Alexandra sufre una desilusión enorme al descubrir a su pareja, Manuel, con su media hermana, Reina, en el restaurante que él reservo para una reunion junto a sus compañeros de trabajo. La aparición de Héctor la salva de una humillación y de ser atropellada al salir sin rumbo afligida por el dolor. Ella no sabe que Héctor es un licántropo, a quien ella cuando el estaba herido siendo un lobo, lo curo y cuido. Él nunca la olvido y juro regresarle el favor, haciéndola su pareja. ¿Héctor logrará conquistarla? ¿Alexandra lo aceptará siendo un licántropo?
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20 Te extrañe
#ALEX
Llegué al departamento, lo sentí tan silencioso y vacío, me dirijo a descansar, pero extraño a Héctor, al sentir su aroma, solo anhelo tenerlo conmigo, no puedo creer que en tan poco tiempo se volvió algo significativo. Pero la respuesta me cacheteo al instante, él me protegió, me brindo empatía, apoyo, más de lo que en todo este tiempo que compartí con Manuel, no tuve, gaste energía y tiempo en alguien que no quiso cambiar nunca, ni reconocía sus errores.
Por la tensión que sentía no podía conciliar el sueño, me dolía el cuello, entonces decidí ir a la veterinaria.
-EN SERIO ESTAS BIEN, TENGO TU CERTIFICADO MÉDICO, NO TE PREOCUPES, PUEDO ATENDER, NO HAY MUCHO QUE HACER. Me dijo mi jefe que a la vez es mi profesor del último año, él me ayuda con mi tesis para mí último examen y por fin tener mi título.
-Prefiero estar aquí. Le respondí.
-EN ESE CASO SIENTATE ANTE EL MONITOR Y CONTINUA CON TU TESIS, LO ESTAS DILATANDO, MEJOR HAZLO AHORA, CUANTO ANTES MEJOR. Me señalo.
Suspiré y asentí, me senté ante ese monitor, mi tesis trataba de una manera innovadora de hacer prótesis para aquellos perros y gatos que pierden sus extremidades, así como a las personas le hacen, también a ellos.
-Voy a salir. Anuncio, mi jefe.
-De acuerdo. Le respondí.
Resople mirando ese monitor, no podía armar una frase, pasó una hora y seguía trancada en un párrafo.
"Esto es difícil" me quejo estirando mis brazos.
-AQUI ESTABAS. CON VOS QUERIA HABLAR. Apareció Jime hablando con un tono pesado, se la veía enojada.
-Dime, ¿De qué quieres hablar? Le pregunto sin entender su enojo.
-SOMOS AMIGAS DESDE PRIMER AÑO DE LA CARRERA, ¿NO ES ASI?. Consulta con los puños cerrados.
-Si, así es. Le respondo mirándola.
-Y JAMÁS ME MENTIRÍAS. Me dice.
-No, ¿A qué se debe que preguntes eso? Le consulto.
-NO ME DIJISTE QUE DANTE VIVIA CONTIGO. Me grita enojada.
-No vive conmigo. Es la casa de Héctor. Le respondí.
-VIVE AHI, AHI ME LLEVO. Me grita.
-Solo la habrá estado cuidando. Héctor me dijo que cuando no está le pide que lo haga. Le respondo.
-Y NO ES SOLO ESO, TE MIRA TODO EL TIEMPO, SE FIJO EN TI. Me dice.
-¿Qué tiene de malo que me mire? Todos lo hacemos, miramos a todos y eso no significa nada. Le respondí, sabía hacia donde quería llevar la conversación.
-NUNCA PENSE QUE ME TRAICIONARIÁS, YO TE HICE MAS LINDA, Y ASI ME PAGAS, QUITÁNDOME A DANTE. Me grita.
La miro sorprendida.
-Se ve que no me conoces, jamás te sacaría nada y no arruinaría nuestra amistad por un chico. Le dije.
-AL PARECER NUNCA SE TERMINA DE CONOCER A ALGUIEN. Me grita.
