Alexandra sufre una desilusión enorme al descubrir a su pareja, Manuel, con su media hermana, Reina, en el restaurante que él reservo para una reunion junto a sus compañeros de trabajo. La aparición de Héctor la salva de una humillación y de ser atropellada al salir sin rumbo afligida por el dolor. Ella no sabe que Héctor es un licántropo, a quien ella cuando el estaba herido siendo un lobo, lo curo y cuido. Él nunca la olvido y juro regresarle el favor, haciéndola su pareja. ¿Héctor logrará conquistarla? ¿Alexandra lo aceptará siendo un licántropo?
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4 Disco
#ALEX
Me había ido a caminar sin rumbo desahogando mi dolor, pedi un transporte para regresar a mi departamento.
Me puse a llorar tirada en mi cama, me aferre a mi almohada, el dolor y vacío que sentía era inmenso.
En ese momento me llamo mi amiga Jime, con ella hacemos las prácticas. Respondo casi sin ánimos, secandome las lágrimas.
📱Alex, hola, salimos.
Me dice enérgica y alegre como siempre, debo retirar el celular de mi oreja, me aturde.
📱No estoy de ánimos.
Le respondo en un tono ahogado.
📱Dale, Manuel está de viaje, sal conmigo y Debora, ella tiene permiso, le levanto el castigo mi padre.
Me cuenta alegre, Debora es su hermana menor, estaba castigada por sus bajas notas.
📱De verdad, no tengo ánimos.
Le digo y no puedo dejar de llorar.
📱¿Estás llorando? ¿Qué paso?
Pregunta preocupada.
📱No, nada.
Le digo y corta la llamada.
Al segundo suena de nuevo, ella me hace una videollamada.
📱Mira como estás, ya mismo vamos a tu casa.
Me dice y corta.
Dejo sin ganas el celular encima de la cama, miro el cajón donde Manuel tenía un par de ropas, para los días en que se quedaba.
Me limpie las lágrimas, tome una bolsa y saque todas sus cosas del cajón colocándolas en la bolsa, recorrí el departamento sacando todo lo que era de él, me metí en el baño, tiemblo por el dolor de su traición, pero limpio el botiquín tirando sus medicinas, tomaba de todo, por alergias, y otras que ni se para que.
Él tenía su departamento, dónde casi no estaba por su trabajo, las veces que lo busque no lo encontré, solo venía al mío y nos encontrábamos en mi trabajo. Ahora que lo pienso, no sabía mucho de él, casi no hablaba de su vida pasada o lo que hacía cuando no estaba conmigo, me decía que eso no era importante, que solo importaban los momentos que pasábamos juntos.
Al reflexionar al respecto caigo sentada en el suelo al sentir el peso de la decepción, fui muy ingenua y confiada, él fue astuto al tener buena oratoria para convencerme, y no contarme nada, lo tenía todo muy bien planeado.
En eso escucho que llaman a la puerta, me incorporo sin ganas.
"APURATE ALEX, NOS HACEMOS VIEJAS" Grita Jime.
Les abro, ni bien ingresa me estrujan entre las dos.
-¿Qué te tiene así? Estás más apagada de lo usual. Cometa Debora.
Cómo trabajo mucho siempre estoy cansada, no hablo mucho y no me hago notar como ellas, que son escandalosas al hablar, parece que viene de familia que sean así.
-Manu... Me engaña con mi media hermana. Les dije en un hilo de voz y el llanto brotaba con más fuerza.
Las dos me abrazan con ternura.
-¡ES UN MALDITO HIJ@ DE PUT@!
-¡NO MERECE TU LLANTO!
Me dicen en coro.
-VAMOS A SALIR, NO DEBES QUEDARTE AQUI LLORANDO POR ESE IDIOTA QUE NO SE LO MERECE.
Me dice decidida Jime.
-Hace tres meses andan... Y los ahorros de la boda los gasto en ella... Le compro ropa, calzado, y quién sabe que más. Les cuento sonando mi nariz en el pañuelo que me dió Jime.
-DESAHOGATE, LLORA, PERO AQUI ENCERRADA NO TE QUEDAS, IREMOS A DONDE TE SAQUES ESA MALA VIBRA. Me dice Débora.
-Me duele mucho... Nunca imaginé esto... Estaba segura de que éramos el uno para el otro. Les confieso lo que creía.
-SOLO TE USO, NO SUFRAS POR ESE DESGRACIADO, DEJA QUE TE ARREGLEMOS, VENDRAS CON NOSOTRAS, TE DARE UN POTE DE HELADO. Me dije Jime.
Salimos las tres juntas, deje la bolsa con las cosas de Manu en el contenedor de basura de la esquina antes de subir al auto de Jime.
Me llevaron hasta su casa derecho a su cuarto, Jime me entrego el pote de helado de chocolate, mientras comía para endulzar mi pena, ellas revisaron su placard buscando un atuendo para mí.
