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POR AMARTE

POR AMARTE

Status: Terminada
Genre:Traiciones y engaños / Maltrato Emocional / Completas
Popularitas:159.9k
Nilai: 5
nombre de autor: CINTHIA VANESSA BARROS

Es la historia de una mujer que se niega a dejar a su pareja luego de descubrir sus mentiras, organiza la forma de conocer a su rival buscando respuesta....

NovelToon tiene autorización de CINTHIA VANESSA BARROS para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 22

ENFRENTANDO EL PASADO.

Donna se despertó sintiendo un gran vacío en su pecho. Tenía que hacer la lista. Pero, ¿cómo podría organizar sus pensamientos cuando su mente era un caos de emociones? Pasó la noche desvelada, moviéndose en la cama, atormentada por recuerdos y dudas.

Esa mañana, al mirarse en el espejo, vio un reflejo que no reconocía. Tenía ojeras marcadas, su piel lucía pálida y su mirada estaba ausente. La ansiedad la estaba consumiendo poco a poco. Era consciente de que necesitaba un respiro, pero la tarea que Frida le había dejado era una preocupación constante en su mente.

Decidió que no podía ir a trabajar en ese estado. Su cuerpo estaba fatigado y no podía enfocarse en nada más que en la incertidumbre sobre su relación. Agarró el teléfono y, con una voz temblorosa, llamó a Daniel, su jefe. No tuvo que esforzarse mucho. Su voz apagada y cansada dejaba claro que algo no andaba bien.

—Tómate el tiempo que necesites, Donna. Eres una de mis mejores empleadas, así que, si necesitas una semana, es tuya —dijo él, preocupado de verdad.

—Gracias, Daniel —respondió ella en un susurro, sintiéndose con un nudo en la garganta.

Con su permiso, decidió apagar su teléfono. Se permitió el silencio total. Sin llamadas, sin mensajes, sin Billy. Solo ella y sus pensamientos. Quizás, desconectándose del mundo, podría encontrar un poco de claridad. Sin embargo, la realidad era que su hogar resultaba agobiante. Cada rincón, cada objeto, cada olor le recordaba a él. Necesitaba escapar, aunque fuera por unos días. Tomó una decisión apresurada: iría a la finca de su madre. Tal vez, rodeado de naturaleza y con un poco de distancia, podría aclarar su mente y encontrar algo de paz.

Llamó a Sofía y le pidió que preparara las maletas. No entró en detalles, solo le dijo que necesitaba un cambio. Luego, reservó los boletos de avión. Parte de ella temía cómo reaccionaría su madre, pero no podía seguir evadiendo el conflicto. Quizás, al intentar sanar, también podría fortalecer el vínculo quebrado entre ellas.

Cuando llegó la hora del viaje, tomó a su hija en brazos y respiró profundamente antes de subirse al avión. Mientras el avión despegaba, cerró los ojos y sintió, por primera vez en mucho tiempo, que estaba tomando las riendas de su vida. No sabía qué le esperaría en la finca, pero por el momento, lo único que importaba era alejarse del desorden en su mente y buscar respuestas en la única persona que alguna vez la amó incondicionalmente: su madre.

Tras varias horas de vuelo, Donna, Sofía y Fernanda arribaron a la Hacienda Franklin, una extensa propiedad que se extendía hasta donde la vista podía alcanzar, con colinas verdes y árboles antiguos moviéndose suavemente al compás del viento. Era un lugar impresionante, con una casa de dos pisos de estilo colonial, balcones de hierro forjado y amplios ventanales que reflejaban la luz del sol de la tarde. Esta hacienda había sido de la familia de su madre por generaciones, y en la actualidad era el hogar de Diana, su madre, una mujer con firmes convicciones y tradiciones arraigadas.