-No te entiendo, ya te dije que no me fijé en él como imaginas. Estoy con Héctor. Le aclare.
-MUDATE, NO ME AGRADA QUE ESTES EN LA MISMA CASA QUE ÉL. SIEMPRE TE ESTA MIRANDO, SOLO ATENTO A TI. QUIERO QUE TE ALEJES DE ÉL SI VALORAS NUESTRA AMISTAD. Me ordena.
-Estoy con Héctor, él es quien debe decidir eso. Le dije.
Era difícil encontrar un nuevo departamento, además Dante no se quedaría mucho, solo se quedó porque Héctor fue a su casa, no sé cuál era el problema, Jime me conocía, no era de meterme con todos los que se me cruzaban. Que este con Héctor era una sorpresa para mí, no lo había pensado, ni planeado, solo se dió.
-SI NO TE MUDAS, NUESTRA AMISTAD TERMINO. Fue su ultimátum
-Exageras, no me interesa Dante, ni me di cuenta si me miraba o no, estoy con Héctor, como quieres que te lo diga. Hasta tengo el anillo que me dió como pareja. Le aclare, me sentía abrumada de tantos dramas que se tornan a mi alrededor desde que Manuel me engaño con mi media hermana.
-YA DIJE. Fue su última palabra y se fue.
Gruño molesta golpeando el escritorio.
"Ofendí a alguna bruja en mi pasado o que para que todo me pase a mi" Me quejo abrazada a mi cabeza que tengo apoyada contra la mesa.
-No ha avanzado nada. Escucho que me habla mi jefe, que regreso.
-Me resulta difícil concentrarme. Le dije en un suspiro.
-Estas saliendo de un resfriado, es normal que te cueste concentrarte. Ve a descansar y nos vemos mañana. Me dice.
Salgo sin ánimos, no entendí porque se puso tan así Jime, solo porque Dante me miró.
Regrese al departamento me encerré en el cuarto donde comparto con Héctor.
Las palabras de la madre de Héctor repercutián en mi cabeza "A HOMBRES COMO A ÉL SE LO CONQUISTA BAILANDO"
Hubo un tiempo que bailar me hacía feliz, me hacía olvidar de lo mal que me trataban, por lo que rebuscó entre las cosas que tenía empacada hasta que encuentro ese vestido que tanto deseaba lucir para mí audición del internado de Danza, en ese entonces iba a hacer una coreografía referente a la chica de la capa roja.
Me lo puse, aún me quedaba, con la diferencia que tenía más busto de cuando era más joven.
Tome mi celular y busque un tema para bailar, me sentí torpe al principio me costó elevarme, por lo que me quito las zapatillas y me quedo descalza. Hago estiramientos, hasta que siento que estoy más suelta e inicio de nuevo.
Me sentí tan liberada, me sorprendo de mi misma, no olvide nada, por más que pasó el tiempo, la música parecía llevarme suspendida en el aire, a medida que avanzaba, más me soltaba, dando giros y saltos, hasta impuse un estilo libre, lo que tanto me gustaba hacer.
Me compenetre tanto en mi baile, que me olvide de lo que me preocupaba y salí girando hacia la sala, podía danzar con libertad, no había nadie, era solo yo y la música.
Al concluir el tema giré, cayendo en el sofá, sonriendo satisfecha, era lo que necesitaba. Sentí hambre por lo que me incorporo, para ir a la cocina, mire esa nevera vacía, suspiré contrariada.
Me coloco las zapatillas, un sobretodo y salgo a comprar algo en el negocio más próximo.
Al comprar un sandwich y un jugo, regreso al edificio, antes de ingresar unos ojos brillosos me contemplan de la oscuridad, mi corazón retumba del susto, veo que se muestra, es un lobo enorme, está sucio, le noto el cansancio en su expresión. Lo mire con detenimiento.
¿Será el lobo de Héctor? Me preguntó al mirar sus ojos, pero no podía saberlo, estaba lleno de barro.
Saque un sándwich para traerlo hacia mi y poder verlo más de cerca.