-Es una fiesta de halloween, en la disco, por lo que debemos disfrazarnos. Me cuenta Débora revisando entre sus cosas.
-Les agradezco chicas lo que quieren hacer, pero no estoy de ánimos. Les repito.
Debora se gira y se pone de rodillas ante mi.
-Por favor Alex, ven con nosotras, eres la más centrada, después de mucho puedo volver a salir, sin ti no me dejan ir, por favor hazlo por mi. Me pide en un tono de suplica.
Sabía que sus padres eran estrictos, y se sentían seguros cuando andaban conmigo, mi manera de ser les daba esa confianza de que no permitiría que se metan en problemas.
Suspiro hondo y suelto el aire.
-De acuerdo, tomaré un baño y las acompaño. Le dije al final accediendo a su petición.
-Gracias, gracias, eres la mejor. Me dice dándome un abrazo.
Me quedé un largo rato bajo la ducha desahogandome, sentía que se me desgarraba el alma, pero no podía fundirme así, yo trate de hacer todo bien, de seguir los pasos de como llevar una relación, di lo mejor, y que él me pague de este modo no era justo, además yo me fundo en lágrimas y de seguro él anda de lo más contento con Reina, que de solo recordar su nombre me duele la cabeza.
"NO TE GASTES TODA EL AGUA" "SAL QUE YA TENEMOS LOS ATUENDOS" Escucho que me grita Jime.
Al salir me sorpendo al verlas cambiadas y tenían un atuendo para mí.
-¿Qué se supone que son? Pregunto al verlas.
-Somos vaqueras del lejano oeste. Me responde Jime, que pone una imagen en la pantalla de su tv plana como si estuviera en esa epoca y posa para la foto que le toma Debora.
(Jime Kim)
-Enseguida lo publicó en nuestro perfil. Anuncio Debora al terminar de tomar la foto.
-Ponte ahí, así te saco la foto y nos ocupamos de vestir a Alex. Le dice Jime apresurada.
-Dime cuál es mi atuendo y me lo pongo solita. Les digo con vergüenza.
-Espera que me tomé la foto. Me dice Débora.
(Debora Kim)
Debora era fanática del color rojo, pero ella lo llevaba al extremo al vestirse de pies y cabeza de ese color.
Cuándo terminaron con su sesión de fotos se ocuparon de alistarme.
Me pusieron mucha crema en mi cabello y se ocuparon de hacerme un peinado, trenzaron mi cabello, me lo alzaron formando un rodete y dejando un extremo suelto. Cuándo terminaron me maquillaron.
-Te dejaremos diferente, va a nacer una nueva tu, por lo que será como un disfraz para ti, de una chica atractiva. Me dice Jime.
-Gracias por el palo, quiere decir que no soy bonita. Le digo ofendida.
-Ja, ja, no lo tomes a mal, eres preciosa, muy hermosa por dentro, ahora sacaremos tu belleza interior al exterior. Me dice divertida.
-Te das cuenta que me insultas, me estás diciendo fea. Le remarcó.
No me dejaban verme en un espejo, entre las dos me pasaban la brocha como si pintaran en un lienzo, pero era mi cara.
-Te acuerdas ese vestido que te gustó y lo querías usar para el día de tu audición en danza, pero no lo compraste porque tú hermana menor lo quería, pues adivina, lo compre yo y te lo pondrás. Me contó Jime dejándome sorprendida.
Me lo puse con un nudo en el estómago, recuerdo cuando tenía dieciocho, me gustaba danza, siempre iba a las clases, y cuando quería audicionar para una institución muy prestigiosa, Reina se adelantó pidiéndole a mi padre, por lo que no fui, el dinero no alcanzaba para enviarnos a las dos y seguí mi estudios como veterinaria al gustarme los animales. Al final ella no terminó, no le gustaba, solo lo hizo para fastidiarme como siempre.
Él vestido me quedo a medida, tenía un tajo en la pierna izquierda que me daba la libertad para los giros que quería hacer en ese entonces y la ligereza de la tela al girar parecía que tenía alas.
Las chicas aplauden y silvan por el resultado que obtuvieron, me tomaron fotos de todos los ángulos.
-ESTAMOS LISTAS, VAMOS A REVENTAR LA NOCHE. Grita Jime.
Al salir nos encontramos con su padre en la puerta, nos miro de pies a cabeza con la boca abierta, carraspeó entrando en razón, cuando Jime le hablo.
-VAMOS A UNA FIESTA DE HALLOWEEN PAPI.
-YA VEO. Dijo recuperando su seriedad.
-NOS COMPORTAREMOS. Le dijo Débora.
-NO LLEGUEN MUY TARDE, FIJATE QUE NO BEBAN. Me encarga el señor entregándome las llaves de su auto.
-No se preocupe, yo las cuido. Le asegure con una sonrisa, su padre era muy serio, nunca podía adivinar cuando estaba feliz o enojado, pero ahora me di cuenta que se sorprendió al ver nuestros disfraces.
