Encerrada por un destino, libertad por un amor... que ya era suyo.
NovelToon tiene autorización de Hada Celestial para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 17
Por más que mi mente me grito dile todo, no pude si él dañaba a mis amigas o peor la dañaba a ella, no podía dejar que otros salieran lastimados por mi culpa, sin nada de ganas digo.
— Todo está bien, solo me sorprendí porque él me había dicho otra cosa y su cambio de opinión tal vez sea bueno para nosotros; no tiene por qué preocuparse, lo que escucho cuando llego fue por que tuvimos un desacuerdo y me molesto tanto, que solo pensé en ofenderlo, apenas nos estamos adaptando a nuestra vida juntos.
Muchas gracias por todo, espero no haber dejado una mala impresión, realmente soy muy tranquila, pero Gael en ciertos momentos creo que me saca de mis casillas.
Mordí mi labio inferior para no decir más, era mejor dejar todo así y no hacer enojar a ese que se decía mi esposo; tenía miedo de lo que pudiera hacer, creo que era mejor no molestarlo por el momento, hasta que pensara en una solución para poder escapar.
Ella se acerca a mi pone su mano en mi cabeza de una manera tierna, yo cerré los ojos al contacto no esperaba que me tocara, me sorprendió un poco, sentí que me hacía chiquita bajo su mano; la escucho que me dice.
— Te miras una joven valiente, si alguna vez ocupas hablar con alguien o quieres ayuda háblame, te dejare mi número personal puedes marcarme cuando tú quieras, pásame el tuyo tal vez yo te hable para ir por un café y platicar.
Sin voltear a verla con tímides le digo.
— Yo no tengo celular, pero si me gustaría tomar un café con usted, aunque no se si el señor Gael me deje salir.
Cuando dije eso parecía que había dicho algo malo, ella se molestó mucho, no pude decir nada más cuando sale del cuarto gritando el nombre de Gael.
No entendía que la altero, para que saliera tan molesta a buscar a Gael; me quede sentada tratando de comprender su reacción no supe que fue lo que dije o hice algo era confuso.
Pasaron unos minutos cuando miro entrar a Gael y a Esmeralda, ella no dejaba de reclamarle algo, no lograba entenderle lo que decía, él se miraba tenso y molesto con ella; termina acercándose a mí, quedando parado a mi lado lo escucho que dice.
— Ya no te enojes, ya te dije que le comprare un celular y en cuanto lo tenga te prometo que te marcara; puedes venir a la casa cuando quieras, por mí es mejor estando aquí puedes checarla y consultarla, me ahorraría tu precio tan caro.
Me alegra que mi esposa te callera bien, espero la cuides y sobre todo la apoyes en todo lo que te pida y sobre el permiso de salir eso es para mantenerla segura, sabes que tengo muchos enemigos podrían lastimarla, solo para causarme un daño a mí, por esa razón me comporto sobreprotector con mi hermosa esposa.
Sabes muy bien lo que me ha pasado, no me gustaría verla en el hospital o verla lastimada; esas personas son malas a mi casi…
No te molestes, si sale contigo yo estaré tranquilo y lo mejor es que mi hermosa esposa no se la pasar encerrada en la casa, le hace falta salir de este lugar; yo apenas tengo tiempo para estar con ella, la a pasado algo mal, pero en año y medio eso va a cambiar.
Era cierto lo que decía, volteo a verlo incrédula por lo que escuchaba, realmente decía la verdad o era un hábil mentiroso, de que se trataba esto, que juego era este o será que esa mujer quería ser mi amiga para mantenerme vigilada, así Gael sabría todo de mí, hasta de mi futuro plan para escapar.
