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En Las Garras Del Destino

En Las Garras Del Destino

Status: En proceso
Genre:Mafia / Traiciones y engaños / Diferencia de edad / Triángulo amoroso
Popularitas:1.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Daemin

Anastasia Volkova, una joven de 24 años de una distinguida familia de la alta sociedad rusa vive en un mundo de lujos y privilegios. Su vida da un giro inesperado cuando la mala gestión empresarial de su padre lleva a la familia a tener grandes pérdidas. Desesperado y sin escrúpulos, su padre hace un trato con Nikolái Ivanov, el implacable jefe de la mafia de Moscú, entregando a su hija como garantía para saldar sus deudas.
Nikolái Ivanov es un hombre serio, frío y orgulloso, cuya vida gira en torno al poder y el control. Su hermano menor, Dmitri Ivanov, es su contraparte: detallista, relajado y más accesible. Juntos, gobiernan el submundo criminal de la ciudad con mano de hierro. Atrapada en este oscuro mundo, Anastasia se enfrenta a una realidad que nunca había imaginado.
A medida que se adapta a su nueva vida en la mansión de los Ivanov, Anastasia debe navegar entre la crueldad de Nikolái y la inesperada bondad de Dmitri.

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capitulo 15: Veneno Dulce

[POV' Anastasia]

Yo solo los miré, sin moverme. Entre confundida... y un poco entretenida. No sabía si me daban risa, miedo… o ganas de salir corriendo.

Esos dos no eran normales. Eran como dos polos opuestos con la misma cara, y eso… me desconcertaba. Pero también me dio risa.

Dmitri apareció desde el fondo con ese andar tranquilo, casi indolente, cruzando los brazos mientras se apoyaba de lado contra una de las columnas del pasillo. Tenía una venda discreta sobre el abdomen, apenas visible bajo la camisa que no se molestó en abotonar del todo. La sonrisa colgaba en sus labios con tanta tranquilidad.

—Por si te lo preguntas, no son producto de tu imaginación —dijo mirándome con sorna—. Son reales. Uno es más insoportable que el otro, pero bueno… de algo nos sirven.

Los dos hombres lo miraron al mismo tiempo.

—También te amo, jefe —soltó el del casco, sin dudarlo, con un tono tan natural que hasta pareció sincero.

Dmitri sonrió apenas.

—Ellos son los Greco.

Se tomó su tiempo para decirlo.

—Lukas —dijo, señalando al del casco, el del piercing en el labio, sonrisa de problema y mirada de idiota.

Lukas alzó las cejas y se inclinó con una reverencia exagerada.

—Hola, angelito. Lukas Greco. Un gusto. Solo quiero confirmar algo rapidito: ¿soltera o comprometida?.

Me tomó por sorpresa. Me reí, sin querer. Lo peor fue que hablaba en serio.

—…y Darío —continuó Dmitri, señalando al otro—. Que esa cara de bueno no te engañe.

Darío ni se inmutó. Me miró sin apuro, sin expresion. Pero justo antes de apartar la vista, una sonrisa mínima, casi imperceptible, se dibujó en la comisura de sus labios. No fue cálida. Ni burlona.

Era como si hubiera terminado de escanearme y la conclusión le pareciera… irrelevante.

Como si pensara: “Ok, ya entendí. Suficiente.”

Y por alguna razón… eso me incomodó más que si me hubiera dicho algo.

Lukas le dio un codazo con disimulo.

—Dale, decí algo. Vas a hacerla pensar que sos mudo… o un sociópata.

Darío soltó una sonrisa mínima, sin emoción.

—Ya la miré. Es más que suficiente.

Lo dijo como quien marca un límite, no como quien saluda.

Yo lo miré un segundo y solté sin pensar:

—Qué tipo tan… cordial.—murmure.

Dmitri se rió por detrás.

—Te dije que están mal… pero son útiles.

