Esta historia nos adentrará a un mundo mágico dónde los vampiros y los lobos acompañados de seres mágicos se enfrentarán una vez más por recuperar el poder y el amor.
Belfegor y Liz han tomado la decisión de llevar una vida tranquila y lo más normal posible, ya que su hija la pequeña Gabriela no volvió a dar señas de poseer poder alguno y decidieron que viviría cómo un humano cualquiera sin preocuparse por demonios ni brujas.
Juntos partieron hacía Washington para dar inicio a una nueva vida sin imaginar que en ese lugar su hija conocerá a su gran amor el cual la llevará al extremo del bien y el mal
Acompáñame a descubrir los secretos de esta nueva historia.
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#17. ANGEL O DEMONIO.
¡Tú, maldita!
¿Quién te crees qué eres para dar órdenes en este lugar?
Tú no puedes disponer de mi mercancía, Grito furioso Buer al ver que Amoymon se había llevado a todas las chicas sin que él hubiera recibido la paga por ellas.
Gabriela observó todo el lugar el cual era bastante ostentoso dejando ver que era para gente muy importante, era una lástima que lo utilizarán como un mercado de carné.
Buer se dejó ir sin contemplaciones en contra de Gabriela sabía que tenía un as bajo la manga y estaba seguro de que saldría victorioso en un enfrentamiento en contra de aquella chica pues era una simple humana común y corriente era por eso que su hechizo era más poderoso en ella que en cualquier otra de las chicas.
Belfegor detuvo a Buer en el aire sujetándolo del cuello impidiendo que se le acercará a su hija, ni se te ocurra tocarla con tus asquerosas manos, imbécil o verás como deja de existir el mundo que conoces le susurró al oído con una estruendosa voz que alteró a todos los invitados los cuales estaban dispuestos a pelear si fuese necesario.
Naím dio la orden a los hombres de su clan para qué atacarán inmediatamente a los intrusos.
¡Quiero a esa chica con vida triplicó su precio!
Sabía que Buer al escuchar esas palabras haría hasta lo imposible por entregarsela en charola de plata sin importar que tenga que recurrir a artilugios antiguos.
Si mi hijo no tiene el valor de ponerla en su lugar yo le enseñaré a respetar a un hombre de verdad pero antes la haré gemir como una perra en mi cama.
Dijo esas palabras con una sonrisa en los labios viendo a Belfegor a la cara para que se diera cuenta de quién era él.
¡He dicho que esa mujer es mía!
Dijo Rashid acercándose a Gabriela y plantándole un apasionado beso en los labios, al cual ella correspondió inmediatamente elevando la temperatura de su cuerpo en ese instante dejándose llevar por Rashid.
Era una sensación extraña y adictiva, que hacía que su cuerpo reaccionará inmediatamente al más mínimo contacto de aquel hombre haciendo que ella quisiera más de él.
Era lujuria pura la que desataba en su interior y Rashid lo sentía, sus colmillos se alargaron inmediatamente hablaba tanto probarla así que no lo dudo más y en un ágil movimiento clavó sus colmillos en el fino y delicado cuello de Gabriela perforando su piel sabía que era la única forma de mantenerla como suya delante de todo el mundo y así evitar que su padre o Bashir le pusieran un dedo encima.
Gabriela sintió un hormigueo en todo su cuerpo que la hacía hervir por dentro poniendo todos sus sentidos al límite todo en ella estaba fuera de control estaba al borde de un colapso mental al no saber manejar lo que le estaba sucediendo por dentro y por fuera.
Sus ojos se encendieron en un rojo intenso e intentó moverse para atacar a Naím al escuchar la barbaridad que dijo pero su pequeño y delicado cuerpo no resistió aquella transformación.
Quédate conmigo a mi lado nadie va a tocarte le susurró Rashid al oído y apretó más su diminuta cintura y dio un salto alejándose del centro de atención de su padre, pero como era de esperarse Bashir no pensaba permitir que se saliera con la suya al ver que el padre de aquella chica había detenido a Buer con una sola de sus manos.
Eso era una declaración de guerra pues quería saber quién era su hija en verdad cual era el poder que poseía para hacerla suya y asender al trono.
Belfegor fue el testigo de todo incluso pudo ver aquellas llamas que comenzaban a emanar de la piel de Gabriela pero está se desmayó antes de que ocurriera algún cambio era obvio que no era normal lo extraño era que cuando ella nació venía envuelta en unas alas de ángel y lo que acababa de ver era ...
¡Indicios de un demonio!
El pensar en ello lo tomó por sorpresa bajando la guardia y Buer logró soltarse de su fuerte agarré desvaneciéndose de entre sus fuertes garras en forma de aquel espeso líquido negro y tras un pequeño orificio que se abrió bajo sus pies.
¡Llévatela por favor!
Dijo Belfegor mientras contenía a los vampiros que intentaban llegar a ella.
No te atrevas a desobedecer mis órdenes Rashid.
Dijo Naím furioso al ver como había clavado sus colmillos en aquella chica, si ella en verdad es tu mujer la llevarás a casa de lo contrario la tomaré como mi mujerzuela.
Naím trataba de presionar a su hijo para qué abandonará a la chiquilla y él pudiera saciar el apetito sexual que había despertado al ver cómo lo estaba era igual que su amada Jade.
¡Será que el destino la ha puesto en mi camino para revivir una vez más a mi imperio!
Pensó en sus adentros apretando fuertemente los puños.
Belfegor hizo oídos sordos a las palabras de Naím pues no estaba dispuesto a perder a su hija por un estúpido egocentrista.
Es mi hija de la que estás hablando grito Liz y lanzó un fuerte zarpazo en el rostro de Naím, acertando en el lado izquierdo de su rostro, durante todo ese tiempo Naím había ignorado por completo la presencia de Liz al ser una mujer no le prestó la decida atención fue por eso que ella pudo acercarse a él sin que nadie se interpusiera.
No hables de ella como si fuera una de tus prostitutas viejo rabo verde, ella es mi hija y la respetas o te enseñaré a respetar a una mujer dijo Liz lamiendo la sangre que escurría de sus garras incluso aún pendía de sus afiladas uñas la piel de Naím.
Este se retorcía del dolor pues el golpe había reventado su globo ocular haciendo que Naím se alejará de ella.
Vámonos, te juro que esto no se va a quedar así y la que va a pagar las consecuencias de tus actos va a ser tu hija te lo juro.
Los invitados intentaron proteger a Naím, pero ninguno de ellos estaba a la altura de Belfegor o Liz la cual al ser su pareja tenía una fuerza descomunal.
Rashid desapareció del lugar con Gabriela entre sus brazos aprovechando aquella confusión para evitar que Bashir tratará de hacerle daño no podía pelear con él si ella se encontraba en esas condiciones, pero ya habrá tiempo.
Liz vió cuando Rashid desapareció con su hija, pero no intento detenerlo en ese momento lo mejor era que la pusiera a salvo.
Nibirus estaba atacando a los vampiros y logró exterminar a varios de ellos y a unos cuantos de los invitados que se entrometieron en aquella pelea para proteger a Naím, Belfegor estaba furioso y la orden fue acabar con todos.
Esa orden la siguieron al pie de la letra y no dejaron a nadie con vida excepto Naím el cual alcanzó a huir antes de que el lugar se incendiara por completo con todos ahí dentro.