La Reencarnación De La Duquesa

Alondra volvió al departamento después de las 9 de la noche. A esa hora, David ya se había marchado del departamento.

Dejando a Jade sola. Ya que no podía quedarse otra noche con ella.

Jade seguía leyendo el diario de Marcia, descubriendo tantas cosas por las que tuvo que pasar.

Ya que también fue una víctima de Catalina. No conforme con quitarle el esposo, iba a visitarla de vez en cuando. También le enviaba regalos espantosos con claras advertencias.

Marcia narraba el infierno que fue su vida después de encontrar a Leandro teniendo sexo con Catalina en su oficina.

Cada pagina que lee Jade abre una herida profunda en su corazón, como si ella también hubiera pasado por ese momento tan doloroso.

Sus lágrimas fueron cayendo, mientras cada segundo odiaba a Catalina. Esa mujer era demasiado cruel y se aprovechaba de la bondad de Marcia.

Luego de leer caso todo el libro, Jade escuchó abrir la puerta. Alondra entra a su casa y camina hasta la mesa.

Deja su bolso encima de ella y luego se acerca a Jade para saludarle.

______ Hola, hermosa, vengo muerta. Me duelen los pies horribles.

______ Estuve todo el día caminando de un lado a otro. Como no fue Sarah, me tocó a mi cubrirla. Fue un día fatal.

______ Necesito meter mis pies en agua tibia y relajarme por un largo rato.

_____ Me imaginó que fue un día muy duro. Ve a la bañera, mientras pongo a calentar la cena...

_____ ¿En serio, preparaste la cena? No puedo creerlo.

______ Espero que no se te haya quemado o esté muy salado o no tenga sal. ____ Comentó Alondra.

La verdad era que fue David quien dejó la comida lista. Jade solo tenía que ponerlo a calentar por unos minutos y estaría listo para servirlo.

_______ ¿No me crees capaz de hacer algo delicioso? ___ Preguntó Jade con seriedad.

______ Te voy a hacer muy honesta. La verdad, no.

______ Tú no naciste para cocinar. Tú eres más como para ganar dinero. El abuelo te dejó muchas empresas y si no te pones viva. Quien se va a quedar con ellas será el idiota de Leandro.

Jade sonrió cariñosamente, Marcia en su libro hablaba cosas muy buenas de Alondra. A pesar de que no llevaban la misma sangre, siempre se llevaron muy bien, hasta el día en que de caso con Leandro.

______ ¿Puedo darte un abrazo? ___ Preguntó Jade.

______ ¡¿Somos hermanas, no?! Puedes darme todos los abrazos del mundo...

Jade se arrojó a los brazos de su hermana Alondra y le dio un beso en la mejilla. Alondra sí sabía ser una buena hermana.

Tan diferente a Isabela. Luego del abrazo, Alondra fue a darse un baño, mientras Jade hizo lo que David le enseñó.

...Semanas después...

Los días comenzaron a pasar muy rápido. La primera cita para el divorcio se llevó a cabo en los juzgados de lo familiar.

Leandro llegó acompañado de sus dos abogados. Eran considerados unos de los mejores de la ciudad.

Por ahora no le convenía divorciarse de Marcia. Aún no conseguía lo que tanto anhelaba y era tener el poder absoluto de todo su fortuna.

Afuera de las oficinas, estaba una mujer a la cual Leandro conocía muy bien. Ella le sonrió y luego se marchó, sin antes dejarle una nota a Leandro en la palma de su mano.

_____ Señor, la primera audiencia se retrasó una hora, por favor, espere afuera.

El secretario del juez salió a informarle a Leandro. Se le hizo muy extraño que algo como eso pasara, sin embargo, no dijo nada, Marcia todavía no llegaba.

_____ Esperemos entonces... ___ Expresó Leandro con molestia.

Se sentó en una de las sillas y abrió la palma de su mano. La nota en el papel decía.

..."No te preocupes, ya arreglé todo"...

Leandro vuelve a cerrar la palma de su mamo con fuerza. Apretó tanto los dientes que se escucharon rechinar.

..."Maldita seas Marcia"...

Leandro maldigo en su corazón a Marcia, si tan solo hubiera muerto en ese accidente, él ahora estaría con la mujer que ama.

Transcurrió unos minutos y por fin llegó Marcia. Llegó acompañada de dos abogados, un hombre y una mujer. También la acompañó Alondra.

David solo esperaría noticia, ya que su presencia solo provocaría más tormenta de escándalos si Leandro se atreve a faltarle el respeto a Jade.

Al verla llegar, Leandro se puso de pie, suavizando su expresión. Una sonrisa aparece entre sus labios y se acerca a Jade.

______ Marcia, a penas logré reconocerte. Te has puesto demasiado hermosa en este tiempo.

Jade usaba un vestido de color rojo, muy similar al que Catalina usó cuando fue a verla al departamento de su hermana.

Su cabello caía por sus hombros y su espalda, reflejando lo hermosa y sensual que era.

También usó un maquillaje notorio, resaltando más su belleza. Sus labios color vino era lo que más resaltó en ese momento.

Leandro nunca había visto a Marcia lucir tan bella.

______ Señor Salazar. Usted sigue luciendo tal y como lo recuerdo. No ha cambiado en nada en estos días. ___ Contestó Jade, recorriendo el cuerpo de Leandro.

______ ¿Podemos conversar un momento?

Leandro intentaba convencer a Jade de no divorciarse, sin embargo, ella contestó.

______ Usted y yo no tenemos nada que conversar. Solo firme el divorcio y de por terminado este matrimonio.

Leandro dibujó una leve sonrisa y responde.

_______ Mi querida Marcia, ¿en verdad crees que es tan sencillo deshacerte de mí?

______ Si quieres el divorcio debes darme lo que me corresponde por todos los años que he trabajado en las empresas de tu familia.

______ Olvidate de que te daré un solo dólar. Un hombre como tú no merece nada.

______ Además, quiero ver cuando tu amante te abandone porque ya no podrás darle la vida de reina a la cual está acostumbrada.

Leandro toma a Jade del brazo totalmente enojado por sus palabras. En el fondo de su corazón sabía que la chica tenía razón.

Si perdía todo, Catalina se iría de su lado. Ella no estaba dispuesta a quedarse con un hombre el cual no le ofreciera nada.