(+ 18 ) Alessandra, es la amada hija del gran empresario Alessandro Sandoval.
Ella hasta los 18 años vivió en burbuja, escondida del mundo real y en una vida de cuento de hadas.
Pero un día se entera que ha vivido en una mentira, se da cuenta que para enfrentar la vida, debe ser fuerte y hacer cosas que jamás imaginó, como cumplir con la voluntad de su Padre, que le pide casarse con su mejor amigo.
Ella cree que será un matrimonio ficticio, pero su deseo por el mejor amigo de su Padre, la hará empezar un juego de seducción inocente, que hará enloquecer a Nicolás su distinguido esposo, y desencadenará una pasion tan desmedida que no podrá ser controlada.
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24- Una sensación jamás sentida...
(Nicolás).
Yo levanto mi vista al hombre que se acerca sin ninguna educación.
Y a pesar de los 4 hombres que se han bajado a su lado, no me atemorizo; pues sé que no tengo nada que temerle, aunque nunca he sido un mafioso como Él, se como actúa este tipo y no tengo miedo a enfrentarlo, ni a El ni a sus matones, aunque ahora debo pensar en la Princess.
—Negrete, la verdad nunca he entendido que te crees tú, para actuar como si el mundo te pertenece, lo peor siendo tan maleducado, que no te importa que todos veamos que jamás recibiste clases de cortesía.—Le digo viéndolo a sus ojos desafiantes, pero ambos sabemos que Él no es un hombre que actúa de frente, pues es un cobarde.
—Nicolás, yo no soy el dueño del mundo...
Pero puedo ponerlo a los pies de esta muñequita.
Alessandro creia tenerla escondida de Mi, pero Yo ya la conozco desde hace años.
Ya la había visto y siempre me ha parecido un verdadero Angel, desde algunos años he querido verla de cerca, ahora que la veo me doy cuenta de que es más bella de lo que pensé... tan bella como su Madre, y En algo tenía razón mi Yernito y es en protegerlas.—Dice el hombre viendo a la Princess.
La actitud de Alessandra es simplemente admirable, su temple, su postura y cara serena sin expresión alguna, pero sin quitar su ojos del hombre que la mira directamente a Ella.
—Mira Negrete, te voy a advertir, te vas a seguir manteniendo al margen, de Alessandra.—Le digo al Maldito mafioso.
—No, no... te estás equivocando Nicolás, esta criatura es celestial, pero quédate con Ella.
Yo, siempre he tenido un fetiche con Marlen Morelos, desde que mi hija me pudio su cabeza, no pude hacerlo, esa mujer no es para matarla...
Esa mujer es para vivirla.
Esa preciosa mujer ahora se quedó sin amante, " Yo quiero consolarla".
Y quiero saber, por qué mi flamante Yerno, jamás pudo dejarla; ¿será que es buena amante?.
Ah, pero aunque no lo haga bien, quiero con Ella, pues desde la primera vez que la vi me dejó soñandola, pero a pesar de lo que digan, soy respetuoso, siempre respete a Alessandro.
Por eso nunca hice nada, pero soy de los que creen que las oportunidades existen por algo y esta es mi oportunidad.
Porque Alessandro ya no está, y su preciosa amante va a necesitar consuelo.
Es tan preciosa, como esta criatura.—Dice el asqueroso hombre, estoy por advertirle que no va a meterse con Ellas, cuando veo a la Princesa.
Y alli va de nuevo.
—Mira degenerado, ya mi Padre me advirtió de ti.
Y Yo te advertiré a ti, de Mi.
Porque a mi, me puedes ver pequeña, pero soy fuerte como mi Padre, más fuerte de lo que te puedas imaginar, asi que es mejor que guardes tu distancia.
No te metas ni conmigo y menos con mi Madre.—Veo a mi Princesa y no deja de sorprenderme su valentía; pero aún así doy un paso y quedando a escasos 20 centímetros del maldito hombre que está serio viendo a Alessandra.
Ahora le digo yo...
—Mira Negrete, no sé que tan estúpido seas, para creer que voy a permitir que te acerques a Marlen y Alessandra.
Por lo que veo, tu estupidez es demasiado desorbitante.
Pero te voy a advertir.
No te acerques a Ellas, y es por tu bien, porque aún no me conoces y no creo que te convenga conocerme.—Le digo y tomo la mano de la Princess y camino con Ella, pasando por en medio de varios matones, dejando al Maldito hombre con su cara enrojecida.
Después de dejar a Negrete parado, le abro la puerta del carro a la mujer que me a impresionado.
Al estár dentro del vehículo, la veo suspirar, y eso me hace pensar que necesito sacarla de este lugar.
— No te preocupes, conozco a Negrete y allí como lo vez, es un cobarde, ademas tenemos algo que lo detiene, el lo sabe y por eso actua así, para hacernos creer que no tiene miedo, pero sabemos que lo tiene.
Ahora olvidémonos de Él.
Conozco un lugar precioso, para que te distraigas, así te olvidas de los malos ratos, que está desgraciada gente te ha hecho pasar.—Le digo tomando su mano.
Ella se queda viendo nuestras manos, luego levanta su vista, y me dice.
—¿Lo podemos dejar para otro día?.
Ahora, prefiero ir a casa, quiero darle un abrazo a mi Madre y luego quiero seguir leyendo lo que Papá me escribió, quieres quedarte y acompañarme a leer.
Y luego almorzamos juntos.—Me dice y Yo no le digo nada, solo llevo su mano a mis labios como lo hice en el ascensor, Ella lo único que hace es mirarme y con eso mi corazón palpita más rápido de lo normal.
