Una Princesa Sin Fronteras

Elena solo asintió y sonrió, para después permanecer en silencio el resto de la conversación, mientras su cabeza trabajaba a toda velocidad…

[Nunca imaginé que la vida tuviera esta clase de giros tan inesperados, como si el destino jugara con hilos invisibles para enredar lo que creía ya superado. Mi corazón se encogió al escucharlo. No por amor, no por nostalgia, sino por la ironía del universo. Porque Bernard es hermano de la esposa del hermano de Ignacio. Es decir, son concuñados. Tuve que sonreír, aunque por dentro todo se sacudió. ¿Cómo puede ser que justo ahora, cuando siento que estoy empezando de nuevo, vuelva a aparecer un eco del pasado? No quiero mentirme. Ignacio fue importante. Lo quise con esa intensidad torpe de los primeros amores que creemos eternos. También me rompió. Me rompí. Pero sané. Y ahora, cuando ya no hay heridas abiertas, cuando lo nuestro es apenas un nombre en mis memorias, me doy cuenta de que la vida no me está probando… solo me está mostrando que nada está realmente separado. Que a veces los caminos que se bifurcan terminan en el mismo lugar, pero con otros significados. Bernard no es Ignacio. No lo será. Y yo ya no soy la misma de entonces. Quizás esto solo sea un recordatorio de lo lejos que he llegado. O tal vez una señal de que el amor nuevo, el que se construye sin fantasmas, puede sostenerse incluso cuando el pasado ronda cerca. No me asusta. Me intriga. Y elijo quedarme. Con Bernard. Con la vida. Con esta coincidencia extraña que no cambia lo que siento hoy. Solo lo enmarca, como una pintura que no necesita explicación.]

Leandro al ver a su hermana sumida en sus pensamientos, decidió averiguar mas acerca de la hermana de Bernard.

Leandro: entonces, ¿conoces a la familia imperial?

Elena, miró a su hermano y escucho con atención la conversación.

Bernard: los hemos visto en algunas celebraciones…

Berenice: mi tío Felipe, es el héroe de mis hermanos menores, les enseñó a usar la espada y a pelear… el abuelo de mis primas, el señor Ethan, es muy consentidor… el emperador siempre correcto al igual que la emperatriz, la cual es muy amable y el otro hermano de mi tío, el gran mago, es un ofrecido…

Leandro: ¿se le ha ofrecido a usted?

Bernard: si, en reiteradas ocasiones…

Berenice: pero, nunca le hecho caso…

Berenice lo miró coqueta y se levanto con cuidado…

Berenice: tío iré a la posada… regresaré tarde…

Bernard: ten cuidado…

Minutos después, Leandro también habia desaparecido…

Berenice estaba en la posada, revisando las cuentas, mientras jugaba con su lapiz en la boca, cuando Leandro llegó a su lado…

Berenice: wow no te vi venir…

Leandro: te dije que soy mágico…

Berenice: jajaja durante el viaje no puedes abrazarme asi…

Leandro: ¿tienes miedo?

Berenice: eres guapo y de fuego… y no me quejo… lo sabes… pero, tu no buscas nada serio y yo tampoco… asi que… mi tío no se puede enterar…

Leandro: mmmm sabes que a muchas mujeres les gustaría decir que tienen la atención de Leandro Volt…

Berenice: jajaja entonces quédate con ellas… si yo quisiera tener esas preocupaciones, le hubiese hecho caso al cuñado de mi tía Beatriz

Leandro: mmmm no lo digas…

Berenice: ¿Por qué? ¿celoso?

