¿Es posible volver a amar después de una ruptura? Cinco años después de romper su compromiso, Gus y Félix vuelven a cruzar miradas. El pasado regresa como una herida abierta, trayendo consigo el amor que nunca murió… y la falta de valor que amenaza con destruirlos. Esta vez, no solo se juegan el corazón: también su última oportunidad de salvarse el uno al otro para poder terminar juntos.
NovelToon tiene autorización de Irwin Saudade para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
JUNTOS
—¿Qué te ha parecido el viaje? —Le preguntó a Ben.
Sostengo una sombrilla para darnos sombra, el calorcito hace que me derrita y él tampoco es la excepción. Es como si fuéramos dos barquillos de vainilla derritiéndose por el sol.
—Me ha gustado. Ya tenía tiempo que no venía a la playa.
—¿Te gusta el mar?
—Casi no.
—¿De verdad?
—Bueno, no es que no me guste, en realidad, no soy fan de nadar en el agua salada porque al salir terminas todo pegajoso y a veces con picazón. ¡La sal quema! Y con el sol, uno se requema más rápido.
Ambos reímos poquito, esa realidad es muy convincente.
—Eso sí, yo por eso prefiero nadar al atardecer.
—¿Qué te ha parecido el viaje?
—Muy interesante.
—Ayer vi que tú y Félix estuvieron juntos un buen rato.
—Tuvimos una buena conversación.
—Me da gusto por ustedes. ¿Puedo preguntarte algo?
—Claro.
—¿Es cierto que ustedes dos fueron novios?
Nunca imaginé que él podría preguntarme eso.
—Sí. Fuimos novios.
—Ayer los estuve observando durante un rato y ambos irradiaban una química tremenda.
—Bueno, es que ahora somos amigos. Por eso sigue habiendo química entre nosotros.
—Espero tener una química similar a la que tienen ustedes.
—Yo sé que la tendrás. Solo deja que las cosas fluyan.
Bajamos una escalinata que conduce a disfrutar de la brisa marina con más libertad. Detrás de mí, Félix viene y Luisa está por bajar.
—¡Voy a saltar y entonces me atrapas! —Dice Luisa.
Félix la mira a los ojos y sonríe con cierta incredulidad. Ni siquiera le da tiempo a él poder ponerse en posición cuando ella se avienta sin miedo. Félix a penas y puede llegar a ella y la carga entre sus brazos.
—¡Eres muy fuerte! —Le dice ella.
—Solo un poco.
Luisa se pone de pie.
—Ese fue apenas el calentamiento. ¡Una vez más! —Ella quiere seguir jugando.
—No Luisa, no más, es suficiente.
—Señor piloto, atrápeme o si no, no hay problema.
Ella llega a la mitad de la escalinata.
—Luisa no...
Se avienta una vez más, pero Félix no logra atraparla y entonces cae al suelo. Se queda inconsciente, un pequeño hilo de sangre comienza a escurrir de su nariz y todos se angustian. ¡No saben qué hacer!
—Ben, corre, ve a avisar a los salvavidas de la playa, ellos podrán venir a socorrernos.
—Está bien.
—¡Tranquilos! —Me acerco a Luisa, me agacho y compruebo su pulso—. Ella estará bien.
❤️❤️❤️
—Debe reposar —dice el médico al salir de la habitación.
James va a su lado.
—Tranquila Henrrieta, tu hermana se recuperará —Me atrevo a decir.
—¿Te quedarás a cuidar de ella?
—Sí, claro que sí —no dudó en responder.
Entonces mi celular comienza a timbrar. Es una llamada de mi padre. Me aparto de la cama y dirijo mi vista a la ventana de la habitación.
—Hola Papá —digo al responder.
—Hola Gus. ¿Cómo va todo?
Dirijo mi vista a la cama donde está Luisa y Laura se acerca a mi lado.
—¿Cómo estás tú? —Evado su pregunta.
—¡Muy emocionado! Este fin de semana será la fiesta de compromiso. ¿Te dijo su hermana?
—Sí, Laura me comentó algo.
—Me refería a Janet.
—¿Paso algo con Janet?
—Te toca contratar a un fotógrafo y quiero que vengas lo más pronto posible. Hay alguien que debes conocer.
—¿Qué estás tramando?
—Te veo aquí el día de mañana.
—Pero papá...
—¡Ten un buen viaje!
La llamada finaliza, ni siquiera pude explicarle y ahora me encuentro entre la espada y la pared.
—¿Papá? —Laura se dirige a mí.
—Sí.
—¿Qué dijo?
—Quiere verme en casa el día de mañana.
—¡¿Mañana?!
Félix entra a la habitación y su mirada se encuentra con la mía.
—Iré a surtir la receta de medicamentos —nos informa a todos.
Yo no sé cómo procesar lo que mi padre me acaba de pedir.
—¿Podrías llevar a Gus a la terminal de autobuses? —Laura se atreve a pedirle.
—¿Terminal de autobuses? —Él parece desconcertado.
—Sí. Tiene que volver con nuestro padre —le informa mi hermana.
Félix me mira, se acerca con lentitud y se para frente a mí.
—¿No te quedarás? —Su mirada desprende un brillo triste.
—Yo...
—¡No se quedará! Mi padre está impaciente por ver a su hijo —dice Laura.
—No podré quedarme a cuidar de Luisa, pero Ben está aquí y él es un buen muchacho —digo de forma natural—. ¿Verdad, Ben?
—¡Por supuesto! Yo cuidaré de Luisa —responde él.
Félix no desvía la mirada de mí, siento un cosquilleo interesante en mi pecho.
—Te llevaré a la terminal —dice sin alegría.
❤️❤️❤️
—¿Cuando volveremos a vernos? —Me pregunta él.
Estamos sentados, esperando a que mi autobús llegue.
—¡No lo sé! Mi padre festejará su compromiso y estaré ocupado planificando algunas cosas. ¿Te gustaría venir a la fiesta?
—¡Gracias por la invitación! Pero no creo poder asistir. Después de todo no soy del agrado de tu padre.
—Bueno, eso no importa. En estos momentos él está embelesado con su prometida.
Su mirada penetra mis pupilas y durante varios segundos el silencio de nuestras bocas se convierte en un movimiento complejo. Sube su mano a mi mejilla izquierda, con su pulgar aterriza cerca de la comisura de mis labios y acaricia suavemente.
—Tu lunar —dice mirando mi boca—. Siempre me ha gustado este lunar tuyo.
—¿Por qué te gusta mi lunar?
—Porque se roba mi atención cuando te miro de frente.
—¿Por qué me pediste que fuéramos amigos?
—Porque te quiero en mi vida.
—¿Y solo me quieres como amigo? No sé si eres muy miedoso o no te das cuenta de lo que quiero que me digas, pero yo sé que tú no estás siendo sincero contigo mismo.
—¿Por qué lo dices?
—Harry me pidió que te ayude a definir qué es lo quieres hacer con tu vida. Qué quieres dejar las carreras y que también quieres casarte. Dices que no sabes con quien podrías enamorarte pero tienes muchas posibilidades porque eres un hombre famoso. La cuestión es, ¿qué quieres realmente? ¿Qué futura etapa de tu vida quieres finalizar, iniciar o experimentar más?
Su dedo detiene los movimientos sobre mi piel, su mirada irradia confusión y entonces...
—¿Puedo abrazarte? —Su voz me dice que aún no está listo para decir lo que quiere en realidad.
El autobús con destino a Puebla de Zaragoza está en el andén mil quinientos uno, se invita a todos los pasajeros a abordar. ¡Gracias por su atención!