Te Regalo Tu Libertad -

Lily:

Llega la madrugada y mi sueño es interrumpido por Axel, está ebrio, aparte de aguantar su mal temperamento en sus cinco sentidos ahora también lo tengo que aguantar cuando está alcoholizado.

-Liliana, despierta - Dice quitándome el edredón con el que estoy tapada.

-¡¿Qué?! ¡¿Ahora que quieres?!- respondo en tono fuerte.

- ¡No me grites!... Que te dijo ese idiota de Ivanov... ¿Quiere que me dejes verdad? Lo fuiste a ver, ¿Verdad?- escucho su parloteo torpe y enredado.

-No, no lo vi- (Que pesado) pienso para mí.

- ¿Por qué lo quieres a él? Y a mí me odias tanto- insiste una y otra vez.

- No sé, estás muy ebrio déjame dormir - Me vuelvo a cubrir mi cuerpo y trato de ignorarlo.

- ¿Ya no vas a decir nada más? ¿Entonces si me odias verdad? En cuanto salga de viaje por negocios tú te vas a escapar para ir a dormir con él ¿Verdad? Y me vas a querer tomar como un idiota ¡¿Verdad?!

¡Contéstame Liliana maldita sea!- se levanta y tira toda la decoración que hay en un mueble, mi corazón empieza a latir con fuerza, esto es una pesadilla que no parece tener fin.

- ¡Te vas a ir a revolcar con ese hijo de perra! ¡Por qué a ese perro si lo quieres, seguramente estás esperando a que yo me duerma para escaparte con él!-

Sus gritos llenos de ira resuenan por todo el lugar, camina de un lado hacia otro tropezando con las mismas cosas que tiró.

- Si lo haces te voy a matar a ti y a él, primero te lo mato a él, le voy a meter un par de tiros en las piernas, luego en sus manos asquerosas por haberse atrevido a tocarte, uno en su pecho y para rematar uno en la cabeza, y a ti te voy a dar un tiro en esa cabecita hermosa que tienes, de mí nadie se atreve a burlarse y se va limpio-

Respiro profundo tratando de comprimir el miedo que siento, sé que es inútil hacer entrar en razón a un borracho, pero ya no soporto esta situación y si en su delirio me mete un tiro que lo haga, no pienso vivir más está situación, enciendo una de las lámparas y me levanto, camino hacia donde cayó el Rolex que compre dentro de su caja de madera y lo tomo entre mis manos.

-Esto es por lo que salí está mañana, esto- Mis manos tiemblan por el miedo que este tipo provoca en mí.

- ¿Que es eso?- pregunta enarcando una ceja.

- Un regalo que compre para ti- Respondo tragando saliva.

- No te creo, para mi no es, más bien quieres cambiar el tema-

-No, no, no quiero cambiar el tema Axel, ese regalo lo compre para ti-

- Para mí no, más bien para tu amante -

- Hablar contigo es como si hablara con un cavernícola- musitó por debajo y camino hacia la cama donde me acomodo y junto a mí la caja.

-¿Que dijiste? ¿Eso es lo que soy para ti? ¿Un cavernícola?- camina hacia mí y no lo soporto más tomo entre mis manos la caja de madera y se lo arrojó con fuerza en su cara.

-¡No me vuelvas a tocar! ¡Ni sete ocurra volver a golpearme maldito borracho, por qué si lo vuelves hacer, si vuelves a forzarme, no serás tú quien termine con mi vida, lo are yo misma, yo no pedí ser quien soy, yo no quería estar ni contigo ni con Cristian, quería terminar este ridículo pacto para irme a estudiar al extranjero y empezar de cero, tú eres el hijo de perra loco que me tomo en contra de mi voluntad, y aquí estoy aguantando tus idioteces, tus estúpidos celos tóxicos, has tomado mi cuerpo y lo has usado a tu antojo, y cuando por fin te dije que aceptaba quedarme contigo, que no intentaría escapar, te haces el sordo y finges amnesia, trato de ser linda contigo en regalarte un reloj, poniendo en riesgo a tu personal que te tiene miedo y me sales con esta estupidez, ahora quiero dormir, me la he pasado complaciendo a tu madre todos estos días, quiero dormir tranquila, así que ya cállate, toma tu estúpido regalo y duérmete, deja de amenazar a personas que ya no están más en mi vida...!