—¿"Mal"? —dijo Lukas, indignado, llevándose la mano al pecho como actor dramático—. Estoy ofendido. Yo vine por acción, y me encontré con un ángel… eso deja idiota a cualquiera.

— Mejor callate —gruñó Darío, ya caminando hacia el pasillo con su expresión de “me aburrí de todos”.

Dmitri hizo una seña a uno de los hombres que esperaba en la entrada. El tipo asintió, entendiendo sin palabras.

—Las habitaciones están listas —murmuró Dmitri, dirigiéndose a mí con ese tono entre cuidado y mando que solo él tenía—. No es la mansión, pero por esta noche… será nuestro refugio.

Nikolái apareció justo en ese momento.

—Descansen. —Su voz fue una orden directa, sin espacio a réplica—. Mañana volveremos a la mansión.

...---------------- ...

La noche había caído con una calma casi engañosa. Después del caos de aquella tarde, la casa temporal estaba en silencio cómodo. Las luces estaban bajas, y el murmullo lejano de alguna conversación se perdía en los pasillos.

Acababa de salir del baño. Me até la toalla al cuerpo y caminé hasta la cama con el cabello aún húmedo, la piel caliente por el agua, pero con un escalofrío que no venía del frío.

Me senté sin pensar demasiado, dejando que el silencio llenara la habitación. No me cambié. Ni siquiera me sequé bien. El cuerpo parecía cargado de algo más pesado que el cansancio: tensión.

El tipo de tensión que no se quita con agua caliente.

Me quedé así un rato. Sin moverme. Solo respirando hondo, como si eso fuera suficiente para bajar el ritmo del corazón.

Y entonces la mente empezó a reproducir todo.

Los besos.

Uno que me rompió las defensas sin tanto esfuerzo.

Y otro… que me tocó algo que no pensé que existía.

Todo eso me daba vueltas en la cabeza como si fuera imposible de procesar. Como si ni siquiera supiera cómo se suponía que debía sentirme.

Y justo cuando empecé a quedarme en blanco, dos golpes secos sonaron en la puerta.

—Voy a entrar —dijo la voz al otro lado.

Ni siquiera espero respuesta.

La puerta se abrió, y lo primero que vi fue a Nikolái llenando el umbral.

Tenía el cabello aún húmedo, caído hacia un lado, y gotas bajando lento por su clavícula. Llevaba solo un pantalón oscuro, bajo, que dejaba a la vista su torso marcado.

No tenía que hacer nada más. Solo estar ahí.

Y juro que no podía dejar de mirarlo.

—¿por qué no bajaste a cenar?—preguntó, pero su tono era seco. Más que una pregunta, sonó a inspección. Como si evaluara daños. Como si fuera su deber asegurarse de que estuviera entera… porque era suya.

Asentí, intentando sonar firme.

—No. tenía hambre.

—No sabes mentir—dijo, caminando hacia mí. Sin apuro, pero con pasos firmes. Como si cada movimiento le perteneciera al espacio.

Me crucé de brazos, incómoda. Pero él ya estaba cerca.

Demasiado.

No me tocó. No aún. Solo se agachó frente a mí, hasta quedar a mi altura. Sus ojos, oscuros, fijos en los míos.

—¿El te besó? —susurró.

Se me fue el aire.

No supe qué decir. No supe si negar. No supe si fingir.

—¿Y te gustó? —añadió, más bajo todavía, pero sin un gramo de suavidad.

Yo parpadeé. La garganta cerrada. El cuerpo paralizado.

—No suelo repetir lo obvio —murmuró, sin apartar la mirada —. Pero tu ya sabés de sobra…

que hay cosas que no se tocan.

¿Eso era lo que yo era? ¿Suya?

Me quedé muda. Pero mi piel hablaba sola.

Nikolái alzó una mano y me tocó la barbilla, apenas. Como si probara algo. Como si decidiera qué hacer conmigo.

Su pulgar pasó por mi labio inferior. Apenas. Pero el impacto fue como fuego directo a los huesos.

