¿Cuál Es La Verdadera Cara De Julieta Sanz?

Apesar de la advertencia de Magnus fuí a buscarlo, solo necesitaba verlo un instante.

Realmente no habían pasado quince días y sentía que moriría, ya no me importaba su amenaza y si debía morir debía ser él quien me quitará la vida directamente.

Me dirigí al lugar donde solíamos encontrarnos, mi corazón latía con ansiedad mientras caminaba. Llegué al lugar y lo vi sentado en una mesa, su mirada estaba fija en su encendedor que tenía en sus manos.

Me acerqué a él, mi presencia no pareció sorprenderlo. Levantó la vista y me miró con una expresión indiferente.

— Sabes que te dije que no me buscaras — dijo, su voz era cortante.

— Lo sé — respondí con mi voz temblorosa — y estoy dispuesta a afrontar las consecuencias.

Magnus suspiró y apagó el encendedor que tenía en sus manos. Se levantó de la silla y se acercó a mí.

— Dije que te mataría si volvía a verte, ¿crees que fue una amenaza solamente?— dijo tomándome del brazo y llevándome a una habitación sola.

El serró la puerta tras de sí.

— ¿Qué quieres de mí? — preguntó, su voz era dura al igual que su mirada.

— Solo quiero verte — respondí, mi voz era apenas un susurro.

— Cualquiera pensaría que me buscas para tener sexo— contestó Magnus acercandose a mi, y clavando su mirada en mis senos— si es lo que quieres puedo dártelo.

Magnus me miró fijamente, su expresión era intensa.

— Solo quería ver si estabas bien— conteste intentado abrazarlo.

El se hizo a un lado despreciandome por completo.

— Estoy bien — dijo finalmente. — Pero tú no. Tú estás destrozada.

— Cumple tu amenaza y mátame— dije estirando mi cuello y poniendo sus manos alrededor.

— Ya estas muerta— dijo burlándose al ver mi aspecto — Ve tu reflejo en un espejo.

Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago.

— Lo siento — dije, mi voz era apenas un susurro. — se que no merezco que me perdones, se que fui una cobarde.

Me arrodille ante el dispuesta a aceptar su maltrato.

Magnus me miró fijamente, su expresión era intensa, se acercó aún más a mi y levantó mi mentón con su dedo índice.

— Si tanto lo sientes, acuéstate conmigo — Dijo Magnus comportándose como un verdadero patán — Solo así podré decidir si te perdono.

— Magnus— conteste con la voz quebrándose por completo— ¿Eso quieres de mi? Te lo puedo dar... Pero perdoname.

Magnus comenzo a reírse, y el eco de su risa resonaba en la habitación.

—Lo divertido de haber jugado contigo, fue ver cómo te fuiste enamorando de mi... Pero ahora me aburres — dijo Magnus acariciando mi cabello— Ya no tienes esa chispa, ahora que hice lo que quise contigo.

— ¡Mientes!— grite — ¡Estás fingiendo que eres una mala persona!

El se acercó a mi rostro, a unos pocos centavos y volvió a reírse.

— Mi ex novia se enamoro de tu novio Joshua, y si yo sufrí por perder a quien amaba, te debía destruir para hacer sufrir al hombre que ella tanto ama— dijo Magnus —si te destruyó a ti, destruiré a Joshua y eso que tanto le gustó a mi exnovia ya no existirá más... Parecías un verdadero reto pero tú punto débil lo expusiste sin saberlo... ¿Que diría tu novio si viera como te arrodillas ante mi?

Definitivamente Joshua me mataría antes de darle una explicacion. Me levanté del suelo ya no tenía sentido seguir rogando y seguir siendo humillada. Magnus realmente disfrutaba la manera tan patética en que me veía.

— Lo conseguiste, lograste lo que querías, pero será difícil que destruyas a Joshua— Dije con lágrimas en las mejillas— Yo no soy su punto débil.

— ¿A ese tipo que ni siquiera amas?— dijo Magnus con una sonrisa burlona— ¿Te preocupas por el después de casi follar conmigo?

—¿Olvidas que me hiciste amarte?— le dije casi suplicandole que parara.

Magnus prendio su cigarrillo y comenzó a fumar.

— Lárgate con tu novio o le contaré lo zorra que eres— Dijo con una voz dominante y arrojando el humo en mi nariz— Ya no me sirves.

 — No volvamos a vernos— respondí, mi voz temblando entre la rabia y la tristeza. —Pero ten en cuenta que la persona que más te ama muere por tu culpa.

Magnus frunció el ceño, su burla desvanecida por un instante.

—No me hagas responsable por tus sentimientos, no son más que una debilidad — contestó.

—¿Debilidad? —repliqué, sintiendo cómo la ira se acumulaba dentro de mi.

Su mirada se endureció, y en sus ojos vi un destello de duda.

— Haré que tú venganza sea perfecta... Que ni siquiera puedas dormir por las noches recordandolo— dije antes de marcharme— Te daré el placer de ver cómo me destruiste.

Me marché sin una pizca de orgullo y dignidad, despues de tal humillación me resultó difícil evitar sentirme como una basura.

Al caminar entre las calles, ví reflejo en uno de los espejos de un auto. Realmente Magnus tenía razón, parecía un cadáver andante.

Después de un rato llegué a un lugar de comida rápida, y pedí cada cosa que había en el menú. En ese instante no me importaba el dinero que gastaria en ese instante solo quería volver a sentir refugio dentro de ti... GULA. El refugio que había encontrado en sus alas oscuras y pesadas, me ayudaba a olvidar un poco el dolor.

— ¿Vendrá alguien con usted?— me preguntó un mesero.

—No— contesté.

Las miradas de los meseros y las personas a mi alrededor parecían juzgarme, al ver cómo comía sin parar, estaba muriendo frente a ellos, juzgaban sin intenciones de ayudar. Y todo había sido mi culpa por confiar en el primer desconocido que me enseñó la libertad.

Continúaraaa.