Suelto una gran bocanada de aire, eso se sintió también al momento, regreso a la cama ignorando el sangrado que le provoque a Axel con una de las esquinas de la caja, trago mi propia saliva y con mis piernas temblando me acomodo en la cama, siento mi corazón latir con mucha fuerza, mis lágrimas salen por impulso propio, trato de tranquilizar mi respiración.

Axel no dijo nada, después del golpe, solo se quejó al momento del que está impacto en su rostro y se quedó quieto solo mirando y escuchando todo lo que le gritaba.

Luego de un largo rato tomo la caja del suelo y escuché la regadera.

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Por la mañana al abrir mis ojos, lo primero que vi fue la mirada de Axel viéndome fijamente a los ojos con mucha seriedad.

- Desayuna conmigo-

-Ok...-

Está vez salí primero de la habitación, vestía un conjunto de pants con sudadera y mi cabello trenzado, Axel salió vistiendo un habitual traje negro sin corbata como a él le gustaba.

El desayuno transcurría en completo silencio, podía sentir la pesada mirada de Axel sobre mí, cuando alce mi cabeza para tomar la mantequilla ví que el no había tocado nada de su plato.

- ¿No vas a desayunar?-

pregunté untando mi rebanada de pan con mantequilla.

Axel tomó los cubiertos y llevo un trozo de fruta a su boca, el moretón en su rostro era evidente, en su muñeca traía puesto el reloj que le había regalado.

- Lily, golpeas fuerte para ser muy delgada- No respondo nada y sigo comiendo, sorbo un poco de mi jugo y lo ignoro.

- Voy a pensar en lo que dijiste aquella noche, sobre la universidad, y tus reuniones con tus amigos, aunque no te garantizo que saldrás sola de fiesta, mínimo llevarás de cuatro a seis escoltas, hay personas a las que no les agrado mucho y podrían utilizarte a ti para hacerme daño a mí, sobre el teléfono... no creo que pueda cumplir en eso.

- ¿De verdad? ¿No me estás mintiendo?- Una enorme sonrisa se dibuja en mi rostro.

Axel me mira con cierto encanto para luego responder que es verdad.

- Lily me gustas mucho, no sé que me pasa contigo, pero me enoja mucho cuando estás todo el tiempo en silencio sin decir nada, trataré de calmar mis celos, aunque no garantizo nada, trataré de controlarme, sé que está no es la mejor manera de hacerte estar conmigo, pero siento que si no te tengo me vuelvo loco, no quiero siquiera imaginar que alguien pueda tocarte, o que tú llegues a sentir algo por otro hombre... aunque te advierto, no juegues conmigo por qué podré ser lo más complaciente contigo y tratar de controlar mis celos y temperamento, pero si comentes un error, o me mientes, el último aire libre que respires y la última vez que sociales será el día de nuestra boda ¿Quedó claro?-

- Lo juro (si claro)

respondo dándole una cálida sonrisa.

- Bien me ocuparé de la universidad, claro no quiero malos entendidos con nadie de tu grupo, recuerda que eres una mujer comprometida.-

- Lo sé -

- Te recogera Pedro la mayor parte del tiempo -

- Y ¿Flavio?-

- Él no está disponible por ahora- responde luego de carraspear.

-¿Por qué? ¿En dónde está? ¿Le hiciste algo?-

- No, aunque ganas no me faltaron, pero fui generoso, el estará sirviendo a mis padres por ahora- vuelve a carraspear.

No respondo y me quedo pensando en que sea cierto.

- Si no me crees, cuando vayamos a casa de mis padres lo verás, eso sí, tal vez no te dirija la palabra, lo tiene prohibido.-

- Termina de desayunar- El timbre suena y una de las empleadas sale a abrir la puerta.

- Buen día para ambos, ¡Carajo! ¿Con qué te hiciste eso?- Pregunta Pedro en un tono burlón.

-Anoche se golpeó en la regadera ¿Verdad?- observó a Axel y el me mira fijamente a los ojos.

-Termina de desayunar, tengo que irme ya es tarde.

Axel se levanta de su asiento y camina a dónde me encuentro, baja su mirada hacia mí y empieza el show, me da un cálido beso el cual yo correspondo y lo despido con una sonrisa.

-¡Wao! Esto si es de hasta no ver no creer ja ja ja-

- Ya vámonos- ordena Axel.

- Hasta mañana hermosa Lily.-

Ambos hombres salen del lugar y por fin me siento relajada, limpio mis labios y camino hacia el balcón, tomo el libro que compre hace unos días.

- Bien Lily, volvemos al plan "B", ganarme lo, seducirlo y cuando logres salir de aquí, vótalo y nunca regreses.-