Diana era cariñosa y amable, apreciada por todos los que trabajaban en la hacienda, pero también era inflexible en su perspectiva de la vida. Crio a Donna con la firme creencia de que el matrimonio era fundamental para la familia, y al ver que su hija eligió un camino diferente, la separación entre ellas se volvió inevitable. En su interior, Diana siempre había pensado que su hija, tarde o temprano, reconocería su error y regresaría, suplicando por su perdón. Por ello, cuando una de las empleadas le comunicó la llegada de Donna, no se mostró sorprendida.

— ¿Dónde está mi querida nieta? —fue lo primero que expresó al ingresar al salón con su porte elegante y su vestido de lino impecable.

Fernanda, que apenas conocía a su abuela, se aferró a la falda de Sofía y la miró con curiosidad, sin separarse de su lado. A pesar de la falta de entusiasmo de la niña, Diana no se desanimó. Con una cálida sonrisa, se acercó a Sofía y, con dulzura, tomó a la pequeña en sus brazos.

—Querida, no seas tímida. La abuela te quiere mucho, solo que no te visitaba desde hace tiempo —susurró, llenándola de besos.

Fernanda frunció el ceño ante tantas muestras de cariño de manera repentina, pero poco a poco se dejó llevar por la calidez de su abuela. Donna observó la escena en silencio, sintiendo una mezcla de alivio y nostalgia.

Diana dirigió su mirada hacia su hija y la niñera, recuperando su tono más serio.

—Bienvenidas. Sabes dónde se encuentra tu habitación. Tendremos tiempo para platicar después.

Donna solo movio la cabeza en asentimiento sin emitir palabra. Conocía bien a su madre y sabía que, aunque su recibimiento fue Cortés, aún había resentimiento hacia ella. Conseguir que se relaje y acepte dialogar sería un proceso lento. Era consciente de que, en cierta medida, debía disculparse; su madre tenía razón en algunos puntos, pero no compartía su estricta creencia de que el matrimonio era el único fundamento de una familia.

Cansada del trayecto, dejó a Fernanda al cuidado de su abuela y acompañó a Sofía hasta el área de los dormitorios. La acomodó en una acogedora habitación con vistas a los jardines y luego se dirigió a su propia habitación, la cual no había utilizado en años. Al abrir la puerta, una avalancha de recuerdos la inundó.

Todo estaba en su lugar. Los muebles de madera oscurecidos, las cortinas de encaje blanco, los cuadros de paisajes ecuestres e incluso la ropa que había dejado hace tiempo, ordenada y limpia en el armario. Se acercó a su viejo tocador y acarició la superficie brillante, reconociendo la textura familiar. La última vez que había estado allí fue cuando falleció su abuelo… antes de conocer a Billy, antes de que su vida tomara un rumbo inesperado.

Necesitaba aclarar sus pensamientos. Se duchó y, con sorpresa, notó que su ropa de montar aún le servía. Se vistió con una blusa ligera, pantalones ceñidos y botas altas antes de ir a los establos. Al llegar, el olor a heno y cuero la envolvió, trayendo consigo una sensación de tranquilidad que había perdido desde hacía tiempo. Saludó a los encargados de los caballos, quienes la recordaban de su infancia, y solicitaron un caballo.

Al montar y sentir la potencia del caballo debajo de ella, una ola de emoción la invadió. Con un simple movimiento de las riendas, comenzó a galopar por los extensos campos de la hacienda. El viento le golpeó la cara, desordenando su cabello y provocando una sonrisa genuina. Cruzó praderas, saltó pequeños riachuelos y dejó que la sensación de libertad la llenara.

Por primera vez en semanas, Donna tuvo la sensación de que podía respirar sin que la carga de su angustia la aplastara. Quizás esos días en la hacienda no solo serían un respiro… tal vez, en ese lugar, encontraría el equilibrio que tanto anhelaba.