Leandro: no… claro… que no…

Berenice: bien… te parece si nos vamos a pasear al pueblo…

Leandro: preferiría un lugar más privado…

Berenice: mago de fuego tenía que ser… pero, me encanta eso…

Leandro y Berenice salieron a pasear al lago, y entre besos y caricias… daban paso a una pasión contenida…

[me encanta este mago de fuego, pero no llegaremos mas lejos, no me embarazare de un hombre, ni me ataré a nadie, después de lo que vi con mis padres, no pienso en el matrimonio, ni ahora, ni nunca…]

Al día siguiente, emprendieron el viaje rumbo al imperio…

Bernard: ¿se encuentra bien? desde ayer la notó mas callada

Elena: todo bien…

Bernard: entiendo…

La respuesta de Elena había salido mas dura de lo que ella había pensado… por lo que movió su cabeza, como si pudiese sacar sus pensamientos y su preocupación por encontrarse rumbo al imperio de Lennox y le dedico una sincera sonrisa.

Elena: le parece si nos detenemos a descansar…

Bernard: claro…

Cuando se detuvieron, Berenice salió del carruaje un poco despeinada…

Berenice: ¿Qué paso?

Bernard: descansaremos aquí…

Leandro apareció de otro lugar con una sonrisa coqueta…

Elena y Bernard los miraron sospechosos, ambos ya habian notado la cercania de ellos.

Elena: ¿Dónde estabas hermano?

Leandro: aquí, mirando el lugar…

Bernard: Berenice estás bastante desarreglada

Berenice: ah… jajaja… venía recostada en el carruaje

Bernard: Señorita Elena, quizás podría usted descansar también en el carruaje algunas horas…

Berenice y Leandro se miraron expectantes… no dijeron nada, pero Bernard y Elena lo entendieron todo…

Elena: claro… creo que podría acompañar a la señorita Berenice…

Berenice: eh… por supuesto… jajaja ahora aprovechare de pasear por el bosque…

Bernard: ten cuidado, no te alejes mucho…

Berenice: claro tío…

Elena: hermano… ¿Leandro?

Bernard: desapareció…

Elena: me preocupa que Berenice sufra por mi hermano.

Bernard: lo sé… pero, Berenice es bastante especial… confío que pueda tomar buenas decisiones.

Elena: ¿ella es solo un poco menor que usted?

Bernard: asi es… debe tener su edad… Berenice, Bianca y Boris tenían un año menos que yo, cuando llegaron a la casa de campo… pero entre los tres son completamente diferentes…

Elena: ¿de verdad?

Bernard: si… Bianca es pacifica, docil y llena de paz, Boris es inteligente, astuto y bueno en los negocios, en cambio, Berenice siempre fue rupturista, de carácter fuerte y alegre.

Elena: ¿debio ser dificil hacerse cargo de ellos?

Bernard: es que no estuve solo… mis abuelos ayudaron y mi hermana y mi cuñado también nos apoyaron…

Elena y Bernard continuaron conversando hasta que Leandro volvió a donde estaban reunidos, minutos después también lo hizo Berenice.

Elena: hermano, ¿podemos hablar?

Leandro: claro hermanita…

Elena y Leandro se alejaron un poco, y caminaron por el sendero…

Elena: aléjate de Berenice

Leandro: ¿Por qué?

Elena: porque es la sobrina de Bernard

Leandro: mmmm eso no es un problema

Elena: Leandro Volt...

Leandro: yo no he hecho nada malo

Elena: aléjate de ella… por favor… no quiero que ella sufra, o que se enamore de ti, y la dejes con el corazón roto.

Leandro: esta bien…

Elena: gracias…

Leandro: pero, hablare con ella, se merece una explicación…

Elena: claro…

Mas tarde, Leandro busco a Berenice…

Berenice: guapo, tenemos que hablar…

Leandro asintió y preparo sus palabras para terminar su esfimera relación con ella, sin embargo, quedo sorprendido por lo que escucho...

Berenice: mi tío ya sospecha de nosotros, por lo que, será mejor dejar de vernos… gracias por…

Leandro: ¿gracias?

Berenice: jajaja eres un hombre de fuego, los momentos vividos los recordaré con cariño… ahora volveré al carruaje… viajare con la señorita Elena… cuídate mucho guapo…

Berenice le sonrió y lo dejó solo junto a sus pensamientos.

[¿ella acaba de terminar conmigo?]