Segundo Libro de la serie de novelas titulada Más Allá Del Rechazo: Teniendo como primer novela de la serie La Luna Rechazada Y El Rey Vampiro.
Este es el segundo Libro con la historia del rey mago, es independiente a la primera y no es obligatoria leerla, Pero sería bueno para conocer varios personajes que salen aquí y han sido presentados en la primera.
Zarthus, el rey de los magos, proyecta una imagen despreocupada y jovial, aderezada con un toque pícaro y fama de libertino. Pero tras esa fachada se oculta un corazón herido por la brutal pérdida de su hermana, arrebatada por la traición y obsesión de su propia alma gemela. La venganza es el único propósito que lo mantiene de pie.
Zarthus descubre en Nayana a su alma gemela, una humana ajena a su mundo de magia y dolor. Atrapado entre su anhelo y sus miedos, deberá despojarse de su máscara y enfrentar sus miedos y dolor para mostrarse vulnerable ante la única mujer capaz de sanar su alma.
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Capitulo 15: ¿Sobrenatural o humana?
La llegada de mi alma gemela no ha seguido el guion esperado, y lejos de frustrarme, su inesperada personalidad despierta en mí una ternura inmensa. Su condición para aceptar una cita me tomó por sorpresa, un golpe dulce y desconcertante a mi corazón herido. Sin embargo, esa exigencia peculiar resonó en fibras de mi ser que creía anestesiadas. El miedo a derrumbar las defensas que he construido contra el dolor, la culpa y la agonía tras la pérdida de mi hermana es agonizante, pero una certeza cálida me dice que ella es la llave. Estoy exhausto de la fachada de fortaleza; anhelo la debilidad, la vulnerabilidad, permitir que las lágrimas fluyan como calmante y desahogo. ¿Y quién mejor para escuchar el quebranto de mi alma que la mujer destinada a ser mi compañera, mi reina?.
Sin dudar, acepté los términos de mi humana. No obstante, en mis adentros, el pánico a desnudar mi ser y ver el horror en sus ojos ante el caos emocional que me habita, late con una violencia sorda, asfixiándome. Pero mi deseo de poseer su corazón, de sentirla cerca y entrelazar nuestros destinos en una felicidad compartida, superaba cualquier temor.
Tras asentir a las condiciones de Nayana, mi reina, cuyo nombre evoca su innata belleza, demostró una vez más su aguda intuición, su mirada perspicaz capaz de desentrañar lo que escapa a otros. Su comprensión profunda me llena de un orgullo inmenso, pues su valor trasciende cualquier linaje; ella es mi reina, hoy y siempre.
Mientras tanto, su amiga persiste en sembrar desconcierto en mí. Su semblante contrasta mucho de la inocencia que cabría esperar de una simple amiga humana; irradia la determinación de una protectora, dispuesta a todo por salvaguardar a Nayana. Esta lealtad incondicional, este cariño evidente, me genera una extraña admiración, pues sé que no dudaría en interponerse ante cualquier peligro. Sin embargo, una inquietud punzante me asalta: su aura, por momentos, vibra con una frecuencia ajena a lo humano. Temo descubrir que una presencia sobrenatural vela por mi reina como una guardiana silenciosa. ¿Qué secretos motivos podrían impulsar a un ser de otro mundo a ocultarse tras una máscara humana para proteger a una mortal? Esta pregunta, por ahora, debe ceder ante la urgencia del presente. El despreciable iGnar ha movido sus piezas, y ahora, el cazador soy yo, y él, la presa.
Con la certeza de que iGnar ha raptado a la reina del territorio vampírico, me deslicé entre las sombras del tejido espacial, materializándome ante el rey. Su sorpresa ante mi súbita aparición palideció al escuchar la confirmación de su peor presentimiento: el brujo, en su arrogancia, ha cometido la torpeza de secuestrar a su amada Aylin. La furia, cruda y tangible, tensó cada línea de su rostro, pero la angustia por su reina la eclipsó. Con una urgencia desesperada, me interrogó sobre cualquier medio que pudiera acelerar la búsqueda de Aylin__Precisamente por eso estoy aquí__. Afirmé, con la determinación resonando en mis palabras.
