Mi Dulce Venganza

Extrañamente, Michael ha dejado de oponerse a cada una de las propuestas de Greg y esto le provoca desconfianza.

Poco a poco la productora ha recobrado clientes que creían perdidos y las ganancias han aumentado considerablemente.

Anne está de vuelta en Los Ángeles después de un largo viaje por Oriente y decide invitar a su querido amigo a cenar.

- ¿Cómo estuvo tu viaje? Cuéntame.

- Increíble. A ti te hacen falta unas buenas vacaciones.

- No puedo darme ese lujo. Debo estar pendiente de la productora hasta que Emily regrese.

- Tómate un fin de semana. París es perfecto en esta época del año.

Greg entorna los ojos ante la sugerencia de su amiga.

- No me mires así. Mueres por verla, no lo niegues. Ya pasaron seis meses; puedes usar cualquier pretexto, un documento que debe firmar y por seguridad lo llevarás personalmente. Yo qué sé, algo se te tiene que ocurrir.

- Me enerva que tengas la capacidad de adivinar mis pensamientos.

- Te conozco prácticamente de toda la vida.

- Cualquiera me aconsejaría olvidarla con otra mujer.

- Discúlpame, ese consejo te lo daría un hombre y no desde ya te digo que ni funciona.

- Tampoco va a funcionar confesarle mis sentimientos.

- Eso no puedes saberlo. Creo fervientemente que de verdad tienes una oportunidad, no la dejes pasar.

- Quizá tengas razón.

Los días posteriores Greg no deja de pensar en realizar ese viaje a París que Anne le ha aconsejado hacer.

Habla con Clara quién le dice que ve muy bien a Emily, ha hecho nuevos amigos, sale constantemente a divertirse y la tristeza parece estar quedando atrás.

Decide viajar el fin de semana, no necesita excusa alguna para hacerlo. El motivo principal es comprobar que ambas mujeres están bien.

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Emily recibe un mensaje de Greg mientras se encuentra en compañía de sus amigos.

- No tengo idea de quién te escribió, pero me queda claro de que se trata de alguien importante para ti porque esa sonrisa no te la había visto antes.

- Coincido con Paulette, dinos de quién se trata.

- Es un mensaje de Greg y no sean exagerados.

- El famoso Greg, ¿por fin se nos va a hacer conocerlo?

- Llega este fin de semana.

Émile pega un grito que llama la atención de todos en la cafetería de la Universidad.

- ¡No grites así! No es para tanto.

- ¿Qué no es para tanto? Tú por qué estás acostumbrada a convivir con ese Adonis todos los días, pero nosotros no vemos ejemplares como él con frecuencia. ¿Verdad, Pau?

- Sí, estoy de acuerdo con Emi. No entiendo cómo pudiste fijarte en el tal Michael, no le llega ni a los talones a Greg.

- A ver, Greg era el mejor amigo de mi padre. Es un hombre casi 20 años mayor y le sobran mujeres guapas.

- Nada de eso sería un inconveniente para mí- asegura su amiga.

- Tampoco para mí, bueno creo que no tengo la más mínima oportunidad.

Las chicas se ríen ante la declaración de su amigo.

- Promete que nos vas a presentar con él.

- Sí, se los prometo. Ya dejen de hablar de él.

Las conversaciones que tiene con Paulette le han hecho comprender muchas cosas. Se aferró por años al amor que sentía por Michael y le permitió abusar de ella en todos los sentidos, eso ha generado un profundo resentimiento hacia él y solo piensa en la mejor manera de vengarse.

- ¿De verdad crees qué pagándole con la misma moneda vas a sanar?

- No tengo duda. Debe de sufrir igual o más que yo.

- Desde mi punto de vista es probable que eso te genere más sufrimiento a la larga. Estoy de acuerdo con que recuperes tu empresa, lo demás no me convence.

- Te juro que jamás había odiado a nadie como lo odio a él. Rompió con todas mis ilusiones.

- Lo entiendo, de verdad. En algún momento de la vida la mayoría de las mujeres nos hemos topado con hombres así, pero lo peor que puedes hacer es permitir que te robe tu esencia. No está en tu naturaleza ser vengativa.

- Mi naturaleza fue ser una chica tonta, romántica, enamorada del amor. No más, Michael acabó con eso.

- Él no te merecía y sé que te hizo mucho daño, te aseguro que en algún lugar del mundo existe un hombre que va a ayudarte a sanar esas heridas.

- No pienso volver a enamorarme. Quiero dedicarme a trabajar y convertirme en una mujer exitosa de la cual ningún hombre se burle.

