EL HOMBRE OSCURO

Capitulo 17

Hizo su trabajo lo más rápido que pudo, no quería que pensara ese baboso, que lo quería manosear, ¡ja! No pues, ¡qué tal, jum!.

Todo estaba en orden, y se fue a la cocina, a calentar lo que había preparado. El solo observaba en silencio, y dejaba ser.

Sirvió la mesa y le dijo:

_Ven a sentarte, te me comes todo me haces el favor. ¿Quieres recuperarte?, ¿salir rápido de aquí?, Pues bueno, una buena alimentación, es la base para tu pronta recuperación. Así que ven.

En serio que ella no tiene idea enfrente de quien esta, ¡cómo es que puede hablarme así, de esa forma tan…. abierta … y descarada, sin una pizca de pudor y respeto, al peor asesino a sangre fría de este país?. ¿Qué pasa por la mente de esa chica? Se preguntó.

Despacio se fue acercando a la mesa y con dificultad se sentó. Se quedo viendo los platos en silencio. Ella se sentó junto a él.

Oye, no están envenenados, si eso te preguntas. Mira. – cogió una cuchara y probó del plato de él, sopa, arroz, carne, y comía con gusto.

_ Mmmm que rico esta, ¿de verdad que soy una excelente cocinera? 😊

Luego paso a sus platos y siguió haciéndolo. El solo la observaba, había varias cosas aquí, que hacían sentirlo extraño, e incómodo a la vez, pero no era incomodidad de fastidio, era incomodidad a lo desconocido, a lo nuevo. Era la primera vez que recuerda de su existencia, que tenía comida casera y caliente, y era la primera vez que se sentaba en una mesa solo, y más con una chica. Sentía un calor adentro en su pecho, no sabía que era, pero le daban ganas de llorar, era su primera vez en una casa, que olía a casa, a hogar, y el aire que respiraba era suave, limpio, liviano, sin olor a moho, a humedad, a frio y sin la mirada peligrosa de sus compañeros asesinos, fue como si suavemente, comenzara a descargar todas sus maletas, armamento, artillería, todo, y centrarse solo en una cosa, la paz, disfrutar de este momento. Se sintió… tan liviano…, que algo le oprimía el pecho y le daban ganas de llorar, como todo hombre se tragó sus lágrimas, pero por dentro ardía, sollozaba.

Trato de evitar esos pensamientos y suavemente comenzó a probar los alimentos, apenas sintió la primera cucharada, cerro sus ojos, algo explotó en su boca, estrellitas danzaban en su paladar, que delicia, 😊, de verdad cocinaba muy bien. Aceleró su danza con los cubiertos, no comía se embutía todo lo que quería, ella solo se reía en silencio hacia sus adentros, no quería avergonzarlo, pero sentía que hacía mucho tiempo no comía, el solo verlo era gracioso, pero a la vez, nostálgico, ¿por cuánto habrá pasado este hombre?, ¿tendrá familia?, ¿vivirá muy lejos de aquí?... en fin, lo dejaría ser, después miraría que hacer con él, si acompañarlo hasta su casa o que.

Cuando terminaron, ella lo mando a recostarse al sofá, le ajusto la almohada, puso música suave, y comenzó a limpiar su casa. Luego se bañó, se vistió, salió con su mochila a la sala, se acercó junto a él y dijo,

_ Ya debo ir a trabajar, mira, aquí están las medicinas que debes tomarte, te ayudaran a no tener infección, y sanar más rápido. Tómatelas de acuerdo con el horario que te deje escrito aquí, ¿bueno?, quédate aquí, no salgas, yo vendré a medianoche, apenas termine mi turno, ¿está bien?

La cogió de la mano, y viéndola a los ojos le reclamó.

_ En serio crees que te dejare ir? ¿No te parece sospechoso que te quieras ir?, ¿Qué tal estando afuera ya pienses en delatarme, llamando la policía o algo así, ¿no lo crees?, al fin al cabo no me conoces.

_ Acaso estás loco?, como que no me voy a ir, ¿crees que el dinero crece de los árboles?, ¿eh?, mira niñito tonto, no sé en que estas metido, y entiendo perfectamente que desconfíes de mí, ya que así como tú lo dijiste, apenas nos conocemos, pero, te dejare algo muy en claro, y es que no dejare que hagas conmigo lo que quieras, ¿entendiste? ¡Así que apártate de mi camino, que me voy! –

Clerk lo empuja, pero él se sostiene de ella y ambos caen al suelo. Él se queja del dolor de sus heridas, ya que ella cayó encima de él, pero, cuando abre sus ojos y la mira fijamente, cree poder ver dentro de sí misma, sus ojos, son como agua, calma, pureza, belleza.

Ella sintiendo como si revisara su alma, aparta su mirada y lo empuja, y se sienta a un lado, revisando que ninguna herida se le haya abierto a este hombre imprudente.

_ No entiendo cuál es tu miedo hombre grande, por cierto, ¿cómo te llamas?

_Llámame…. Dark. _Por favor, Clerk, no te vayas, no me dejes solo, quédate un poco más, ¿está bien?, hasta que ya me pueda ir, solo un día más, si, ¿por favor?

Clerk lo queda observando fijamente a sus ojos, no entendía como, este hombre con solo verla, podría hacerla caer de un abismo si se lo rogaba y la veía como lo estaba haciendo.

Suspiro, y saco su teléfono, se comunicó con su jefe, e informó que no asistiría una semana por cuestiones personales, que se lo descontaran de su sueldo si era necesario, - ¿Por Dios que estoy haciendo?- pensaba para sus adentros -. En fin, ya estaba hecho. Su jefe se sorprendió, ya que era la primera vez después de tantos años de servicio, se tomaba un descanso, según parece su cuerpo ya había presentado las facturas por no descansar, no le vio problema a su pedido, así que de inmediato.

_Me quedare aquí unos días, ¿contento?, solo hasta que sanes, y vea por mí misma, que tus heridas están mejor y no corres peligro, ¿oíste? Y ya, levántate, el piso esta frio, y tu necesitas estar caliente, comprendes, dame tu mano, ¡arriba!

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Muchas gracias por leer mis bellos lectores. Bendiciones.