Luego veo como reclina su cabeza y cierra sus ojos, al verla me hace querer protegerla.
Pero ya no quiero protegerla de mi.
—Llegamos a casa de Ale.—Le digo.
Ella como toda una Princesa espera a que Yo abra la puerta del vehículo.
Al hacerlo le doy la mano para ayudarle a salir, y empieza a caminar hasta su Madre que sale a recibirnos.
Al estár cerca de Ella, las veo abrazarse, tan fuerte como si de ese abrazo depende su tranquilidad.
Llego hasta donde están las bellas mujeres, la verdad entiendo muy bien la congoja de sus corazones, es porque Alessandro ya no está.
Marlen se separa de su hija, para saludarme e invitarme a pasar, yo camino adelante, mientras las escucho hablar.
—Como sucedió todo cuéntame cariño.—Le dice Marlen a su hija.
Escucho a Alessandra contarle todo a su Madre, omitiendo por completo los altercados con Antonia y con el Padre de esta.
Supongo que es por no agobiarla, pero eso me hace entender que está preocupada y que va a proteger a su Madre.
Después de hablar, de lo sucedido, Ale le dice.
—Mami, Nicolás se va a quedar a comer con nosotras, y Yo quiero aprovechar el tiempo que falta para la comida, para ver algunas cosas con El en la laptop de Papá, estaremos en mi habitación.—Le dice la Princess a su Madre.
Marlen, solo voltea a verme sin decir nada, solo con una muy leve sonrisa.
Alessandra y Yo, subimos por las escaleras, de la hermosa casa de mi mejor amigo, la verdad no sé que quiere mostrarme, pero voy extrañamente feliz de que me esté teniendo tal confianza de llevarme a su habitación.
No me asombro tanto al entrar, pues la elegante y lujosa habitación es justo digna de Ella, todo es perfecto, grande y ordenado, con un espacio separado como un estudio anexo a la zona de descanso.
—Ven siéntase a mi lado .—Me dice al verme parado observando todo.
Yo camino hasta donde está la Preciosa mujer, sentada en una especie de taburete, que está a lado de una mesa de trabajo, me siento pegado a Ella, pero estár tan cerca me inquieta, su suave y exquisito perfume me perturba, al grado de querer acercarme más a Ella.
Carajo Nicolás, que está pasando en tu vida.
Me digo viendo a los ojos de la preciosa mujer, que aun estando tan cerca me mira detenidamente.
—Y... que es lo que quieres mostrarme Princesa.—Le digo tratando de no sonar, como un adolescente nervioso.
—Yo, quiero saber tantas cosas de ti, Nicolás...
Pero ahora quiero mostrarte unos archivos en la Laptop de Papá.
Yo creo que es por eso que me dijo que la laptop, jamás la prestara a nadie, y que solo mi Madre y Tu, deben saber que yo la tengo.
Hay archivos de Antonio Negrete.
Yo no entiendo mucho, pero están aquí, léelos.—Me dice mostrándome los archivos, que de hecho, Yo ya sabía que existían y le explico todo lo que sé.
Son unos documentos que Antonio Negrete envió al banco de New York, para abrir una cuenta millonaria, pero cuando el ejecutivo de la agencia bancaria revisó los documentos, se dio cuenta de la falsedad de estos hay firmas falsificadas de un ejecutivo del banco, el ejecutivo detectó que no era su firma.
También hay unas empresas fantasma, y los dueños de estas empresas son familiares de narcotraficantes.
Obviamente Negrete, jamás pudo abrir la cuenta en el banco donde tu Padre y ahora tu, son accionistas, y Él sabe que tenemos los documentos.
Los directivos del banco incluyendo a Alessandro hicieron las debidas denuncias y al parecer hay una investigación, en curso, pero creemos que hay alguien que está interfiriendo en esa investigación; pero Tu Padre resguardó los documentos, con sellos contables y firmas falsificados, hay unas copias en la caja fuerte que está aqui, en el estudio de tu Padre, y los originales en la caja fuerte del banco y eso a mantenido a Negrete alejado, hasta cierto punto sabe que su libertad dependía de Alessandro.
Alessandro le dijo, que si a El le pasaba algo o a Marlen o a Ti, los documentos serán entregados, y a Negrete no le conviene porque saldría a relucir la familia del narcotraficante que figura en esos documentos.
Pero igual debemos tener mucho cuidado.
Y tu Princesa, no debes preocuparte, Yo sé cómo manejar es asunto, eso es algo que me encargó tu Padre.—Le digo y la veo suspirar con preocupación.
—Nicolás... Yo, necesito que me ayudes a proteger a Mamá, de los Negrete.
Ya no tengo a Papá y solo me queda Ella en la vida.— Me dice y veo rodar lágrimas por sus preciosas mejillas.
—Por supuesto que voy a cuidar de tu Madre, no tienes que pedírmelo.
Pero... debes saber, que tú también me tienes a mi.
Me tienes como nunca me ha tenido nadie jamás.—Le digo pensando en que me tiene hipnotizado con su belleza; y sintiendo cosas extrañas, pero me detengo en decirla.
—¿Como te tengo Nicolás?.—Me dice, hablándome tan suave y tan cerca.
—Me tienes... anonadado con tu belleza y con tu personalidad Princesa, sintiendo cosas extrañas por Ti, pero esto no está bien, no está nada bien.—Le digo viendo sus preciosos ojos, deseando acercarme a Ella y probar el sabor de sus labios color rosa, que se ven tan apetitosos.
Pero en ese momento, escucho que tocan a la puerta, y me alivia no cometer tal error.
Pues debo recordar que debo cuidar a la Princess de mi mismo...