AETHERIA

Cinco días habían transcurrido desde la épica batalla en el Abismo, y AETHERIA se había transformado en un paraíso de luz y esperanza. Las sombras de Nyx se habían disipado por completo, revelando la belleza y la vitalidad que habían permanecido ocultas durante tanto tiempo. Los reinos, antes divididos por el miedo y la desconfianza, ahora se unían en una celebración de paz y unidad.

La noticia de la victoria de Eli, Erick y Ailan se había extendido como un reguero de pólvora por todo AETHERIA, inspirando alegría y gratitud en los corazones de todos los seres vivos. Los pueblos oprimidos, liberados de la tiranía de Nyx, reconstruían sus hogares y cultivaban sus tierras con renovado vigor. Los guerreros, que habían luchado con valentía junto a los príncipes, regresaban a sus familias, llevando consigo historias de heroísmo y sacrificio.

En el corazón de Eldoria, el castillo real se preparaba para la fiesta de coronación de Eli, Erick y Ailan, un evento que marcaría el comienzo de una nueva era de prosperidad y armonía. Los salones, adornados con flores y tapices de colores, resonaban con música y risas. Los cocineros, trabajando incansablemente, preparaban un banquete digno de los dioses, con manjares de todos los rincones de AETHERIA.

Eli, Erick y Ailan, conscientes de la importancia de la ocasión, se dedicaban a recibir a los invitados y a asegurarse de que todos se sintieran bienvenidos.

Eli, acercándose a un grupo de nobles, les sonrió cálidamente.— "¡Bienvenidos a Eldoria! Es un honor tenerlos aquí en este día tan especial. Espero que hayan tenido un viaje placentero."

Uno de los nobles, inclinándose levemente, respondió:— "Princesa Eli, es un placer estar aquí. Hemos esperado mucho tiempo este día y estamos ansiosos por celebrar con ustedes."

Erick, uniéndose a la conversación, añadió con un tono noble:— "Esperamos que disfruten de la celebración y que sientan la alegría que nos embarga a todos. Hemos trabajado arduamente para reconstruir AETHERIA y este es un momento para celebrar nuestra unidad."

Ailan, observando a los invitados con su mirada penetrante, concluyó:— "Estamos agradecidos por su apoyo y compañía. Juntos, construiremos un futuro mejor para AETHERIA. Si tienen alguna inquietud o sugerencia, no duden en acercarse a nosotros."

A medida que se acercaba la hora de la coronación, una atmósfera de anticipación y emoción se apoderaba del castillo. Los invitados, vestidos con sus mejores galas, se congregaban en el gran salón, esperando con impaciencia el momento en que los tres príncipes serían coronados como los gobernantes de Eldoria.

Oberón, con el corazón lleno de orgullo y gratitud, observaba a sus hijos desde el trono real. Se acercó a ellos y les habló en voz baja.

Oberón, con una voz suave y paternal, dijo:— "Mis hijos, mi mayor tesoro. Han demostrado ser dignos de este honor y estoy seguro de que guiarán a AETHERIA hacia la grandeza. Recuerden siempre que el poder conlleva una gran responsabilidad y que deben gobernar con justicia y compasión."

Eli, tomando la mano de su padre, respondió con determinación:— "Padre, no lo defraudaremos. Hemos aprendido de sus enseñanzas y estamos listos para asumir este desafío."

Erick, asintiendo con firmeza, añadió:— "Gobernaremos juntos, como una familia, y nos aseguraremos de que AETHERIA prospere bajo nuestro liderazgo."

Ailan, con una mirada serena, concluyó:—"Siempre buscaremos la verdad y la justicia en nuestras decisiones, y nos esforzaremos por mantener la paz y la armonía en AETHERIA."

El rey, sintiéndose aliviado y orgulloso, les sonrió con cariño.

Oberón, con una voz llena de emoción, dijo—"Estoy muy orgulloso de ustedes. Ahora, vayan y prepárense para la coronación. El pueblo de AETHERIA los espera."

Cuando el reloj marcó la medianoche, las puertas del gran salón se abrieron de par en par, y Eli, Erick y Ailan entraron, vestidos con túnicas reales bordadas con hilos de oro y plata. La multitud, impresionada por su belleza y gracia, estalló en aplausos y vítores.

Oberón se levantó de su trono y, con voz solemne, pronunció las palabras de la coronación:

Oberón, con voz resonante y llena de emoción, declaró:— En este día, consagro a Eli, Erick y Ailan como los príncipes de Eldoria, los protectores de AETHERIA y los guardianes de la paz. Que su reinado sea largo y próspero, y que su sabiduría y compasión guíen a nuestro pueblo hacia un futuro de armonía y prosperidad."

Con estas palabras, Oberón colocó las coronas reales sobre las cabezas de Eli, Erick y Ailan, sellando su destino como los gobernantes de Eldoria. La multitud, emocionada por el momento, vitoreó y aplaudió con entusiasmo, celebrando el comienzo de una nueva era de esperanza y unidad.

Eli, dirigiéndose a la multitud, dijo con una voz clara y resonante—Pueblo de AETHERIA, hoy es un día de celebración y esperanza. Juntos, hemos superado la oscuridad y hemos renacido como una nación unida. Prometo dedicar mi vida a servirles y a protegerlos."

Erick, con un tono firme y valiente, añadió:— "Defenderemos AETHERIA de cualquier amenaza y nos aseguraremos de que todos tengan la oportunidad de prosperar. La valentía y la determinación serán nuestros guías."

Ailan, con una mirada sabia y compasiva, concluyó— "Buscaremos la verdad en todas nuestras acciones y nos esforzaremos por crear un mundo justo y equitativo para todos. La sabiduría y la justicia serán nuestros pilares."

La multitud, inspirada por las palabras de los príncipes, vitoreó con aún más entusiasmo, llenando el gran salón con un clamor de alegría y esperanza. La fiesta de coronación continuó hasta el amanecer, con música, bailes y celebraciones que marcaron el comienzo de una nueva era para AETHERIA.