AHORA SÍ SERÉ LA VILLANA

cuando el duque despertó, no sabía nada, ni siquiera en donde estaba ni mucho menos quien era. encontrandose con una mujer que aseguraba ser su esposa y que tampoco recordaba. pero de su boca salió que su esposa estaba muerta. no sabía si eso era cierto o no, pero eso en este momento era irrelevante.

● Pedro Guzmán había despertado en el cuerpo del duque, pero él tampoco recordaba nada de su vida pasada, ni siquiera de lo que había visto en las profundidades del mar. pero si de algo estaba seguro es que el no era el mismo

Y no estaba equivocado, el ya no era pedro pero él duque ya tampoco era Sebastián.

El dolor de cabeza lo atormento y calló en la inconsciencia en donde un solo rostro apareció delante de él, su hija, sabía que de cualquier manera debía protegerla, sin importar cuantas cabezas tuviera que tumbar. sentía que matar no era difícil para el.

después de despertar, el solo sabía lo básico de él, su nombre y algunas cosas. tardo casi una semana en recuperación, en compañía de aquella mujer que se hacía llamar su esposa. pero que si su intuición no le fallaba, no era una buena persona, así que decidió estar con la guardia alta.

cuando por fin se recuperó, aquella mujer intento entrar en su cama pero con la escusa qué iría a la guerra y el viaje era largo. no podía desperdiciar energía, sé pudo zafar de aquella mujer.

A la mañana siguiente a primera hora salió como alma qué lleva el diablo.

había algo en aquellas mujeres que le decía peligro, aún no podía creer como fue que se casó, el aun no podía recordar nada.

regreso a la guerra, al parecer su mente no funcionaba tan bien pero su cuerpo si, la lucha de espada le salía tan natural.

meses después la guerra terminó y con todo el pesar de su corazón, fue a recoger a aquellas mujeres. Su voces le resultaban tan chillaste qué prefirió ir fuera del carruaje y hacer todo el viaje en caballo, con sus demás caballeros.

en la actualidad

Controlate o terminaras contándoles la cabeza _ se decía así mismo pues cada vez que salía, su hija era víctimas de esas mujeres. estaba pensando en divorciarse pero eso seria una vergüenza para el y para ellas, al final no podía ser tan cruel, pero si rebazaban su límite, estaba seguro que terminaría viudo.

en la habitación de Sol

sol: tranquila abuela, estoy bien, fue un accidente

Sol no quería que su ahora abuela se sintiera mal y enfermara por pensar mucho.

magnolia: mi niña, por favor aléjate de esas serpientes, no quiero que te dañen

Sol: está bien, lo aré, pero de verdad fue un accidente y fue mi culpa, pero no le digas a nadie _ se rie, despues hace puchero, sacándole una sonrisa a magnolia.

Sol: Rosita, búscame una ropa para entrenar, iré a la habitación secreta

Rosita: pero señorita, usted está herida, no puede

Sol: tranquila, ya estoy bien, mira

Sol bajo un poco el escote de su bluzon haciendo que Rosita se sonroje.

Rosita: Sol, no debería hacer eso, usted es una señorita de clase alta, imagínese qué alguien más La mire, su reputación...

sol: Rosita, aprende esto, la que no es put* no disfruta

Rosita: que es put*

Sol: jajaja lo olvidaba, mujer ligera o zorra

Rosita: señorita, como sé le ocurre decir esas cosas

Sol: jajaja tranquila, no are nada malo sí, pura y casta hasta el matrimonio. ya lo se

Rosita se fue y busco uno de los atuendos nuevos qué su costurera favorita le había confeccionado.

(la mayoría de la tela utilizada para esos atuendos era la que normalmente utilizaban para los trajes de los caballeros, la que ba debajo de la armadura, solo que ella no utilizaba armadura y los había hecho un tanto femeninos pero tenia para cualquier tipo de situaciones)

Sol: está hermoso verdad, ahora voy al baño a vestirme, estén tranquila, solo iré a entrenar un poco.

después de un momento Sol salió de su habitación y con cuidado fue a la habitación qué tenía de gimnasio. A ella no le importaba qué vieran su ropa, pero no quería ser interrumpida en su lugar de entrenamiento.

una vez dentro, vendo con mucho cuidado sus manos, en especial sus nudillo y comenzó a dar golpes suaves y cortos, eso solo mientras calentaba. una vez lista, comenzó a dar golpes más fuerte y rapidos, aun se consideraba débil, pero sin duda a comparación de cuando comenzó, había un gran avance. ahora quería practicar lucha cuerpo a cuerpo, había visto que en esta época la lucha cuerpo a cuerpo, son solo golpes, no hay técnica de ningun tipo, claro, son bueno en artes marciales pero solo lo referente a una pelea, no hay más y eso me frustra un poco, que no puedan defenderse de otros modos o someter a sus oponentes. por lo menos que le piquen el ojo. Bueno, ya me exalte. debo buscar un candidato para la pelea cuerpo a cuerpo y después enseñarle a los demás.

estaba tan concentrada qué no escuche cuando mi habitación fue invadida por una rata. La cual se me guindo de mi hermoso cabello.

Sandra: maldita, por tu culpa el duque casi me corta el cuello

la maldita me agarro por la espalda y me estaba sarandeando.

no sabía si funcionaria o más bien si tendría la fuerza necesaria ya que el maldito vestido qué usa esa mujer pesa más que ella.

con agilidad tome su brazo, lo jale, la eleve y la ice caer se espalda.

ella pegó un grito al golpear el suelo pero ni aun así me soltó, es más me llevo con ella.

aprovechando eso, me monte arriba de ella y yo también la tome por los pelos. tenía pensado darle unos buenos golpes, pero dejaría evidencia así que me le tire como una gata, igual que ella.

ya me había cansado, así que eleve su cabeza y la estrelle un par de veces al suelo, hasta que lermino desmayada.

me levanté y le di una patada en el estómago, me iba a ir y dejarla ahí pero esa maldita era capaz de arruinar mis cosas.

tome sus brazos y la arrastre hasta llevarla a la sala. Gracias a dios no había nadie así que era su palabra contra la mía.

rápidamente subí a mi habitación, peine mi cabello, me coloque mi bata y me acosté a dormir. Yo aún estaba combaleciente.

Magnolia y Rosita estaban en mi habitación, ahí las había dejado por si las sudas alguien llegaba, que dijera que estaba en el baño o algo así. ellas eran mi coartada, yo nunca salí de la habitación.