La Melodía De La Muerte

Irina Kiev

Sus labios, sus manos tocando mi cuerpo, la fuerza que ejerció para levantarme, su posesión, todo en él me encanta, no pensé llegar tan lejos con él, y tuve que poner mi orgullo y dignidad como barrera protectora para darle una lección y devolverle un poco de lo que me hizo sentir, quizás se vea como que soy una inmadura o una exagerada, pero tenemos que entender, no negocies tu dignidad, quizás el orgullo si puedas dejarlo a un lado, pero no tu esencia, lo que eres, con lo que creciste, tienes que ser fiel a ti misma, no permitas que pasen por encima de eso.

Tuve que controlar mis ganas de dejar que me hiciera suya, verlo tan vulnerable, deseándome de tal manera, su cuerpo desnudo y su hombría ante mí, fue muy difícil lo que hice, yo también estaba sufriendo, pero me cumplí, y sé que él aprendió la lección, aunque no sé si pueda escapar si llegase a haber una próxima oportunidad.

Lo dejé solo en él camerino, llegué a la barra y pedí agua, en ese justo momento llegó Aleksey, me preguntó por el ensayo, quedó sorprendido cuando le dije que ya todo estaba listo para la presentación, minutos después, vimos a Adrik acercarse, enfoqué mi vista en su entrepierna, su erección ya había desaparecido, pero recordar lo que vivimos hace un momento en el camerino, casi me hace reír, tuve que morder mis mejillas prácticamente, pero pude manejarlo.

- me indican que prendas van a necesitar, hoy mismo se las mando a pedir -- dijo Aleksey, luego sacó de su bolsillo dos sobres y los puso sobre la barra, uno lo deslizó hacia Adrik y el otro hacia mí-- las propinas de ayer, ambos se fueron como si le huyeran a algo, o a alguien, y no cobraron-- nos dijo.

- Lo siento, a mí se me presentó una situación, no podía esperar-- me excusé.

- y yo... Yo solo tenía ganas de irme -- respondió Adrik.

- ok, agradezcan que soy una persona honesta, mañana les daré el sobre con lo prometido, espero que hagan una excelente función -- dijo emocionado.

- Si hacemos lo que practicamos en el camerino, la gente se volverá loca, te lo aseguro-- bromeó Adrik, yo lo miré y lo fusile con la mirada, él elevó sus hombros.

- Bueno, muero por verlo-- agregó el jefe-- si gustan ya se pueden ir a descansar, o si quieren pasar el rato en el club, bienvenidos, solo tengan cuidado -- nos advirtió, antes de irse elegimos los vestuarios y finalmente se fue.

Me terminé de tomar el agua, y me despedí del barman, él siempre es muy amable conmigo, pero al parecer a Adrik no le gusta eso, regresé al camerino por mi bolso, no me fijé que él venía detrás de mí, entró y cerró la puerta con seguro, cortó distancia entre los dos y me acercó a su cuerpo agarrándome de la cintura.

- Que... Que, ¿qué quieres?-- pregunté.

- ¿Nerviosa?-- yo negué -- entonces relájate, no haré nada que no quieras-- giró mi cuerpo haciendo que quedara de espaldas a él.

Agarró mi cabello y lo puso hacia un lado, beso mi hombro con delicadeza, yo cerré mis ojos, me permití disfrutar, deslizó la tira de mi blusa, cayó sin problema por mi brazo, en esa posición tomó mi mentón y guío sus labios a los míos, nos besamos mientras apretaba mi cintura con cada movimiento, sentí el roce de su hombría en la parte baja de mi espalda, mi piel se erizó al sentirlo, era hora de detenernos.

- Adrik-- no dejaba de besarme--- Adrik detente por favor -- le dije y él se detuvo-- no estamos en un buen lugar -- dije y él sonrió.

- Entonces vamos-- me tomó de la mano, no me permitió decir una sola palabra, yo iba tomada de su mano, para nuestra fortuna, nadie nos vio, pudimos salir sin ser vistos, él me pidió las llaves de mi auto, yo se las entregué, caminando hacia el parqueadero, nos subimos y él condujo.

- ¿a dónde vamos?-- él sonrió.

- Vamos a un lugar, no te preocupes, no te haré nada que no te quieras-- guiñó un ojo.

Condujo por la autopista, no tenía ni idea hacia donde nos dirigíamos, luego entramos a una zona boscosa, y chocamos de frente con una hermosa casa, era pequeña, pero se veía bastante acogedora, muy privada, tenía muchos árboles y arbustos al rededor, esto hacía que fuera poco visible, solo el que conoce su ubicación puede llegar a este lugar, él abrió mi puerta y me extendió su mano para bajarme, yo la acepté.

- ¿dónde estamos?-- pregunté.

- Mi casa, bienvenida -- dijo.

-¿Luego, tú no vives donde te lleve ese día?-- él asintió.

- Si, ahí vivo, allí pago arriendo, pero está casa, me la vendió alguien que tú y yo conocemos --

- ¿Aleksey?-- asintió.

- Si, aunque aún está a nombre de él, pero hace un año es mía, y hoy quise traerte, dijiste que ese no era el lugar adecuado, y de una vez se me vino a la mente, este lugar -- yo sonreí, aunque estaba nerviosa.

- Adrik yo...-- él me interrumpió.

- No digas nada, yo lo sé, y aunque muera por hacerte mía en este mismo instante, no forzaré las cosas, pero si quiero que hablemos -- me tomó de nuevo de la mano y me llevó hacía adentro.

Tal como lo había percibido, era bastante acogedor y hermoso, él quitó las sabanas del sofá y me invitó a sentar, luego fue a la cocina y sacó una botella de vino.

- Solo vamos a tomar una copa, lo prometo -- trajo unas copas limpias y sirvió el vino, se sentó a mi lado, yo me llevé a la boca el primer trago.

-¿y de que quieres hablar?-- le pregunté.

- De lo que sucedió aquel día, sé que no actúe de la manera correcta, es que es la primera vez que estoy en una situación de esas, y aunque mi esposa falleció, sentí que la estaba de cierta forma, traicionando, no espero que me entiendas, pero si pretendo que me escuches, no te voy a mentir-- me dijo.

- Me sentí bastante mal por eso, si me hubieses dicho, lo habría entendido, no soy un monstruo, comprendo tu dolor y tu perdida, ella fue el amor de tu vida, e incluso siempre lo va a ser, yo no tengo el derecho de cambiarlo, y eso no te hace ni más, ni menos hombre, al contrario, me conmueve tu forma de pensar, ojalá yo encuentre a alguien que me ame de esa manera, sería lindo-- dije con nostalgia.

- ¿quieres huir de mi?-- me preguntó.

- No es eso, es que tienes muchas cosas que sanar, para avanzar hay que hacerlo, yo no puedo cargar con tu pasado, te puedo apoyar en el proceso, pero el pasado se debe quedar allá, atesora esos hermosos recuerdos, pero no arrastres toda tu vida trayéndolo siempre al presente, te haces daño tú, y de paso a la persona que quiera estar contigo en un futuro -- le dije.