, levantando la mirada.
La puerta se abrió lentamente, revelando a un anciano de aspecto cansado y ojos llenos de tristeza.
Lephrah lo reconoció de inmediato: era Eldor, un antiguo consejero de la familia real que se había retirado años atrás.
"Eldor, ¿qué te trae aquí después de tanto tiempo?", preguntó Lephrah, sorprendida por su visita.
El anciano se acercó y se inclinó respetuosamente. "Mi Reina, he descubierto algo que debo compartir contigo. Es un secreto oscuro que ha estado oculto durante generaciones".
Lephrah se puso tensa. "¿De qué se trata? Habla, Eldor".
El anciano tomó aire y comenzó a contar la historia. "Hace siglos, antes de que tu familia ascendiera al trono, hubo un rey poderoso y cruel. Este rey hizo un pacto oscuro con fuerzas oscuras para obtener un poder desmesurado. A cambio, se exigió un sacrificio: la vida de su propio hijo recién nacido".
Lephrah se levantó de su asiento, incrédula. "¿Estás diciendo que mi familia... mi sangre real está manchada por esta oscuridad?"
Eldor asintió solemnemente.
"Sí, mi Reina. Lamentablemente, tu ascendencia está ligada a esta tragedia. Pero debes entender que no eres responsable de los pecados de tus antepasados. Es lo que haces con el poder y la influencia que tienes ahora lo que importa".
Lephrah se dejó caer en su silla, abrumada por la revelación.
"¿Cómo puedo aceptar esto? ¿Cómo puedo seguir liderando sabiendo que hay esta mancha en mi pasado?"
Eldor se acercó y colocó una mano reconfortante sobre su hombro.
"Mi Reina, todos tenemos un pasado. Pero eres más que tu linaje. Eres una mujer fuerte y justa, y has demostrado una y otra vez tu dedicación al bienestar de tu pueblo. No permitas que esta verdad te consume. En su lugar, úsala como motivación para ser aún mejor".
Lephrah respiró hondo, encontrando fuerzas en las palabras de Eldor.
"Tienes razón, Eldor. No puedo permitir que este secreto me debilite. Debo continuar liderando con justicia y buscar la redención para mi familia y mi reino".
El anciano sonrió, reconociendo la determinación en los ojos de Lephrah.
"Eres una reina excepcional, Lephrah. Nunca lo olvides. Estoy aquí para apoyarte en todo momento".
Lephrah asintió agradecida.
"Gracias, Eldor. Tu lealtad y sabiduría son invaluables para mí".
Con la revelación de este secreto oscuro, Lephrah sintió una nueva determinación y una responsabilidad aún mayor para guiar a su reino.
Ahora comprendía que su linaje no definía su valía como gobernante, sino sus acciones y su compromiso con la justicia.
Lephrah convocó a una reunión urgente con su círculo de confianza, incluyendo a Kael, Eldor y otros consejeros leales.
Les compartió la revelación sobre el oscuro pacto y la conexión de su linaje con esa historia.
"Comprendo que esto pueda ser impactante para todos ustedes",
comenzó Lephrah, con voz firme pero apaciguadora.
"Pero debemos recordar que somos responsables de nuestras propias acciones. Nuestro
deber es buscar la redención y asegurarnos de que las sombras del pasado no afecten el presente ni el futuro de nuestro reino".
Kael tomó la mano de Lephrah en un gesto de apoyo. "Estamos juntos en esto, mi amor. Sabemos quiénes somos realmente, y nuestras acciones han demostrado nuestra dedicación a la justicia y la igualdad".
Los consejeros asintieron, demostrando su respaldo a la pareja real.
"Confiamos en su liderazgo, majestades", dijo uno de ellos. "Lo que importa es cómo gobiernan ahora y cómo nos guían hacia adelante".
Lephrah asintió, agradecida por la lealtad de su consejo. "Entonces, debemos continuar nuestro trabajo para construir un reino justo y próspero. No permitiremos que el pasado nos defina, sino que moldearemos nuestro legado con nuestras acciones".
Con determinación renovada, Lephrah y su equipo comenzaron a buscar formas de fortalecer las instituciones de justicia, asegurándose de que todos los ciudadanos fueran tratados con igualdad y respeto.
Implementaron medidas para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en el gobierno, y se comprometieron a luchar contra cualquier forma de corrupción.
Además, Lephrah inició una campaña de perdón y reconciliación, alentando a su pueblo a no juzgarlos por los pecados de sus antepasados, sino a unirse en la construcción de un futuro mejor.
A medida que el tiempo pasaba, el reino comenzó a sanar. Las heridas del pasado se desvanecieron lentamente, reemplazadas por una nueva confianza y esperanza en el liderazgo de Lephrah y Kael.
Su dedicación a la justicia y su determinación para rectificar los errores del pasado ganaron el apoyo y el respeto de su pueblo.
Mientras el reino se embarcaba en un nuevo capítulo, Lephrah recordaba las palabras de Eldor: "Eres más que tu linaje".
Se convirtió en un recordatorio constante de que el poder de cambiar y marcar la diferencia residía en ella y en su habilidad para forjar un camino hacia la redención.
Así, Lephrah y Kael lideraron su reino con integridad y compasión, desafiando las sombras del pasado y construyendo un futuro brillante para su pueblo.
La revelación del oscuro secreto no los debilitó, sino que los fortaleció, recordándoles la importancia de seguir luchando por la justicia y la igualdad en cada acción y decisión que tomaban.