Ana Maria. Es una mujer, dedicada al hogar, a los hijos y a su negocio. Nunca se imaginó que su vida cambiaría al descubrir la infidelidad por parte de su esposo. Una noche de copas termina en la cama con un desconocido. Ahora más que nunca está decidida a divorciarse. Pero nunca se imaginó que a su regreso de su viaje se encontraría con la peor escena que sus ojos podrían ver. Y que de ahí comenzaría la peor pesadilla, que podría vivir. Perder a sus hijos.
Acompañame esté nueva obra. Ana Maria logrará rescatar a sus hijos de mano de su ex esposo. Y ella el desconocido se volverán a encontrar.
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De viaje
Escuchar hablar a ese desconocido así, me ha dejado con la boca abierta, pues no pensé que alguien pensara de esa manera.
--Y, es que acaso tú estás casada con el amor de tu vida, Si es así que haces en un lugar como este. --
Me quedé en esos momentos que no supe que responderle, que él, solo asintió y después me dijo. -- Creo que tu marido no te ama. --
Fue entonces que le pregunté por qué pensaba eso.
-- Voy a decirte dos cosas el que estés aquí, acompañada de una amiga y tu marido no esté, lo dice todo, no eres feliz, en tu matrimonio, y creo que tu marido no te ama. --
Sin darme cuenta, estaba hablando con un desconocido de mi vida privada. Poco después me invito a seguir bailando y yo acepte, bailamos de todo tipo de música, pero cuando estuve tan cerca de él, algo dentro de mi cambio, no sé cómo explicarlo. Era como si lo conociera de toda la vida.
Pero deslizó suavemente una de sus manos por mi cintura, estaba tan cerca de mi, que cuando menos me la esperaba me dio un beso. Que causó en mi moles de sensaciones. Y así fue transcurriendo la noche entre copas y baile a mí se me pasaron. Y terminé por irme con él a un hotel.
No sé por qué lo hice, o por el coraje que siento por Martín, por todo lo que me ha hecho. O porque simplemente ese hombre desconocido me gustó más de lo que yo podía imaginarme, pasé una noche increíble en brazos de ese hombre que no sé ni cómo describirlo, me hizo sentir viva, me hizo volver a sentirme mujer sentirme querida, amada por primera vez en mucho tiempo aunque solo haya sido por una noche.Una noche que siempre voy ha recordar, como la mejor de mi vida. --
Cuánto me desperté eran más de las 6 de la mañana, me vestí rápidamente volteé a verlo, y él estaba profundamente dormido a lo cual solamente me dije, para sí misma. -- Solo espero que no nos volvamos a encontrar, porque será muy difícil, para mí tenerte enfrente, por qué realmente me gustas mucho. --
Después me di la vuelta y salí del hotel cuando llegué a mi casa por suerte todos aún estaban durmiendo pues era fin de semana. Y como les había prometido a mis hijos nos iríamos a casa de mis padres, así que empezaría por preparar las maletas me dirigí a mi habitación donde me di cuenta de que Martín no había llegado a dormir.
-- Vaya. No solo yo no llegué a dormir. --
Así que por ese simple hecho de ver que Martín no había llegado a dormir, así que yo no tenía por qué sentirme mal, si él había hecho lo mismo. Cuando preparé mi ropa me dirigí a la habitación de mis hijos y saqué algunas mudas de su ropa y las acomodé cuando dieron las 7 de la mañana ya tenía las maletas listas, me dirigí a la cocina, para preparar algo de desayunar cuando ellos se despertaron todo estaba listo. Así que les indiqué que tomaran su desayuno cada quien, porque ya era hora de irnos tomé mi teléfono y le avisé a una de mis empleadas de confianza, que se encargará de abrir la tienda que yo tenía que salir de viaje, la cual la chica me respondió que no me preocupara que todo estaría bien.
Poco después salimos de la casa me dirigí al garaje y saqué mi auto pues, para ir a casa de mis padres son más de 5 horas de viaje y viajar en autobús pues no es nada cómodo, cuando estábamos saliendo de la casa llegó Martín molesto y enfadado diciendo que no había llegado a dormir. Porque se había quedado en la oficina porque tenía mucho trabajo que terminar,yo solo moví la cabeza y le dije. -- Bueno pues entonces te quedas, yo me voy a casa de mis padres. -- Puse en marcha el auto alejándonos de ahí.
Durante, el viaje mis hijos y yo fuimos platicando, bromeando viendo el paisaje, hacía mucho tiempo que no pasábamos un rato tan agradable, que no sentimos lo largo del viaje cuando llegamos a casa de mis padres estos se sorprendieron al vernos pues no, nos esperaban a lo que mi madre enseguida dijo.
--Pero por qué no avisaron que vendrías, y dónde está mi querido yerno. --
Yo solo le respondí haciendo una mueca. -- No vino porque tuvo que trabajar toda la noche y no llegó a dormir a la casa. --
-- Por eso es que quiero tanto a mi yerno, porque él siempre trabajando. -- Dice mi madre.
Poco después llega mi padre me saludo de un beso en la mejilla lo mismo hacen mis hijos, posteriormente entramos a la casa. Mi padre se encarga de llevar nuestras maletas a nuestras respectivas habitaciones, mi madre enseguida nos hace que pasemos a la cocina dónde tiene preparado algunos bocadillos.
Por un lado, mi madre se ve que está feliz. Pues ella adora a mis hijos, y mis hijos quieren mucho, a sus abuelos. Poco después llega mi padre sonriendo diciéndole a mis hijos que los llevará de paseo por la noche que en el pueblo hay una feria y que le gustaría llevarlos a lo que yo le respondo que sí que vayan y que se diviertan.
Mientras ellos salen yo aprovecharé, para hablar con mi madre tengo que decirle que he pensado divorciarme de Martín no sé cómo lo vayan a tomar, pero. Para mí es la mejor decisión que he tomado después de lo que pasó entre ese desconocido y yo.
Sé que en cuanto le diga a ella pegará el grito en el cielo, pero no me importa, estoy decidida es mi vida, y creo que deben de respetarla. Pues Martín no es un santo y eso ella tiene que saberlo, para dejarlo de una vez por todas, de estarlo defendiendo
La gran parte de la tarde transcurre llega la noche mi padre y mis hijos se van a la feria del pueblo mientras que yo, por otro lado, le digo a mi madre que necesito hablar con ella y que es algo serio, ella solo me queda viendo veo que hace una mueca, respondiéndome. -- Si es de Martín que piensas hablarme mal, mejor no me digas nada. Porque sabes lo que pienso, cuándo uno se casa, es para toda la vida, y no importa la vida que lleves. Tienes que estar al lado, del hombre que elegiste. Hasta que la muerte lo separe
A lo que yo le respondo. -- Y si ese hombre lleva años engañándote con mujeres jovencitas, que más bien podrían parecer que son sus hijas. --
...Raúl...
Y está encontra de ella , la misma calaña que Martín..