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La Obsesión Del Jefe De La Mafia

La Obsesión Del Jefe De La Mafia

Status: En proceso
Genre:Mafia / Casarse por embarazo / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:65k
Nilai: 5
nombre de autor: Yesenia Stefany Bello González

Una noche. Un secreto. Una obsesión que lo cambiará todo.

Stefania solo buscaba escapar.
Damián solo buscaba control.
Pero cuando sus mundos chocan en Atenas, el deseo los arrastra a una noche tan intensa que marca a fuego sus almas.

Ella huye antes de que él descubra quién es.
Él la busca sin saber cómo encontrarla.

Lo que ninguno imagina es que un lazo invisible ya los ata para siempre:
un hijo concebido entre la oscuridad y la pasión.

Cuando la verdad salga a la luz, deberán enfrentarse a sus familias, a sus demonios…
y a una obsesión que ni el tiempo ni la distancia han podido destruir.

La Obsesión del Jefe de la Mafia.
Un romance oscuro donde amar es peligroso…
pero pertenecer es inevitable.

NovelToon tiene autorización de Yesenia Stefany Bello González para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Paladar de niño

Damián

Miro a la belleza a mi lado y no puedo evitar sonreír cuando se cruza de brazos, molesta.

–No estoy vestida para ir a un restaurante, y no sé si quiero comer contigo.

Auch. Aquí va ella nuevamente a pisotear mi ego.

Debería dejar de estar comportándome como un adolescente pillado por la chica popular del colegio, pero no puedo detenerme.

Sus ojos grises tienen una insolencia que quisiera dominar y no pienso rendirme hasta tenerla rogando por mi toque.

Mi polla le enseñará una lección que no olvidará en su vida.

–No iremos a un restaurante –digo mientras sigo tirando de ella.

–¡No comeré cualquier porquería! –devuelve cuando llegamos a una calle llena de pequeños locales frente a la playa–. No como comida de la calle –dice arrugando su ceño mirando los pescados colgando de pequeños cables en el frontis de la mayoría de los puestos de comida–. Voy a vomitar –agrega haciendo un gesto de asco como si se tratara de una niña chiquita.

–No seas melosa.

–¡No lo soy! –devuelve mientras comienza a retroceder cuando me detengo frente a uno de mis locales de comida callejera favorita–. Eso es asqueroso –dice apuntando una bandeja llena de cabezas de distintos pescados.

–El pescado es bueno para tu salud.

Todo su rostro se pone verde. –Prefiero una hamburguesa. Podemos ir a un McDonald, ¿qué dices?

–¿Tienes cinco años? –pregunto antes de pedirle en griego a la dueña del local dos órdenes de pescado a la parrilla y taramosalata con pan pita. La dueña le grita las instrucciones al cocinero, quien gruñe de vuelta que estará listo en cinco minutos–. Cinco minutos –le aclaro a la belleza con el ceño fruncido en inglés–. ¿Me vas a decir tu nombre?

–Afrodita –miente.

–Sé que ese no es tu nombre –devuelvo–. Aunque deberías llamarte así –concedo–. Nadie podría usar mejor ese nombre que tú.

Pone los ojos en blanco. –Si crees que engatusándome con frases baratas harás que me coma eso –dice apuntando al local–, estás muy equivocado. Tengo un paladar exigente.

Suelto una risotada. –¿Y McDonald te parece el lugar correcto para personas con paladar exigente?

–¡Tienen hamburguesas y papas fritas! –grita con un toque de desesperación mirando al cocinero voltear los pescados en la pequeña parrilla–. Tienen todo lo que está bien en esta vida.

–No tienes cinco años –le recuerdo.

–Quiero una hamburguesa y un batido de chocolate –ruega con sus enormes ojos grises asustados–. Te la chuparé si me compras una hamburguesa.

Vuelvo a reír. –Prefiero verte comer lo que pedí.

–¿Antes que tener tu polla en mi garganta?

La imagen de esa boca rodeándome me pone a mil, pero me controlo. Quiero empujar sus límites y empezaré con la comida.

–Sí –digo justo cuando el cocinero grita que está listo.

Tomo los envases de plástico con la deliciosa comida y tomo la mano de Afrodita, según lo que ella dice, aunque no creo ni por un segundo que ese sea su verdadero nombre, y camino con ella hasta un lugar vacío frente a la playa.

–Siéntate –ordeno.

Primero me enseña su lengua, reafirmando que tiene cinco años, antes de dejar caer su precioso trasero sobre la arena blanca.

–No pienso comer eso –dice cruzándose de brazos, elevando sus pechos unos centímetros, llevándose todo pensamiento coherente lejos–. Además, sus cabezas siguen en sus cuerpos. Eso es crueldad. No quiero saber de qué animal viene la comida que meto a mi boca. McDonald nunca me haría algo así. ¿Me estás escuchando? –pregunta golpeando mi brazo con la palma de su mano, obligándome a alejar mis ojos de sus pechos y de la forma en que la tela de su bikini se mueve con cada movimiento que hace, dejándome ver cada vez un poco más de piel.

Ya vi sus pechos desnudos, lo sé, pero hay algo realmente erótico en la forma que su bikini enseña y cubre la piel de sus pechos, prometiendo un poco más cada vez que se inclina, es hipnótico.

–¡Te estoy hablando! –sisea y vuelve a golpear mi brazo–. Si tanto quieres ver mis pechos desnudos –continúa molesta ante de sacarse la parte de arriba del bikini–. Ahí los tienes. Ahora, llévame a un puto McDonald.