- Estoy a favor de tu éxito, más no con que renuncies a ser feliz.

- Puedo ser feliz sin amor.

- No, todos necesitamos amor.

- Tengo el amor de mi nana y de ustedes que son mis amigos. También el de Abby que es cómo mi hermana.

- Sabes que no es suficiente.

- Lo es para mí, no necesito más.

- Me gusta ver que has recuperado la confianza en ti misma y que no sufres más; sin embargo, tu afán de venganza me preocupa.

- No tienes por qué preocuparte, de verdad. Mi plan es perfecto, Michael va a sufrir, se va a arrepentir de lo que le hizo y lo mejor es que no le van a quedar ganas de volver a jugar con nadie.

- Me preocupas tú, qué te pierdas en el proceso. El odio y la venganza nunca dejan nada bueno.

- Para mí sí. Recuperaré lo que es mío y le daré una lección a ese Infeliz.

- Veo que no hay poder humano que te convenza de lo contrario.

- No, estoy decidida.

Paulette y Émile se han cansado tratando de disuadir a su amiga de tal venganza. Les gustaría que se enfoque en su futuro y que abra su corazón al amor.

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Greg aterriza en París, se siente como un adolescente emocionado. El solo pensar en verla acelera su corazón. Clara lo recibe feliz, para ella no han sido fáciles estos meses.

- Señor Gregory. ¡Qué gusto verlo!

- Clarita, también me da mucho gusto verte.

- Tome asiento, ya le sirvo un café. Ese vuelo es agotador.

- Lo es. Emily, ¿cómo está?

- Muy bien comparado a la última vez que la vio. Sí hubiera llegado unos minutos antes se habría cruzado con ella. Salió temprano a la Universidad.

- Cuéntame que ha pasado en estos meses.

Le relata lo difícil que fue para Emily hacer amistades y comenzar a tener una vida normal. También que su amistad con Paulette y Émile ha resultado benéfica.

- Lo único que me preocupa es que sigue planeando vengarse de ese tipo.

- Yo la entiendo perfectamente. Es lógico que quiera hacerlo pagar.

- Lo sé, pero se está envenenando el alma. ¿Y si su plan no resulta?

- ¿A qué te refieres?

- Temo que caiga nuevamente en los brazos de ese hombre.

- No creo que eso sea posible, Clara. A menos que ella aún tenga sentimientos por él.

- Habla muy poco conmigo sobre sus sentimientos, por eso mi temor.

- Confiemos en que lo ha superado y que es más grande su amor propio que lo que pudiera sentir por él.

La mañana avanza rápido, Greg no deja de pensar en la posibilidad de que Emily aún sienta algo por Michael. La simple idea le molesta. Descubre que son celos y no le gusta sentirse de esa manera.

Dedica algunas horas a revisar correos en su laptop. El sonido de la puerta principal abrirse lo saca de concentración.

La mujer que cruza la puerta no es la misma que despidió hace algunos meses en el aeropuerto. Emily ha cambiado su forma de vestir, su cabello y maquillaje también lucen diferentes.

- Greg, no sabía que llegabas tan temprano.

Hasta su voz es distinta, ya no tiene ese tono dulce y de niña que tenía antes.

- Sí, quise volar de noche. ¿Cómo estás?

Se levanta y se aproxima a la chica que lo saluda con dos besos como se acostumbra en París.

- Muy bien, me ha sentado de maravilla cambiar de aires.

- Sí, puedo notarlo. Estás distinta, menos...

- Menos tonta, supongo.

- No me refería a eso.

- Tranquilo, las cosas como son. Era una niña tonta e ingenua, pero te garantizo que ya no lo soy. He cambiado, sí y no pretendo volver a cometer los mismos errores que cometí en el pasado.

- Has madurado, de eso no me queda duda.

- En seis meses estaré de vuelta en Los Ángeles. ¿Cómo van las cosas en la productora?

- Por extraño que te parezca, tu exmarido ha dejado de oponerse a mis decisiones. Se puede decir que prácticamente es un cero a la izquierda. No opina, no interviene.

- ¿Y no te da desconfianza esa actitud?

- Por supuesto y no he bajado la guardia. Me mantengo atento a cualquier señal de alarma.

- Ok, supongo que decidió dejar los negocios en tus manos por qué aceptó su incapacidad para manejar la productora. Ese es un punto a nuestro favor.

- ¿Has pensado en lo que harás cuando vuelvas?

- Claro, he elaborado un plan para sacar a Michael de escena. Ni se imagina lo que le espera.

El tono en que dijo esa frase confirma lo que Clara le ha venido diciendo desde hace algunos meses, Emily ya no es la misma.