A sus 30 años Dennis Donovan se mantiene soltero y en buen estado físico, mantiene en secreto su obsesión por la sobrina latina de su vecina.
Penélope una chica curvilinea de 20 años cruza por una etapa fuerte en su vida, luego de perder a su padre.
Dennis quiere acercarse a ella pero la idea de perder el control estando cerca lo lleva a alejarse aún más, pero encontrará la manera de acercarse. Solo espera lograrlo.
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Mal día.
Los días fueron pasando y la relación entre Penélope y Dennis, cambiaba cada día. Evan se mantiene al margen de la relación entre ambos. No pierde las esperanzas de estar con Penélope. Gloria se le había despertado el interés por Evan. Aunque él no quería corresponderle como ella quería, luego de aquella noche en la que los dos perdieron el control.
Gloria había estado hablando con Joe y Ana, pero contarles algo es anticiparse a que ella le contara a Penélope. Justina, aún quiere saber en donde se encuentra su nieta Penélope. Enrique busca la manera de acercarse a Penélope, por a través de su hijo Dennis.
En la casa de los Donovan, Fiorela y Enrique discuten, sobre qué hacer con Dennis y Frederik. Aquella gran casa, solitaria y vacía sin emoción, la pareja discute dentro de la sala, mientras que los empleados esperan a que acaben para avisarles que sus alimentos ya están.
—Enrique no quiero que mi hijo esté involucrado con la hija de esa mujerzuela. — agro sentándose en el sillón.
—¡¡Ella no es Flavia!! — grito, tirando el vaso contra la pared.
—Hasta que revelas tus pensamientos. — agregó con una sonrisa.
—Cuidado Fiorela, recuerda muy bien de donde te sacaron, recuerda que tu propia madre te vendió... No eres muy distinta a Flavia. — susurro en su oído.
—No te atrevas. — Fiorela, lo abofetea. — Soy tu esposa, y exijo respeto. —
—¿Tú? ¿Pidiendo respeto? — pregunto sarcástico.
Enrique salió de la sala, para salir al patio trasero en donde está su madre, bebiendo té. Se sienta a su lado mientras que ella suspira sabiendo que está ahí.
Su madre una mujer de la quinta edad, que ya no distingue quién es quién, se queda mirando un punto fijo en el césped. Se acomoda en la silla y toma la mano de su hijo.
—¿Mamá? — pregunto mirándola.
—¿Y Flavia? ¿En dónde está Flavia? — sus manos y su voz tiembla.
—Mamá ella ya no vive con nosotros. —
—Porque se fue del país, luego de cometer delitos suegra. — agregó mirando a Enrique con una ceja levantada. — ¿Qué? —
—Mamá tienes que dormir. Tienes que... —
—¡No quiero joder! — molesta lanza un pan al suelo. — ¡Quiero a Flavia! —
—Maldita vieja loca. — Fiorela se levantó para irse.
—Tranquila mamá, Flavia volverá pronto. Yo lo sé. — acaricia la cabeza de su madre y besa su frente.
Por otro lado, en la casa de Penélope, Joe y Ana hablan para conocerse aún más Andy y Gloria conversan sobre lo que pasó entre ella y Evan, llamando la atención de Penélope. El silencio, incómodo a todos incluyendo a la dueña la de la casa. Penélope se acercó a ellos y se sentía enfrente, dejando el equipo de mate sobre la mesa.
Horas antes, Dennis le había enviado un mensaje a Penélope, para que salieran a la noche y poder hablar, pero ella estaba insegura, por lo que había pasado días anteriores. A pesar de que su tío no hablo con ella, sabía muy bien por qué lado iba la conversación con Dennis.
—¿De qué estás hablando Gloria? — pregunto Penélope.
—Recuerdas aquel día, que fuimos a bailar y Dennis te saco del lugar... — asiente. — Evan y yo, nos pasamos de copas y tuvimos una noche... —
—¡Follaron! Como dos perros en celos. — expresó, con un grito y todos miraron a Andy.
—¿Y qué tiene de malo? —
—Pensé que tú y Evan... — se quedó callada, esperando a que Penélope hablará.
—No tranquila, Evan y yo somos amigos lo arreglamos todo ese día. — Penélope agacha la cabeza. — Gloria, voy a ser directa... Solo quiero que te olvides de James, pero también quiero que estés bien con voz misma, y si estar bien significa que tenés que tener a alguien a tu lado que así sea. —
—¿Penélope? — pregunto, Joe.
—¿Qué? — ceba una mate. — Me voy. ¿Ana cierras? —
—Claro. — grito después, de ver como su amiga desaparece por la puerta.
Penélope se acerca su auto pero antes de subirse, una camioneta de color blanca se detiene detrás de la salida de su auto, impidiendo que saliera. Con las llaves en su mano, Penélope se observa la camioneta, se gira para ver si alguno de los chicos este mirando por la venta y es efectivo que no solo miran, sino que están grabando cualquier cosa.
