Negocios Con El Destino

Al día siguiente, casi al amanecer Beatriz salió de la base.

- señorita Rhys, la acompañaremos hasta la entrada del imperio Lennox, pero no le podemos asegurar que la dejen pasar.

Beatriz: muchas gracias.

- ¿de verdad se va a ir?

Beatriz: quiero intentarlo, su general ayer me miraba como si quisiera matarme, además el carruaje real vuelve en unos días…

- el General Wilson, es una buena persona, solo es que ha estado… diferente desde que volvió.

Beatriz: entiendo, quizás tiene problemas, pero todos tenemos problemas y cosas, eso no justifica su actitud, yo ni siquiera lo conozco, como para que me trate así…

Cuando Beatriz llego a la entrada del imperio Lennox, unas grandes puertas de metal estaban cerradas… ella estaba con un bolso y una canasta…

[Quizás debi pensarlo mejor, y si me devuelvo… ¡ahhhh! que hago…]

Beatriz respiró profundo y golpeó las grandes puertas, en seguida, apareció un soldado desde una torre cercana…

Beatriz: buen día, soy Beatriz Rhys, quiero entrar al imperio, porque me gustaria hacer negocios aquí.

- señorita, para entrar al imperio se necesita una autorización.

Beatriz: entiendo… bueno… yo…

De repente, una de las puertas se abrió y un hombre alto, cercano a los treinta años, de hombros anchos, ojos azules y cabello negro, con un traje azul oscuro, con detalles en dorado, la miraba incrédulo…

- Hace años que nadie tocaba las puertas del imperio así…

Beatriz: eh… buen día, no quería interrumpir…

- ¿a que viene?

Beatriz: quiero hacer negocios aquí.

El hombre la miro varias veces y con una sonrisa le hizo un gesto a los soldados…

- señorita puede pasar…

Los soldados de la base militar del general, que habían visto todo, estaban sin palabras… cuando accedieron a acompañar a Beatriz, lo hicieron porque jamas, pensaron que realmente, ella se atrevería a golpear las puertas y que mucho menos, le permitirían el ingreso… muy por el contrario, pensaron que si ella veía que sería imposible irse, cambiaria de actitud con el General y podrian seguir comiendo su distinta, pero deliciosa comida…

Cuando Beatriz entro al imperio, noto definitivamente el cambio.

[bien Bea ya no estas en Barnes, este lugar parece una ciudad, las calles son mejores, las viviendas, dios mio, es muy bonito]

Beatriz se distrajo mirando el lugar, que por minutos, se olvido que iba custodiada de soldados.

- señorita, señorita...

Beatriz: perdón señor, pero nunca habia salido del reino, el imperio es realmente sorprendente.

[me pregunto si alguna vez, podre tener una posada aquí… sería un sueño]

- General, lo necesitan.

- señorita acompáñeme…

Beatriz: ¿Qué? ¿yo?

- digamos que aun esta en etapa de invitada, aun la podemos dejar en la frontera o investigar

Beatriz: ¿Qué? ¿Por qué?

- llego a la frontera acompañada de hombres armados del ejercito de Barnes, ¿podria ser usted una espia?

Beatriz: ¿una espia? ¡NO! de verdad…

- hemos sabido que en su reino las mujeres ayudan en algunas misiones de reconocimiento o de investigación, para nosotros no es algo imposible…

[Santo cielo, en que me metí… yo que solo quiero vender mi comidita aquí]

Beatriz: señor, de verdad, no soy una espia…

- entonces hoy me acompañara, si vemos que no es una amenaza, podrá continuar su recorrido… ¿le parece?

Beatriz: si señor…

[santo cielo, dame la fuerza para no decir nada malo, bueno, no soy una espía, ni siquiera me simpatizaron los militares de la base… ¡ay dioses!]

- señorita ¿todo bien?

Beatriz: si señor… disculpe una consulta…

- digame…

Beatriz: ¿Cómo se llama?

- yo soy el General Felipe… Felipe Lennox

Beatriz: buenas tardes, General Lennox, yo soy Beatriz Rhys.

[su apellido es Lennox… tendría que haber respondido yo Beatriz Rhys de Barnes… ¿o no?... quizas es asi porque es de un imperio]