"Estás loca Alex, mira si te ataca" me digo a mi misma.
Pero mi amor por los caninos puede más que mi conciencia.
Se aproximó a pasos lentos, sin sacarme los ojos de encima y de un solo bocado me saco el sándwich de la mano.
-Se te ve cansado, me acompañas, te armó un lugar donde reposes. Le digo, sin decirle que le daría un baño, no quería que salga corriendo, hay perros que lo hacen con solo escuchar la palabra baño.
No sé movía de su lugar, solo me miraba fijo.
-Tengo más de lo que comiste. Le menti sin obtener reacción, solo se quedó ahí quieto.
Suspiré hondo, me pareció que era idéntico al lobo de Hector, por lo que decido llamarlo, pero no me responde.
"Debe estar ocupado pensé"
En eso apareció Dante.
-¿Qué haces? Me preguntó.
-Creo que el lobo de Héctor se escapó y vino a buscarlo. Le susurro señalando hacia donde estaba.
Él miro en esa dirección.
-No hay nada ahí. Me dijo serio.
-Ya se fue. Me quejo.
-No te preocupes, no se va a perder. Me dice Dante.
-Pero si lo ven, se asustarán y pueden llamar a control animal. Le digo preocupada.
-Tiene un chip, lo podremos localizar. Me dice ingresando al edificio.
Me quedé mirando por si se escondió en la oscuridad.
-ALEX. Escuché la voz de Manuel, me giré viendolo vestido con su conjunto deportivo, estaba todo sudado, se ve que fue al gimnasio.
-¿Qué haces? Le pregunto.
-REGRESABA DEL GIMNASIO. ME SORPRENDE VERTE POR ESTOS LADOS. ¿ESPERAS A ALGUIEN? Indaga.
-SI. Le respondí nerviosa, no me agradaba hablar con él.
-REINA ME CONTO ALGO, Y NO PUEDO CREERLO, ESPERABA PODER PREGUNTARTE Y QUE ME ACLARES. Me dice bebiendo de su botella de agua.
Su olor a sudado me estaba revolviendo el estómago, era muy fuerte, ahora me molestaba, antes no se cómo lo soportaba. Me cubro la nariz sintiendo el aroma a mi perfume en mi muñeca.
-No entiendo, que quieres que te aclare. Le dije con la voz aguda.
Veo que sonríe de manera sarcástica y se para derecho con la mano en la cadera.
-QUE TE VAS A CASAR. Me dice.
En su tono se sintió que decir eso le costó, como si lo escupiera.
-AHA. Le respondí.
-ES QUE NO PUEDO CREERLO, CAMBIASTE MUCHO, A MI NO ME DEJASTE LLEGAR A TU CASA EN LA PRIMER CITA, TE LLEVO TIEMPO PARA QUE ME ACEPTES COMO PAREJA Y A ESTE SUJETO QUE CONOCISTE HACE UN PAR DE DIAS, PASO LA NOCHE CONTIGO DESDE EL MINUTO CERO, Y PARA COLMO DICEN QUE SE VAN A CASAR. NO PUEDO CREERLO. Expresa exaltado gestualizando con las manos.
-¿Por qué no? Le pregunto restándole importancia a su manera de expresarse y le marco a Héctor, como nunca necesito hablar con él, pero sigue sin responder.
-LO QUE CREO ES QUE SOLO LO HACES PARA FASTIDIARME. Me dice.
-No tiene nada que ver contigo, estás con mi hermana, y por lo rápido que se casan, supongo tendrán sus razones. Le digo.
Imagino que mi hermana se dejó embarazar a propósito para manipularlo.
-AL MENOS SALIMOS TRES MESES, EN CAMBIO TU EN MENOS DE UNA SEMANA. Me dice.
-Esta comprobado que el tiempo es relativo, no importa cuánto dediques a una relación, si los dos no son el uno para el otro. Le respondí.
Veía que buscaba discutir, no tenía ánimos de gastar energía en él.