Yo lo miraba tratando de descubrir si era verdad o mentiras lo que decía, todo me hacía sentir tan confundida; solo podía pensar que era una farsa, un muy buen actor; estaba sumergida en mis pensamientos hasta que escucho cuando Esmeralda le dice molesta
— ¿Ahorrarte mi pago? hasta crees, será todo lo contrario te cobrare el doble por tacaño; ya verás todo lo que te are gastar, me llevare a Kaia de compras are que escoja muchos diseños lindos para ella y joyas, ya verás hare que se defienda de ti, la enseñare a que no se deje que la trate como un títere.
— ¡Gael! Realmente me sorprendes tienes una esposa salida de la nada, llego aquí la encuentre alterada, lo que hable con ella muestra su inseguridad, en estos tiempos que una persona no tenga su propio celular y más la esposa de un hombre como tú, eso es aún más extraño, pero lo que es aún más extraño es que tenga que pedirte permiso para mover un pie.
Estoy casi segura de que si reviso este cuarto con más detenimiento mirare más cosas raras y si entiendo lo que te ha pasado, la razón de ser tan protector, pero tampoco es para que la trates como si fueras un objeto.
Espero y hagas lo que me dijiste, sino te prometo que vuelvo aquí y te saco la verdad a golpes, me voy que yo sí tengo trabajo que hacer.
Hermosa Kaia cuídate mucho, cuando tengas tu celular márcame para ponernos de acuerdo e ir por esa tasa de café y nada de pensar en tener que pedirle permiso, estas casada, pero eso no significa que él sea tu dueño.
La forma en la que le hablaba era tan divertida y lo mejor alguien lo ponía en su lugar eso me agrado que sin querer me empecé a reír, me gusto ver a Gael callado ante esa hermosa mujer, que le hablaba como si fuera más fuerte que él.
Mi risa llamo la atención de los dos, cuando voltea a verlos estaban sonriendo, mirándome muy atentos, traté de controlarme, con tímides le dije.
— Disculpen no fue mi intención reír de esta manera.
Mordí mi labio inferior estaba avergonzada, por un momento agache mi cabeza escondiéndolo en mi cabello los dos me miraban tan atentamente que me hacían sentir incomoda; por un momento no escuche nada hubo un silencio, hasta que sentí las manos de Gael rodeando mi cintura y sentándose a mi lado, escucho decir divertido.
— Esmeralda ¿no crees que mi esposa tiene una risa hermosa y es linda?
Sentir sus manos abrazándome me hizo sentir incomoda quería quitarlo, pero al escuchar lo que decía me sorprendió que solo me quede quita sin saber qué hacer.
Estaba tan tensa y más cuando me beso la mejilla, volteo a verlo sorprendía por lo que hizo, estaba tan raro y decía cosas tan extrañas; estaba tan concentrada en mis pensamientos tratando de encontrar una explicación a su actitud hasta que escuche la voz dulce de Esmeralda que dijo.
— ¡Gael! Me sorprendes te miras tan feliz, eso es bueno por fin podre dejar de preocuparme por ti, espero sepas comportarte y seas un buen esposo.
A hora si me voy, ¡Kaia! estaré esperando tu llamada.
Gael y yo nos despedimos de ella, una vez que se fue ya no pude soportar más, con mis fuerzas trato de aventarlo, hacer que me soltara.
Forcejo para hacer que me suelte, algo que fue inútil, solo sentí como se aferraba a mí de una manera tan posesiva, hasta que lo escucho decir con una tranquilidad y muy cerca de mi oído, que pudo sentir su aliento en mi piel.
— No te muevas, solo déjame disfrutar un poco esto.
Hueles tan rico y se siente bien tenerte en mis brazos, tu cintura es tan pequeña, tú eres tan delgadita; provocas algo en mí, que me hace querer tenerte, desearte de una manera tan intensa, que me es difícil controla mis instintos pervertidos.
Sus palabras me provocaban un escalofrío, lo único que pensaba que él me obligaría hacer suya, me forzaría hacerlo, algo tenía que hacer, no se la pondría fácil, aunque sé que es mucho más fuerte que yo estaba dispuesta a defenderme, porque no deseaba volver estar entre sus brazos, solo quería ser libre.