—Si te quieres arriesgar… —susurró, mirándome a centímetros—. No pienso ceder. No pienso quedarme tranquilo. Si quieres jugar con fuego… espero que sepas elegir.

Y justo cuando creí que iba a besarme, se levantó.

Me dejó temblando. En la cama. Con la garganta seca y el cuerpo en alerta.

Y se fue.

Así. Como si no hubiera dejado todo mi sistema nervioso a punto de colapsar.

...---------------- ...

[Al día siguiente en otra parte de la ciudad]

[RESIDENCIA VOLKOVA]

El sol golpeaba con arrogancia el portón de hierro forjado de la residencia Volkova. Era un día aparentemente normal. Silencioso. Ordenado. Como todo en esa casa. Hasta que un auto negro de alta gama se detuvo frente a la entrada.

Olga la ama de llaves se asomó a la ventana. Frunció el ceño. No esperaban visitas.

La puerta trasera del vehículo se abrió.

Los tacones finos tocaron el suelo con una seguridad que no se fingía. Traje gris perla, lentes oscuros, bolso de diseñador en una mano y un sobre grueso en la otra. Galina Orlova no pedía permiso. No preguntaba. Entraba. Y el mundo se acomodaba a su paso.

La empleada salió rápido, nerviosa.

—¿Puedo ayudarla?

Galina bajó los lentes solo un poco. La mirada bastó.

—No necesitas ayudarme, solo dile a Mikhail que su cuñada ha llegado.

—¿Señora... Galina?

—Sí. Sorprendida de que aún me recuerden.

Sin esperar más, caminó directo hacia la entrada. En sus ojos no había emoción. Solo determinación. Como si hubiera ensayado este momento durante años.

En el interior, todo era mármol, madera cara y un silencio espeso. Pero la calma se rompió en segundos.

—¿Qué haces tú aquí? —soltó Elena desde la baranda del segundo piso, en bata, pero con labios perfectamente delineados.

Galina la vio como quien mira una mancha en el suelo.

—Elena... —dijo con ese tono gélido que se usa para nombrar enfermedades—. Veo que sigues viva. Lástima.

Elena descendió con lentitud, marcando cada paso como si pisara una pasarela.

—Esta casa no es un sitio para visitas no deseadas.

—Lo sé. Tampoco lo era para amantes —disparó Galina sin pestañear.

La sonrisa de Elena se congeló por medio segundo.

—Mikhail no te recibirá. Está ocupado.

—No me importa si está cagando oro —replicó Galina—. Vine a buscar a mi sobrina.

—Anastasia ya no vive aquí.

Silencio. Frío. Tensión.

Galina frunció el ceño, por primera vez con un atisbo de duda.

—¿Cómo que no vive aquí?

—Se fue. Hace un mes.

—¿Y tú crees que me voy a tragar esa mierda de explicación? —espetó Galina, dando un paso hacia ella—. La última vez que hablamos, me dijiste que Anastasia "necesitaba madurar". Que "aquí estaba aprendiendo". Ahora resulta que se fue y nadie me avisa.

—No tenías por qué saberlo. No eres su madre.

Galina soltó una carcajada seca, sarcástica.

—Tienes razón. Su madre murió. Y tú estabas ocupada consolando a mí cuñado cuando eso pasó.

Elena apretó los puños.

—No voy a discutir contigo.

—Tranquila. No vine a perder mi tiempo contigo —dijo Galina, girándose hacia la empleada—. ¿Dónde está Mikhail?

—En su oficina, señorita Galina—murmuró Olga.

Galina caminó directo al ala derecha de la casa. Como si no hubiera pasado el tiempo. Como si nunca se hubiera ido.

Mikhail estaba sentado detrás de su escritorio, rodeado de libros, whisky y papeles que no necesitaba leer. Cuando escuchó los pasos, no levantó la vista.

—¿Qué pasa ahora, Elena?

—No soy Elena.

