Boy Alexander, un hombre de 28 años, ha dedicado toda su vida a servir a la familia Keano como asistente personal. Además, es el jefe del equipo de seguridad, liderando a todos los guardaespaldas que protegen a dicha familia.
Antes de ser adoptado, vivía en un orfanato. Nunca conoció a sus padres ni supo su verdadera identidad.
Por cumplir con su deber de proteger a una de las integrantes de la familia Keano, Boy se ve obligado a casarse con la joven señorita de la casa, lo que hace que su suegro lo desprecie, pues solo lo considera un simple asistente.
Lo que nadie imagina es que Boy es en realidad heredero de una familia poderosa. Su padre murió cuando él nació, y fue su propio abuelo quien lo arrojó al orfanato, rechazándolo porque no quería tener un nieto de baja cuna.
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Capítulo 20
Jasmine era muy consciente de que Alexa estaba mirando a alguien en ese momento. La mujer instintivamente miró hacia la persona que Alexa estaba observando.
Jasmine se quedó paralizada al instante cuando vio la figura de un hombre que de repente le recordó a Adnan, haciendo que sus ojos se llenaran de lágrimas y su corazón pareciera temblar.
Jasmine ni siquiera parpadeó, observando a Boy desde una distancia considerable.
"¿Ese es Boy, verdad? ¿Para qué habrá venido aquí?" murmuró Alexa mientras miraba a Boy.
¿Boy? ¿Así que el nombre de ese hombre es Boy? Eso era lo que estaba en la mente de Jasmine en ese momento.
"¡Jasmine, vámonos a casa!"
Esas palabras sacaron a Jasmine de su ensimismamiento. Inmediatamente se giró hacia el Señor Alam, que se acercaba a ella y a Alexa.
Alexa, que sentía una gran curiosidad por saber por qué Boy había aparecido de repente en el hospital, desvió rápidamente la mirada para saludar al Señor Alam.
"Buenas tardes, abuelo." Alexa saludó inmediatamente al Señor Alam.
"Buenas tardes también, Alexa. He oído que los planes de tu boda con Erick se llevarán a cabo esta semana. Cuanto antes, mejor. Aunque..." El Señor Alam no continuó sus palabras, aunque en realidad esperaba fervientemente que Alexa se casara con su nieto biológico, cuyo paradero aún se desconocía.
Alexa pareció quedarse atónita al escuchar las palabras del Señor Alam. No tenía ni idea de que los planes de su boda con Erick se hubieran adelantado.
Jasmine no estaba concentrada en la conversación de ellos dos. Su mirada seguía buscando la figura del hombre que se parecía tanto a Adnan. Pero, desafortunadamente, el hombre desapareció de repente de su vista.
"¿Adónde se ha ido?", pensó Jasmine para sus adentros, solo quería asegurarse de si aquel hombre realmente se parecía a su primer marido o si solo era su imaginación.
...***...
Resultó que Boy había regresado al sótano, porque tenía unos archivos importantes que debía enviar a Maxime.
En ese momento, Boy estaba ocupado con su portátil dentro del coche mientras hablaba por teléfono con Maxime. "Ya he enviado todos los archivos que me pidió, Señor."
"Vale, gracias, Boy. ¿Dónde estás ahora?" Se escuchó la voz de Maxime al otro lado de la línea.
"De nada, Señor. Ahora mismo estoy fuera. Tengo algo importante que hacer," respondió Boy con tono monótono.
"Muy bien, casualmente, emmhh... yo también tengo algo importante que, emmhh... tengo que hacer."
Boy pareció fruncir el ceño, no entendía por qué Maxime le hablaba con la respiración entrecortada. Como si el hombre acabara de correr una maratón.
"Señor, ¿se encuentra bien? ¿Está teniendo dificultades para respirar?" preguntó Boy con tono preocupado.
Maxime no respondió de inmediato, el movimiento de Rachel sobre sus caderas se sentía increíblemente placentero. Esa tarde, Rachel había ido a la oficina para llevarle comida a su marido. Pero terminó siendo ella la devorada por Maxime. La pareja de esposos estaba realmente en pleno ardor. Estaban haciendo el amor en el sofá de la oficina de Maxime.
"Estoy perfectamente bien. Bueno, te dejo por ahora, Boy. Emmhh... Tengo que terminar mi trabajo urgentemente."
¡Clic!
Maxime colgó el teléfono rápidamente. Porque tenía que consumar su deseo de 'visitar' a su futuro bebé esa tarde. Pero se vio obligado a llamar brevemente a Boy, al recordar unos archivos importantes de la reunión de esa mañana.
En ese momento, Boy parecía confundido. ¿Por qué la voz de Maxime sonaba como si su jefe estuviera teniendo dificultades para respirar, aunque Maxime dijera que estaba bien?
Boy contactó inmediatamente a uno de sus hombres que estaba de guardia en la oficina principal del Grupo Keano. Porque además de ser asistente, Boy también era el líder del equipo de seguridad de la familia Keano.
"Hola, Jefe". Se escuchó la voz del subordinado de Boy después de contestar la llamada telefónica de este.
"Estoy fuera ahora mismo. ¡Por favor, asegúrate de que el Señor Maxime esté bien! Parece que está teniendo dificultades para respirar. Si mis sospechas son correctas, ¡llama a una ambulancia de inmediato!" Como un asistente siempre alerta y eficiente, Boy realmente tenía que velar por la salud de su jefe.