Jime manejo el auto, yo no sabía hacerlo, pero ella le mintió que si, para que le deje llevar el auto.
Llegamos a la disco, cada uno lucía un disfraz diferente, las chicas eran muy sugerentes, mis amigas parecían más cubiertas que el resto.
-Vamos a la barra. Me dice Jime al oído.
La verdad no estaba acostumbrada a ese tipo de lugar, siempre me dedique a estudiar y las fiestas a las que asistía eran más familiares que de esta clase.
No faltaron chicos que se arrimaron a querer platicar, pero Jime y Debora tenían una manera de mantenerlos a raya que me sorprendió.
"QUIEREN HABLAR" dijo un chico junto a otro al aproximarse a Débora y a Jime, yo tomaba mi jugo mirando la escena.
"STOP" Le decía Jime poniendo su mano al frente.
"CRUZA DE LARGO NO HAY NADA AQUI PARA TI" era su frase
Algunos se marchaban sin problemas otros se ponían más cargosos, pero a todos sabían cómo correrlos.
-Vamonos a una zona para beber tranquilas, aquí los cuervos abundan. Me dice Jime que sabía que no estaba para ningún chico, solo quería tomar mi jugo.
Nos fuimos a sentar en un sector donde tenían sillas altas con una mesita alta.
Nos encontrábamos tan tranquilas platicando, al comentar de los disfraces, cuando entre los que bailaban veo a Manuel con mi media hermana.
-TRANQUILA ALEX, NO LO VALEN. Me atajo Jime cuando vio que quise ir a enfrentarlos.
-MEJOR TOMA TU JUGO. Me dice Débora con ternura.
Sin pensarlo agarre un trago que estaba tomando Jime.
-EL MIO TIENE ALCOHOL, NO ESTAS ACOSTUMBRADA. Me dice.
-Dame más, dijiste que nacía una nueva yo, pues nace una nueva yo. Le dije, cuando quise tomar más, sentí que una mano más grande que la mía me sujeto evitando que tome.
-NO DEBES BEBER, ERES MUY BELLA PARA ESO. Escuché esa voz tan profunda y grave que me erizo la piel, me gire encontrándome con ese hombre que me salvó de que me atropellen, olía tan bien, lucia muy atractivo que me quedé embelesada al mirarlo.
-NO NOS PRESENTAS. Llamo mi atención Jime.
-SOY HÉCTOR (Se presentó él) ELLOS SON MIS AMIGOS, DANTE Y SAM. Dijo cuando aparecieron en escena dos más atractivos y altos, el tal Sam era joven como Débora, él la saludo a ella sin perder tiempo al darle la mano y Dante a Jime.
"ES UN PLACER CONOCERLAS" Dijeron en un tono tan provocativo que nos provocaba hormigueros.
Me daba cuenta de ello, mis amigas sonreían con la baba a dos metros del piso.
"SOY JIME" Le dice a Dante
"Jime, que bonito nombre" le dijo en un tono grave y hechizante.
"SOY DEBORA" Se le presento a Sam
"Mmm, me encanta" le respondió Sam.
-¿De qué se vistieron, si no es grosero preguntar? Me consulto Héctor manteniendo su atención en mi al mirarme directo a los ojos, eso me gustó.
-Por ser noche de Halloween, nos disfrazamos, por mi parte de bailarina, mis amigas de vaqueras. Le conté, el sostenía mis manos entre las suyas que se sentían calientes, no me molestaba.
-No tenía idea. Me cuentas de que se trata. Me pidió.
-Aqui por la música debo hablar más fuerte y me hace doler la garganta. Le confesé, por alguna extraña razón me sentía cómoda hablando con él.
-Si, podemos ir donde te sientas cómoda. Me dijo.
-La costa es linda a la noche y hay lugares donde podemos comer algo.
"Le invite a una cita siendo que recién lo conozco" pienso mordiéndome el labio, veo que sonríe y asiente, se gira a decirle algo a sus amigos que asienten.
Al pararme me siento pequeña a su lado, es alto, musculoso, como un enorme placard doble puerta, me encanta su cabello ondulado largo que le tapa casi los ojos, parece que se lo quiso acomodar con algún gel pero su cabello parece tener vida propia.
"Son unos bombones y educados" me susurro Jime emocionada.
Ella tenía un sentido para saber cuando los chicos eran unos patanes o no, me dijo lo que pensaba de Manuel y no quise escuchar, por lo que las cosas terminaron como terminaron con él.
Héctor lleva aferrada su mano por mi cintura, evitando que me choquen, note que Manuel se quedo mirando sorprendido hacia mi, se paralizó al ver con quién iba.
Antes de salir sentí que me jalan del brazo hacia atrás, me gire y era Manuel, lo mire sería, Héctor me abrazo mirándolo fijo, mi corazón late acelerado, conozco el temperamento de Manuel cuando se enoja.