¿Te imaginas despertar en el cuerpo del personaje más odiado de tu novela BL favorita? Eso es exactamente lo que le sucede a nuestro protagonista, un simple oficinista que de repente se encuentra atrapado como Liam Evergarden en el mundo de "La Rosa de Ébano y el León de Plata". Para su sorpresa (y terror), un "Sistema" de videojuego se activa en su mente, otorgándole misiones con recompensas tentadoras y castigos letales. Su objetivo inicial: sobrevivir. Pero cuando el Sistema le exige no solo evitar la muerte sino también ¡impresionar al gélido Duque Kaelen Varkos, el protagonista masculino de la novela!, la tarea se vuelve cómicamente (y peligrosamente) complicada. ¿Podrá nuestro torpe protagonista, armado con los consejos inesperados del Sistema y su conocimiento de la trama original, ganarse el favor del duque sin desviar demasiado el curso de la historia... o sucumbirá a las penalizaciones del Sistema y al desdén mortal de un alfa frío como el hielo?
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capitulo 22
Dice: 'El acuerdo debe cumplirse antes de la luna nueva. Su silencio tiene un precio'", le informé al Duque, manteniendo un tono de voz serio. "La firma no me resulta familiar, pero el Sistema... me ha indicado que el sello pertenece a la Casa de Valois."
El Duque arqueó una ceja, su mirada ahora llena de una intensa curiosidad. "La Casa de Valois, ¿dice? Eso es... inesperado. Lady Annelise no tenía, que yo sepa, ninguna conexión con esa familia."
"Eso es lo que me preocupa, Duque", respondí, tratando de transmitir mi inquietud. "Y también el hecho de que este pergamino fuera encontrado oculto entre sus pertenencias, poco después de su repentino fallecimiento."
El Duque se quedó en silencio por un momento, su mirada fija en el pergamino. Luego, levantó la vista y me observó con una intensidad que sentí hasta la médula.
"Usted parece particularmente... perspicaz sobre este asunto, Lord Liam", comentó el Duque, su tono mostrando una mezcla de sorpresa e interés. "Su reputación previa no sugería tal nivel de análisis."
Sentí un ligero rubor en mis mejillas, pero mantuve la compostura. "Como le dije ayer, Duque, la situación actual me ha hecho reflexionar. Y... quizás he estado prestando menos atención a lo que sucede a mi alrededor de lo que debería."
El Duque esbozó una leve sonrisa, casi imperceptible. "En efecto. Su repentino interés en la botánica y ahora en la intriga política es... notable. ¿Qué más ha descubierto, Lord Liam?"
Su pregunta directa indicaba que mi cambio de actitud y la información que le había presentado habían despertado su curiosidad. Era una oportunidad que no podía desaprovechar.
"Duque", dije, acercándome un poco más al escritorio. "No puedo ignorar la coincidencia. La repentina muerte de mi madre, este misterioso acuerdo con una casa noble desconocida, y el hecho de que usted esté aquí por asuntos que mi padre considera importantes... Todo parece conectado."
El Duque me escuchó atentamente, sin interrumpirme. Su mirada penetrante parecía analizar cada una de mis palabras.
"Me preocupa que la seguridad de mi familia esté en peligro", continué, tratando de apelar a su sentido de la justicia o a cualquier posible conexión que sus asuntos pudieran tener con esta situación. "Y, sinceramente, Duque, no sé a quién más acudir."
Por primera vez desde que lo conocí, vi una chispa de algo más que fría reserva en los ojos del Duque Kaelen. Había una curiosidad genuina, incluso una pizca de respeto, en su mirada. Mi repentino cambio de personalidad y la información que había desenterrado parecían haberle tomado por sorpresa, despertando en él un interés que no esperaba.
"Cuénteme todo lo que sabe, Lord Liam", dijo el Duque, su voz ahora más suave, casi inquisitiva. "Estoy empezando a creer que la muerte de Lady Annelise podría ser mucho más compleja de lo que inicialmente se pensaba."
Por supuesto, Duque", dije, sintiendo una punzada de esperanza ante su cambio de actitud. "Después de que se anunciara el fallecimiento de mi madre, algo no me pareció del todo correcto. Martha, su doncella personal, mencionó que en las últimas semanas su salud había mejorado, incluso tenía planes para el futuro. Eso contrastaba con la repentina noticia de su muerte."
Hice una pausa, dejando que mis palabras calaran en el Duque. Él asintió lentamente, su mirada fija en mi rostro, indicándome que continuara.
"Motivado por una extraña inquietud, anoche revisé su habitación", confesé, sintiendo un ligero remordimiento por la invasión de la privacidad de mi "madre", aunque fuera para una causa mayor. "Allí encontré este frasco."
Saqué el pequeño frasco de cristal de mi bolsillo interior y lo coloqué cuidadosamente sobre el escritorio, junto al pergamino. El Duque lo examinó con atención, su ceño ligeramente fruncido.
"No reconozco este frasco", dijo. "¿Qué contiene?"
"Gracias a... una intuición repentina", dije, evitando mencionar al Sistema directamente, "sospeché que no era una medicina común. Más tarde... llegué a la conclusión de que podría tratarse de un veneno conocido como 'Susurro de la Muerte'."
Los ojos del Duque se abrieron ligeramente, mostrando por primera vez una sorpresa genuina. "Susurro de la Muerte... Un veneno sutil, difícil de detectar si no se busca específicamente. ¿Qué le hace pensar eso?"
"La descripción que he leído sobre sus efectos, Duque, coincide con la situación", expliqué. "Debilitamiento gradual, pero con posibles períodos de aparente mejora. Martha también mencionó una nueva infusión de hierbas que mi madre había estado tomando para dormir, preparada por una mujer del pueblo llamada Agnes. Sin embargo, cuando hablé con Agnes esta mañana, me aseguró que las hierbas que utilizaba eran suaves y no contenían nada dañino."
El Duque permaneció en silencio por un momento, procesando la información. Luego, tomó el frasco y lo examinó más de cerca, inclinándolo ligeramente para observar el líquido oscuro en su interior.
"Todo esto es... preocupante, Lord Liam", dijo finalmente, dejando el frasco sobre el escritorio. "La Casa de Valois, un posible envenenamiento... Y la explicación de su padre sobre un fallo cardíaco... no termina de encajar."
Asentí, sintiendo un peso levantarse de mis hombros al ver que el Duque tomaba mis sospechas en serio. "Eso mismo pienso, Duque. Creo que la muerte de mi madre no fue natural. Y este acuerdo secreto con la Casa de Valois podría ser la clave para descubrir la verdad."
El Duque se puso de pie y comenzó a caminar lentamente por el estudio, con las manos entrelazadas a la espalda, pensativo.
"Usted ha demostrado ser mucho más observador de lo que su reputación sugería, Lord Liam", comentó, deteniéndose frente a la ventana. "Su repentino cambio de actitud y esta información... me hacen pensar que quizás hay más en usted de lo que se ve a simple vista."
Sus palabras me llenaron de una extraña sensación de logro. Había captado su atención, no solo por la información que había presentado, sino también por mi cambio de personalidad.
"Duque", dije con determinación. "Solo quiero saber la verdad sobre la muerte de mi madre. Y si ese pergamino y ese veneno están relacionados, estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para descubrirlo."
El Duque se giró hacia mí, una mirada intensa brillando en sus ojos grises. "En ese caso, Lord Liam", dijo con una seriedad que me hizo sentir un escalofrío. "Creo que ha llegado el momento de que colaboremos."
En cada familia siempre habrá algo turbio, según.