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Juana liliana Rosas
buenisima
Hilda Cabrera
no debió morir AUTORA eso fue un premio por todo lo malo que hizo, el debió seguir con vida y morir un poco cada dia, no ASI...pero bueno la dueña de la historia eres tu y el talento también, porque a final de cuentas fue y es una buena historia, aunque Piedrahíta cuestiones la palabra Ascención en vez de asintió... felicidades querida Cinthia...❤️❤️❤️
Hilda Cabrera
Cinthia querida gracias por tan hermosa y emotiva historia, x favor que Billy no siga JODIENDO A LOS MUCHACHOS ...
Hilda Cabrera
Cinthia querida gracias por tan hermosa y emotiva historia, x favor que Billy no siga JODIENDO A LOS MUCHACHOS ...
Hilda Cabrera
cuenta conmigo Fabricio, si necesitas que le Den unos coñazos yo soy cinturón negro de karate....en serio no se rían lectoras..😡😡😡
Hilda Cabrera
cuenta conmigo Fabricio, si necesitas que le Den unos coñazos yo soy cinturón negro de karate....en serio no se rían lectoras..😡😡😡
Hilda Cabrera
Gracias AUTORA ❤️❤️
Hilda Cabrera
Gracias AUTORA ❤️❤️
Hilda Cabrera
con el repudio de sus hijos y el desprecio de Donna será suficiente y le pasará como a chacumbele, que el mismito se mató.. gusano 🐛🐛🐛 inmundo, plasta de 💩💩💩💩de burro...
Hilda Cabrera
entre los chantajes de la AUTORA para hacer un maratón y las críticas necias de la profesora Piedrahíta, me están llenando el buche de Piedrahíta....lo único que está lectora Lee es que Ascendió, no se ha dado cuenta que es un error de imprenta porque en otros capítulos la asintió sale correcta...deja la Vaina piedrita en el zapato 👞 👞👞👞 y concéntrate en la buena novela que te están regalando 😡😡
Hilda Cabrera
ve con toda tu autoestima bien alto, que vea regia, decidida, sin miedo y con mucha seguridad., no te dejes intimidar por ese gusano 🐛🐛🐛...
Hilda Cabrera
cámbiate de casa, más no te vayas de la ciudad se fuerte en tu decisión y hazle entender que el no tiene poder sobre tí, ánimo Donna, tienes el apoyo incondicional de tu mamá y eso es más que suficiente ❤️❤️❤️ lucha por tu hija.❤️❤️❤️
Hilda Cabrera
Topy le compró una mansión en Manhatan, no sabes lo que estás leyendo, el apartamento es su refugio o escondite...su tapadera pues. bien hecho suegros y Frida déjenlo hasta sin interior o boxers 🤣🤣🤣🤣
Hilda Cabrera
estoy no es un capitulo...esto un capítulon, lleno de verdades pero sobre todo de humanidad y compresión por parte de Frida, una gran profesional, ella sabía que el la engañaba aunque no sabía con quién... BRAVO Frida ojalá hubieran más mujeres como tú. .❤️❤️❤️
Hilda Cabrera
yo creo que Frida no sabe que es ella, aunque sabe que hay otra mujer, vamos a ver hasta donde llega su nível profesional ❤️
Hilda Cabrera
yo creo que Frida no sabe que es ella, aunque sabe que hay otra mujer, vamos a ver hasta donde llega su nível profesional ❤️
Hilda Cabrera
la verdad me tiene intrigada está novela, si ya viven en Nueva York porque viaja tanto y como la esposa tampoco se da cuenta, o será que ella su está acostumbrada a los cuernos 👿👿👿?
Hilda Cabrera
Fabricio soy tu fans incondicional...
Hilda Cabrera
es una ilusa, no entiende que la otra es ella, antes inocente, pero ahora con conocimiento de causa y elección propia...Frida no le quitó, Nada, en ese caso las dos fueron engañadas por él, pero ahora ella lo sabe
Hilda Cabrera
puede ser Liz, puede ser como dicen de los marineros que tienen en cada Puerto un amor 🤣🤣🤣
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