La voz lo paralizó. Solo por un segundo. Luego levantó la cabeza.

Galina Orlova.

—No. No, no puede ser.

—Oh, sí puede. Y lo es.

—¿Qué quieres? —bufó él—. No estás invitada.

—Tampoco vine por café. Vine a buscar a Anastasia.

Mikhail se quedó en silencio. Ella lo miraba directo, sin miedo. Sin respeto.

—No está —respondió él al fin.

—Eso ya lo sé —dijo Galina, arrojando el sobre sobre su escritorio—. Esa es una copia del pasaje. Iba a llevármela hoy. Iba a sacarla de aquí. Tengo una casa, tengo espacio, tengo todo. Pero sobre todo, tengo dignidad. Y tú, Mikhail, tú ya no tienes nada.

—Ella no necesita una tía para eso tiene a su padre.

—¿Entonces por qué no está aquí? ¿Por qué Elena dice que se fue? ¿Por qué nadie me dijo nada?

Mikhail se levantó con lentitud. Su figura era fuerte, pero sus ojos… estaban vacíos.

—Ella eligió su destino.

Galina entrecerró los ojos.

—¿Tú escuchas lo que dices? ¿Desde cuándo una chica elige desaparecer sin decir nada? ¿Qué hiciste? ¿Dónde está?

—Eso no es asunto tuyo.

—Claro que es asunto mío —gruñó Galina, golpeando la mesa con ambas manos—. ¡Irina me lo pidió! Me lo pidió antes de morir. Me dijo: “cuida de mi hija si algo me pasa”. ¿Y tú sabes qué hice? Me alejé. Porque creí que tú serías suficiente. ¡Creí que podías cuidarla bien!

—No me vengas con sermones.

—Claro que no. Porque si escuchas, se rompe ese orgullo de mierda. Porque sabes que le fallaste. Y que si Irina pudiera levantarse de la tumba, te escupiría en la cara por lo que hayas hecho.

Mikhail desvió la mirada. Una vena palpitaba en su sien.

—Anastasia está bien. Y está en un lugar... seguro.

—¿“Un lugar seguro” significa qué? ¿Un internado? ¿Un convento? ¿Una casa hogar?

Él no respondió.

Y ese silencio fue lo peor.

—Mikhail... —susurró Galina con la voz quebrada por primera vez—. ¿Dónde está mi sobrina?

Mikhail se giró de espaldas.

—No puedes hacer nada.

—¿Que hiciste con ella? —dijo ella, apenas un susurro.

Él no respondió.

Galina dio un paso atrás. Sus ojos ya no eran fuego. Eran hielo.

—Voy a encontrarla. Te lo juro por Irina, Mikhail. Aunque tenga que remover la ciudad entera. Aunque me cueste la vida.

— Y más te vale que ella esté bien porque no tendré piedad de ti.

Y sin decir más, salió de la oficina. Dejando una tormenta detrás. Galina salió de la casa por dentro ardía. No por la discusión. No por Elena. Ni siquiera por Mikhail.

Era otra cosa.

Un vacío que no sabía cómo nombrar.