Por designios de la misma Selene, callé al rey vampiro el verdadero motivo de mi facilidad para rastrear a su reina. Aún no es tiempo de revelar que Aylin porta en su interior una astilla lunar. Así, ofrecí una verdad oculta, y él la aceptó. Tras el conjuro, la esencia de Aylin fluyó desde su alma gemela, guiándome sin tropiezos hasta su paradero. Mi sorpresa fue mayúscula al encontrarla en el Bosque de las Almas Perdidas, aquel paraje que tantas veces hollé con la vana esperanza de hallar a mi hermana. Su oscuridad y repulsión lo converten en el escondite perfecto para un ser repulsivo como iGnar, aunque mis búsquedas previas resultaron infructuosas. Pero ahora, la posesión de Aylin de un fragmento divino lo cambia todo: me permite desmantelar el escudo protector que Apollyon creo en torno a iGnar, un ser con mayor maldad que el.
Una vez que tuve la ubicación, le propuse al rey vampiro evitar la extenuante travesía hasta el Bosque de las Almas Perdidas. Incluso para su proverbial velocidad sobrenatural, el viaje tomaría más de un día sin concederse respiro alguno. Sin dudarlo, el rey aceptó mi oferta de teletransportación. Si bien su inclinación era partir en solitario, su hermana y cuñado lo persuadieron de escoltarse al menos por cinco guerreros. Así, en un instante, nos vimos inmersos en la atmósfera opresiva del bosque. Ante nosotros se alzo una ruinosa estructura que, a simple vista, evoca náuseas y un miedo primario. El aire apesta con una intensidad que iguala su deplorable fachada, un augurio fétido de lo que aguarda en el interior: sin duda, el digno hogar de la rata iGnar.
Aún tambaleándose por el primer impacto de la teletransportación, el Rey Vampiro no dudó en entrar al cuchitril. Yo me quedé afuera, dividido entre la vigilancia del entorno y la tensa espera de que Kael no se adelante a mi venganza contra iGnar. Nuestra deuda es larga, y aunque celebro el castigo que el rey le va a infligir por el secuestro de su reina, mi deseo es que lo deje con vida. Quiero ser yo quien ponga fin a su existencia. Por eso, la supervisión es crucial.
El rey vampiro surgió del inmundo cuchitril, una aparición inesperada que me tomó por sorpresa. Su semblante, aunque marcado por el alivio de ver a Aylin a salvo, no esta a su lado. El alivio me atravesó al instante: su reina esta bien. Ese monstruo no ha podido mancillar a Aylin, no la ha destrozado como a mi hermana, llevándola al abismo de la muerte. La simple idea me hace hervir la sangre.
Una sensación de incertidumbre se clavó en mí hasta que su voz, grave y urgente, me solicitó túnicas. Son para las jóvenes que han encontrado, prisioneras de la crueldad de ese monstruo. Las palabras "cautivas, torturadas, heridas" resonaron en mi mente, agitando mis entrañas con una furia temblorosa. Sin dudarlo, accedí, luchando contra la oleada de náuseas que me provoca imaginar su tormento. La imagen de mi hermana, despojada de toda vitalidad por la vileza de esa criatura que nunca debió nacer, es un peso aplastante, pero me aferré a la compostura con cada fibra de mi ser.
Decidí enfocar mi magia en la creación de las túnicas, una tarea que fluyó sin esfuerzo. Pero al extenderlas hacia Kael, él ya no esta allí. En cambio, lo vi salir de nuevo del cuchitril con un bulto tosco entre sus manos que arrojó al suelo con violencia. La sorpresa me golpeó como un mazo: iGnar. El causante del dolor más profundo, la tormenta destructiva que destruyo mi vida y la de mi familia. Una sed de venganza incandescente me recorrió, un fuego que luché por contener. No debo revelarla, no aún. Matarlo así, sin el sufrimiento que merece, sería un alivio demasiado rápido, una venganza incompleta.
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Feliz tarde 🪄🪄👑.
Buen provecho 😋😋😋.