Dos sujetos, se bajan y se acercan a ella, agarrándola de los brazos, para subirla a la camioneta, Penélope lucha con todas sus fuerzas para no ser llevada, ni mucho menos ser subida a una camioneta de un desconocido. Uno de los sujetos, le quita su mochila y la lanza al suelo, antes de subirla buscan entre su ropa, y la saca el celular, tirándolo al césped.
Los gritos de Anna y Gloria pidiendo que no se la lleven se escuchan con claridad, Andy y Joe que estaban grabando, dejaron de hacerlo para poder alcanzar la camioneta pero no lo lograron.
—¡PENÉLOPE! — el grito desesperado de Gloria, alerta a los vecinos.
Una vecina que vio cuando subían a Penélope, a la camioneta se apresura a llamar a la policía. Andy y Joe vuelven con Ana y Gloria.
—¿Lo grabaron? — pregunto Joe, llamando con su celular.
—¿A quién llamas? —
—A Dennis. — respondió, enojada.
—¿Por qué a él? —
—¿Por qué no a él? —
—¡Joder! Dejen de discutir, no es el momento. —
En la casa de Dennis, el celular suena debajo de la cama, Elvira entra a la habitación, y busca el celular y al ver que se trata del número de Ana, lo deja sonar. A los segundos que Dennis sale del baño y se encuentra con Elvira, y ella le entrega el celular.
—¿Qué paso? —
—Ana, te estaba llamando. — junta el poco de ropa debajo de la cama y sale.
El celular suena de nuevo, pero este es interrumpido por la repentina aparición de su hermano Frederik, que agitado y con la mano en su celular, lo observa asustado.
—¿Ana? —
—¡Dennis, se llevaron a Penélope! —
No dejo que terminara de hablar que corto la llamada, y junto a Frederik, salen de la casa. Elvira toma su celular y marca un número.
—Están yendo. —
Dennis y Frederik no necesitaban saber que nada más sobre el tema de Penélope, porque saben muy bien en donde están y quién está con ella. Ambos hermanos se subieron al auto y se pusieron en camino directo a la casa de sus padres.
Por otro lado, Gloria sentada en el sofá de la casa de Penélope, llama a su madre, de los nervios esperando a que ella la atendiera, pero la voz de su padre la tranquiliza.
—Hola Pené… —
—Papá soy yo Gloria. — Respondió con la voz ahogada y sus manos temblando.
—¿Gloria? ¿Qué sucede hija? —
—Se llevaron a Penélope. Alguien se la llevo. — comienza a llorar, y Ana se acerca para consolarla.
—¿De qué estás hablando? ¿En dónde estás? ¡Gloria! —
—Dame, yo hablare. — Joe, le quita el celular. — Hola señor, soy Joe Medina y estamos en la casa de Pen y hablamos con la policía y están viniendo. —
—Saldré en un momento. Ni una palabra a Sofía o/a Justina. —
—Sí señor. —
El tiempo pasó y Dennis llego a la casa de sus padres, pero para su sorpresa su madre los espera a ambos parados afuera de la casa junto a Penélope a su lado, cruzada de brazos con la mirada molesta.
Detrás de ellas aparece Florencia, con su aura de gloria y con la frente en alto, Dennis y Frederik se miran anticipando hasta lo que su madre podría llegar a decirles o lo que le pudo decir a Penélope.
—Croissant… ¿Te encuentras bien? — ella agacha la cabeza. — Por favor, mírame. —
Frederik se queda al lado del auto y Dennis camina hasta Penélope, pero Fiorela baja las escaleras, poniéndose enfrente de Penélope y Dennis, pero esta observa a la menor por encima de la cabeza de su madre. Dennis no logra hacer contacto visual con Penélope, y eso lo hace enfadar, ignorando las palabras de su madre, Dennis pasar por al lado, y camina hasta ella.
Sin tener la necesidad de contarle lo que su madre le dijo, Penélope, retrocede, mirando a Frederik y camina hasta él. Florencia, que ve la escena intenta acercarse a Dennis, pero este solo puede mirarla con desprecio.
—¡Dennis! — llamo Fiorela. — No des ni un paso más. —
—¿O si no qué? — volteo mirando como Florencia se acerca a Fiorela. — Flor, si quieres conservar tu trabajo te sugiero que te alejes de mi madre. —
—Pen, sube al auto te llevaré a tu casa. — menciono Frederik.
—Llévala a mi casa. — le ordenó Dennis. — Yo hablaré con mamá. ¿Qué es lo que quieres con Penélope? —
—No me hable así. Soy tu madre. — Fiorela, se acerca a Dennis y lo golpea.
—Que seas mi madre, no tienes el derecho a tratar a una pobre niña, de esa manera. — rugió apretando los dientes.
—Una niña que destruirá, una familia si no se la detiene ahora. — Dennis la mira confundida.
—¿De qué estás hablando? —
—Fiorela, por favor no lo hagas, yo estoy bien. — imploro Florencia, con su mirada con lágrimas.
—¡No! Él tiene que responder, por lo que te ha hecho. — menciono, con voz firme.
—¿De qué están hablando? — Florencia, se para al lado de Fiorela. — ¿Flor? —
—Tu hijo, está dentro de ella. —