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😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
gracias autora por otra vez mostrar a los de está historia.. me gustó mucho que esta vez le colocarás rostro al papá de Nikolai.. al viejo sin vergüenza jajajaja.. al pica flor.. y es que está como los hijos. buenote 🤣🤣😂😂🤗🤗
MinDae: Me alegro de que te haya gustado ☺️🫶🏻
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😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
el que está libre de pecado que tire la primera piedra... más claro de lo que les hablo Nikolai imposible.. 😵‍💫😵‍💫😏😏
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
te quieren destronar Niko.. y quién será ese traidor tan cerca de ti.!!!! 😐😐
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
😱😱😱 que Nikolai herido.. nooooo.!!!
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
sinceramente me encanta tu historia. te lo he dicho desde que la empecé a leer.. Pero sería mucho pedir que nos regales un maratón jajajajaja.. 🤭🤭🤗🤗☺️☺️
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪: jajajaja sería buenísimo.. me encanta el suspenso que llega tu historia. 🫶🏻
MinDae: en esa estoy no te preocupes 😉
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😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
que bueno que ya estás aquí nuevamente autora.. ahora sí, plis deleitanos con más capitulos. mira que los extrañé jajajaja ☺️☺️😎😎
Bianca Diaz Quiroz
yo si te estrañe y me alegro que vuelvas a escribir , pero igual disfruta tus vacaciones 🫰🏻
MinDae: yo también las extrañé un montón! 🥹💛 Para mí, disfrutar de estas mini vacaciones es justamente eso: poder volver a escribir y subir capítulos para ustedes.😌
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Irazu Díaz
tranquila no te estreses , concéntrate en lo mas importante (tus estudios ) y obvio como cada capitulo que nos regalas es muy intrigante me encanta toda via ay muchos secretos x descubrir para entender la historia, animo 👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻🫰🏻🫶🏼
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
😱😱 tía al rescate.!!!
Mauge Albornoz Diaz: hay está historia está buenísima felicidades autora!!
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😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
tranquila autora, te entiendo. pero no te creas si había falta que actualizaras... extrañaba leer lo que seguía a continuación.!!!! y ese Dmitri también quiere probar lo del hermano.. ya veo por dónde va la cosa y como que será un amor de 3 🫣🫣🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪: es que se nota que los 2 de cierto modo gustan de ella y la quieren proteger. y Anastasia bueno quedó perpleja jajaja.. me encanta tu historia te lo dije desde un principio. ☺️☺️
MinDae: 🤭 ay, esa mente tuya... me encanta que estés tan metida en la historia.
Pero tranquila, que aquí nada es casualidad. Dmitri no da un paso sin motivo… y Nikolai tampoco.

¿Amor de 3? No sé...

No te adelanto nada. Pero te prometo que no vas a poder soltarlo.😏😈
total 2 replies
CHANCHI
POBRE ANASTASIA NO SABE PARA DONDE DISPARAR CN TANTOS HOMBRES 🤣🤣
Irazu Díaz
aparecieron los gemelos fuego , igual a nuestros protagonistas uno serio el otro Travieso 🥰
Irazu Díaz
no que no se comparte , respeta travieso ? Anastasia que vas aser con semejantes bombones , son hermanos acuerdate tienes para escoger 🤤
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
🥳🥳🥳🥳🥳 ya por lo menos le dió el primer beso. Dios que más nos esperará en esta trama 😎😎🫣🫣
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
me encanta el descaro de Dmitri. y el temple de macho alfa de Nikolai. y que bueno que dentro de todo Anastasia medio se adapté a la vida que le tocó. amó tu novela. actualiza por favor jajajaja 😅😅🫶🏻🫶🏻🤭🤭😊😊
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
nooo seas así.. me dejaste castigada por varios días jajaja. pero bueno entiendo las responsabilidades también. están súper los capítulos 🫶🏻😎
Irazu Díaz
ay x dios tu si sabes dejar con suspenso con mil emociones juntas , de verdad eres muy buena escritora me encanta el trabajo que ases
MinDae: Aww, gracias ☺️ esto me anima cada día ❤️
total 1 replies
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
🫣🫣 Dmitri por Dios.!! 😱😱
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
no importa cuántos años tengo Nikolai me quedo con ese hombre frío jajaja.. pero se que Anastasia le va a derretir ese corazón de hielo.. gracias escritora... por favor regálame más capitulos plis 🫣🫣🤭🤭🙏🏻🙏🏻😎😎 ha faltó una foto del viejo picaflor el papá de Nikolai y Dmitri. jajajaja hubiese sido bueno verlo. 😂😂
MinDae: hay síii 😂😂 se me paso por hay lo presentaré 😄
total 1 replies
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
y el papá viejo pero todo un picaflor 🤭🤭🤣🤣
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