- SE QUE SOLO ME TENIAS PARA ALEJAR A LOS DEMAS, JAMÁS ME QUISISTE, NUNCA TE PREOCUPASTE EN ARREGLARTE PARA MI COMO LO HACES AHORA. Grito.
Reina seguro le dijo eso, ya no me importaba aclarar nada, que piense lo que quiera.
En eso siento que me giran y es Héctor que me da un beso intenso.
-LAMENTO HABERTE HECHO ESPERAR. Me dijo.
Sentí su perfume que me enloquece, tenía un aspecto de recién bañado, me movilizó todo por dentro.
-No fue mucho. Le respondo abrazada a él.
No sé digna a mirar a Manuel solo me lleva de su vista al cruzar la calle.
-¿Dónde vamos? Le consulto.
-TE INVITO A CENAR. Me dijo.
Lo ví serio, no me habló de Manuel, ni me pidió explicaciones.
-¿QUÉ TE PASO? Le pregunté al ver que tenía una venda en su muñeca derecha.
- No es nada. Me respondió.
Llegamos a un restaurante que no sabía que existía, su apariencia oscura y sin un cartel afuera, parecía indicar que no había nada ahí, pero al cruzar la puerta ví las mesas repetidas con su propio velador, dando intimidad a los que asistían. Con Héctor nos dirigimos a un segundo piso, las sillas eran de algarrobo, altas, grandes, como para personas del tamaño de Héctor.
Al sentarme mis pies colgaban, en cambio Héctor se lo veía elegante.
-¿Llegaste cuando me fui al minimercado? Le pregunté.
-Si, te quería sorprender. Me dice.
-La verdad te extrañe, solo pensaba en ti todo el día, y me sentía angustiada al no saber cuando te volvería a ver. Le confieso, no pude detener las palabras, por lo general no soy muy expresiva.
-¿Te paso algo? Me pregunta.
-¿Cómo lo sabes? Le pregunto.
-Se nota en tu mirada, no creo que estés triste por tu ex, por la manera en que le hablaste. Me dijo.
-Estoy triste porque Jime, terminó nuestra amistad, por estár celosa. Le cuento.
-¿Por qué? Me pregunta.
-Se entero que Dante está parando en tu departamento, y aunque le aclare que solo lo cuidaba en tu ausencia, ella no me quiso escuchar, piensa que al ponerme bonita, quiero acaparar la atención de todos, siendo que no es así. Le explicó.
Hector me sujeta la mano.
-ERES BONITA, SIEMPRE LO HAS SIDO, NO TE MENOSPRECIES, NO CREAS EN LO QUE TE DICEN LOS DEMAS, ADEMAS SI SU AMISTAD ERA GENUINA, VOLVERA, SE DARA CUENTA DE SU ERROR. Me dijo con su tono que me enloquece.
-HECTOR, YA ESTAMOS. Apareció el señor que estuvo la vez pasada con el lobo negro y junto a él otro alto de tes morena grandote.
-ALEX, TE PRESENTO A MI PADRE Y A SU AMIGO QUE ES EL PADRE DE DANTE Y SAM. Me señalo.
-Es un placer. Les dije.
-MI HIJO ME ANUNCIO QUE ACEPTAS CASARTE CON ÉL. Me dijo serio.
-ASI ES. Le respondí segura.
Él se aproximó y me tomo la mano mirándome directo a los ojos, sentí que a la vez tocaba con su dedo mi pulso.
-QUE OPINAS DE LOS LOBOS, Indagó serio.
-ME GUSTAN. Le dije con seguridad.
-QUIERO QUE ACOMPAÑES A HECTOR, DEBE ENSEÑARTE ALGO, SI DESPUES DE ESO QUIERES SEGUIR, TOMA ESTE LICOR QUE SELLARA LA UNION ENTRE LOS DOS, SINO BEBE ESTE OTRO. Me dijo entregándome dos frasquitos chicos, uno azul y otro rojo.
Mire a Héctor que asintió como dándome ánimos de que no tenía nada de que preocuparme.