Mis Concubinos

Los ojos de las chicas se abrieron como platos.

Dalia: ¿Planea abandonar a Sir Zyan, su majestad?.

Victoria: Es algo que no entenderían, no es que quiera, es lo mejor... Preparen todo.

Días después...

Estos últimos días he estado muy ocupada, los preparativos para los apoyos hacía el pueblo ya empezaron y próximamente serán entregados.

Por otro lado no he podido ir a visitar el harén por las noches, en parte porque terminó cansado y también porque Nicolás a ido a dormir a mi habitación casi todas las noches, comienzo a pensar que si por él fuese ya se hubiese mudado a mi habitación. Pero tampoco he abandonado a mis concubinos, aprovechó el tiempo para comer para hacerlo con ellos, Nain se ha vuelto aún más atento conmigo después de lo que pasó, descubrí que Alexander es mucho más interesante de lo que creí y es muy inteligente, con Yerik también me divierto es muy lindo e ingenuo, y con Elián tengo muchas cosas en común a ambos nos encanta el doporte y le pedí que algún día me enseñara a usar la espada a lo que accedió encantado.

Por otro lado está Zyan... No ha regresado desde aquél día, estoy preocupada pero las chicas me calman diciendo que es un rey mercenario y que no lo lastimaran fácilmente; los papeles con los que le será retirado el título de concubino a Zyan están listos, en cuánto ponga mi sello todo se habrá terminado entre él y yo, pero no lo hago, no me atrevo a hacerlo, le tomé mucho cariño, no quisiera dejarlo ir, pero no puedo ser tan egoísta y dejarlo vivir con un secreto así. También está que los rumores de que voy a abandonar a Zyan se extendieron muy rápido, esto tal vez podría ser malo para él, pero ¿qué será peor para él?.

Berta: No tiene que hacerlo de inmediato su majestad, firme cuando este lista.

Victoria: Si... Lo pensaré bien.

Adela: Majestad, el emperador mandó un comunicado, quiere que sea usted la que se encargue del banquete de bienvenida para el segundo príncipe del Imperio.

Victoria: ¿Bienvenida?, ¿segundo príncipe?.

Adela: Se trata del segundo hermano de su majestad el emperador, su alteza el príncipe Liam, él estuvo fuera por poco más de un año dirigiendo al ejército ayudando a ganar una guerra a un país aliado.

Victoria: Oh... Ya veo (Es verdad, en está época las guerras son normales) Está bien, lo haré.

Continúe con mi trabajo, ya era tarde cuando terminé por lo que me dirigí a mi habitación, pensaba ir al harén ahora que Nicolás no ha llegado. Las chicas prepararon un baño para mí y les pedí que me dejarán sola, quería unos minutos de privacidad. Estaba tomando mi baño cuándo escuché las ventanas abrirse, rápidamente me cubrí pensando que podía ser Max, escuché pasos en la habitación, y para salir de dudas decidí salir del cuarto de baño y regañar a Max por entrar de esa manera, pero para mi sorpresa no era Max.

Victoria:... Zyan. Era él, pero se veía mal, se veía pálido, se veía triste.

Zyan:....

Victoria: ¿Estás enfermo?, no te ves bien. Estire mi mano para tocar su frente, y no se sentía caliente, al contrario estaba muy frío. Cuándo intenté alejar mi mano él la retuvo entre las suyas.

Zyan: ¿Por qué?.

Victoria: ¿Qué?.

Zyan: ¿De verdad piensas abandonarme?, ¿me harás a un lado?. Se veía aún más triste.

Victoria: Yo... Lo hago por ti, no quiero obligarte a vivir con esté secreto, ya lo sabes... Yo no soy la verdadera Victoria, ella... murió.

Zyan: No me importa.

Victoria: Zyan...

Zyan: No me importa si eres Victoria o Nicolle, te amo, quiero ayudarte, quiero ayudarte en esté mundo, sólo por favor no me alejes.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, esté hombre es maravilloso, está dispuesto a ayudarme. Sin pensarlo mucho me lancé a sus brazos y él me recibió con un fuerte abrazó.

Victoria: Gracias Zyan...

Zyan: Perdone si la hice sentir mal, necesitaba asimilar todo.

Victoria: Está bien, ahora estás aquí (me di cuenta de algo) Zyan deberías tomar un baño, estás muy frío podrías enfermarte, espera también te pediré ropa y algo caliente para tomar.

Me asomé por la puerta y le encargué todo eso a las chicas, se sorprendieron al saber que aquí estaba Zyan, pero no preguntaron más. Dejé que Zyan se diera un baño y cuando terminó lo obligue a tomarse un té.

Victoria: Deberías descansar, te ves cansado.

Zyan: Está bien, lo primero era venir a verte... Regresare a mi habitación.

Victoria: Ve, te veré después.

Él salió de la habitación, me sentía muy feliz, tengo a alguien de mi lado, del mío, no de Victoria, él sabe la verdad y está dispuesto a ayudarme. En ese momento Berta interrumpió mis pensamientos.

Berta: Su majestad ¿aún piensa ir al harén?.

¡Oh!, casi lo olvidó.

Victoria: Si, iré. Terminé de secar mi cabello, me puse mi camisón, me abrigue y salí rumbo al harén, hoy visitaré a Alexander.

Cuándo estaba por llegar a la habitación de Alexander, la puerta se abrió, él personalmente me recibió y me dejó entrar.

Alexander: Está es una muy grata sorpresa su majestad.

Victoria: ¿Lo es?.

Alexander: Por supuesto, además es la primera vez que viene a mi habitación, es aún más agradable.

Victoria: Ya veo...

Tengo que admitir que mi visita a Alexander es con un fin egoísta... Quiero hacerlo con él, ya sé, ya sé, tal vez parezca una chica fácil, pero en mi defensa estos hombres son muy hermosos, son una tentación, además desde que estuve con Nain y Zyan tengo que reconocer que fueron experiencias diferentes, quiero saber que tan diferente sería con Alexander, ¿será cuidadoso como Zyan?, o ¿será más desesperado como Nain?, ¿podría ser diferente a ambos?.

Alexander: ¿Quiere algo de beber su majestad?.

Ví que sobre su mesita había una copa ya servida.

Victoria: ¿Qué estás tomando?.

Alexander: Es un vino exótico, es difícil describir el sabor, ¿quiere probar?.

Asentí con la cabeza y Alexander me guió a la orilla de la cama y me dejó sentarme sobre su regazo, tomó un pequeño sorbo de su copa y luego me besó, en sus labios pude sentir la dulzura y el alcohol del vino. De repente Alexander dejó de besar mis labios y comenzó a besar mi cuello.