La visión de esos pechos perfectos flotando delante de mis ojos me quita hasta el hambre, a pesar que el olor del pescado y el pan pita recién hecho tientan a mi nariz y a mi estómago.

Hay docenas de mujeres enseñando sus pechos a nuestro alrededor. Esto es Atenas y a las mujeres les encanta tomar sol sin la parte de arriba, pero hay algo diferente en esta mujer.

Algo que me hipnotiza.

–Por favor –insiste poniéndose de rodillas y sentándose sobre mí a horcajadas. Mi polla se endurece a la velocidad de la luz mientras sus pechos desnudos flotan frente a mi boca.

–Vas a tener que comerte todo –gruño frente a su boca.

Sus ojos se encienden y una sonrisa preciosa tira de sus labios. –Me comeré todo, incluso lameré mis labios, pero tienes que llevarme a comer una hamburguesa primero y olvidarte de eso –dice mirando con pánico la comida que compré–. ¿Por favor? –pide mientras mueve su trasero, arrancándome un suspiro tembloroso de mis labios.

Esta mujer acabará conmigo.

–Solo prueba un poco –insisto, decidido a dominar esa insolencia y rebeldía que expele con tan solo existir.

–Pero… tiene su cabeza –dice haciendo el mohín más tentador que he visto en mi vida–. No quiero comer algo que todavía tiene su cabeza. –Vuelve a mover su trasero mientras enreda sus dedos en mi cabello–, pero hay otras cosas que me encantaría comer.

Tomo su barbilla y empujo su boca a la mía, pero sin llegar a tocarnos. Besarla ahora sería muy fácil y no me gustan las cosas fáciles, me gustan los retos y quizá por eso estoy siguiendo a esta mujer.

–Come –ordeno.

Se baja de mi regazo y quisiera maldecir al perder su calor y peso, pero me obligo a mantener la calma.

–Ese puré rosado no se ve tan mal –dice apuntando a la taramosalata–. ¿Es de fresas?

Me muerdo los labios y me obligo a callar. –Adelante –la invito.

Toma la cuchara de plástico y se lleva un poco a su boca. En cuánto el puré está en su boca, su ceño se arruga.

–¿Por qué es salado? –pregunta mientras lucha contra una arcada–. ¿Qué mierda es esto?

–Es una emulsión de huevas de pescado –respondo y no puedo evitar soltar una carcajada cuando sus ojos me miran traicionados.

Se levanta y corre hasta una enorme roca antes de comenzar a vomitar. Tomo su cabello, todavía sorprendido de su reacción a este exquisito plato.

–No puede ser tan malo –digo, pero me callo cuando sigue vomitando mientras sus ojos me miran con odio.

–Esto es lo más asqueroso que he tenido en mi boca, y eso incluye la polla de mi primer novio en secundaria –se queja antes de levantarse–. Nos vemos en otra vida, idiota –sisea antes de alejarse.

Me quedo mirándola, como el idiota que me acusa de ser, antes de volver a reír.

Dominar a esta mujer será tan satisfactorio como delicioso. Apenas puedo esperar.

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Mariela Alejandra Gonzalez
hay autora estaba sin camisa!!! no otra ves???? la cosas se muestran cono se las escriben!! me encanta!!
Nancy Parraga
Creo que no tiene miedo lo de el es soberbia además el vivió cosas duras
Suleima Dominguez Guzman
gracias Yesenia por este capítulo
Dulce María Canelon Marin
bueno un poquito de fé no le hace mal a nadie
Dulce María Canelon Marin
muchacho pero a ti quien te dijo, que a la esposa se le ordena, como si fuera u o de tus hombres es que tú de vistes de haberte caído de chivo de pana que sii
Dulce María Canelon Marin
muchacho pero a ti quien te dijo, que a la esposa se le ordena, como si fuera u o de tus hombres es que tú de vistes de haberte caído de chivo de pana que sii
Kim Nava
no seas cobarde Damian stefy tiene razón si en verdad la más ella te ama los dos se aman su amor debe ser una fortaleza
Marlenis Amaya
Damian tranquilo hombre entrégate al amor, deja el miedo q tanto
Linilda Tibisay Aguilera Romero
así es Damien debes dejar los miedos y arriesgarte
Isabel Balbuena
exacto Stefy no pudiste decirle mejor las cosas... el tiene que cambiar por sus hijos, por ti Pero debe hacerlo el
Isabel Balbuena
bien dicho Stefy es hora de que le digas cuánto te lastima con su indiferencia
Isabel Balbuena
siii niña por favor calma esas hormonas hay que resistir un poco más antes de caer en la tentación 🤭🥰
Isabel Balbuena
jaja el intento hiciste Damián... bien por ti jaja
Isabel Balbuena
jajaja hay Stefano jajaja que haremos contigo... sobre proteges demasiado a Stefy hahaha🥰🥰
Paola castro
como detesto cuando una mujer se arrastra por amor y es migajera y pone como escusa a los hijos
🍀Móni🍀
Ayyy si Damián, deja tu miedo de lado y trata de ser feliz plenamente con Stefy, Tus hijos merecen disfrutar de un hogar lleno de mucho amor y felicidad
Nairobis Cardozo Portillo: Muy cierto 👌
total 1 replies
Rocio Veronica Azca Albornoz
demian tiene que dejar atrás sus temores y luchar contra ellos para poder ser feliz junto a Estefany y sus bebés
Margarita Contreras
así terminó ?/Grievance/
Haydee Neyra
hermoso libro gracias
Yesenia Bello González: Gracias por leer y por la puntuación 💛 😊 💕 🙌 💜 ♥️ 💛
total 1 replies
Marita Peña
HAY DAMIAN HOMBRES POR DIOS
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