La Obsesión Del CEO

.El sonido del portón abriéndose hizo que regresara en mi, tomé una bocanada de aire bastante enorme antes de finalmente entrar, mi respiración se agitaba y las manos me temblaron, era inaceptable que después de casi tres años siguiera igual.

.La puerta se abrió junto con una doncella en el interior, la cual amablemente me invitó a pasar, caminé por el pasillo hasta llegar a la sala principal, donde allí me aguardaban.

.Narrador:

.Alexandra se detuvo al llegar frente a aquellas personas, un hombre de más o menos cincuenta años, su no bre era Alexander, el padre de la jóven,su rostro aún joven no reflejaba la edad y mucho menos ese cabello negro azabache que aún se conservaba con naturalidad.

.Junto a él se encontraba una mujer al rededor de los cuarenta y tantos, Isabella la madre de la jóven,su semblante pálido, ojos azules y cabello bastante oscuro permanecía con una triste sonrisa.

.Por último, una mujer de veinticinco años, la hermana mayor de Alexandra,su nombre era Elizabeth, tenía la tez pálida, cabello y ojos oscuros como su padre.

.—Alexandra—Elizabeth dijo fríamente.

.—Hija,es bueno que hayas llegado—Alexander con una voz sin emoción alguna saludó.

.—Mi bebé, finalmente llegas—Isabella, rompió en llanto antes de lanzarse a los brazos de su hija.

.—Mamita—la única muestra de afecto de Alexandra era por aquella mujer.

.—Mi niña, te extrañé muchísimo, pensé que no volvería a verte, estás más hermosa que nunca—Isabella dijo dulcemente mientras acariciaba el rostro de la joven.

.—Yo también te extrañé muchísimo mamita de mi corazón, cada día me parezco más a ti—Alexandra respondió con una sonrisa.

.—Mi señor, no quisiera molestar, Pero el señor ha llegado—la voz de una empleada se escuchó.

.—Asi que ya llegó eh,¿Tú lo conoces mamita? —Alexandra preguntó con un susurro.

.—Aún no mi princesa, también me estoy enterando hasta ahora —Isabella respondió.

.Narra Alexandra:

.La felicidad había regresado a mi, al estar en los brazos de mi adorada madre, la que siempre había estado de mi lado y me apoyaba en todas las decisiones. Mi tío finalmente había llegado, se pudo escuchar el auto estacionar antes de que finalmente atravesara la puerta.

.Los zapatos negros elegantes y bastante costosos asomaron de primeras, seguidos por unas largas piernas cubiertas por un traje de color negro, camisa blanca con unos botones desabrochados hasta dejar al descubierto gran parte de su torso. Su rostro cubierto por la oscuridad finalmente se mostró.

.Mi corazón se detuvo por un instante y en menos de un segundo volvió a latir como si fuese un caballo desbocado, mi cuerpo se derrumbó.

.—Alexandra—la voz gruesa y ronca proveniente de aquel hombre resonó en mis tímpanos mientras su manos se estiraban,rápidamente fuí tomada en brazos por ese hombre.El cual me sostuvo y evitó que hubiese caído, pero esto no podía ser, debía ser un mal sueño o quizás una pesadilla, el hombre frente a mi no podía ser mi tío, no podía.