Sarah siempre había tenido a Liam en su vida, pero jamás imaginó que sus sentimientos por él podrían cambiar. Es el mejor amigo de su hermano, un chico que siempre estuvo en su órbita, pero nunca en su corazón. Sin embargo, una noche mágica, bajo el brillo de las estrellas, todo cambia. La atracción es inmediata, poderosa, y aunque duda, no puede evitar sucumbir al deseo. El amor se convierte en una lucha interna entre lo que siente y lo que debe hacer. ¿Podrá vivir con el riesgo de perderlo todo por un amor que parece destinado a romper las reglas?
NovelToon tiene autorización de Sara liceth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Perderte No Es Opción
Liam :
No quería seguir escondiéndola quería gritarle al mundo que era ella que era Sarah la que me tenía así con el pecho apretado y las manos temblando cada vez que me miraba. Estaba harto de fingir de vivir con el miedo constante de que su hermano lo descubriera. Y cuando la vi entrar a mi cuarto aquella noche, sin pensarlo dos veces sin miedo sentí que el corazón se me partía. Porque parte de mí quería detenerla protegerla de todo, incluso de mí. Pero la otra parte la otra parte solo quería abrazarla y no soltarla nunca
Esa noche después de cenar con todos en la sala cada quien fue desapareciendo poco a poco. Doruk subió primero quejándose del cansancio luego Noah se quedó dormido con el control del televisor en la mano. Camila que había llegado tarde saludó de paso y se encerró en su cuarto Todo volvió a la calma
Yo estaba en la cocina, guardando un par de vasos, cuando escuché pasos suaves detrás de mí. Me giré y ahí estaba Sarah. Llevaba un suéter sobre el vestido el cabello aún suelto descalza Se veía como una escena sacada de un sueño Uno que ni siquiera me atrevía a tener hace un par de semanas
—Te ayudo —preguntó
—Ya terminé —le respondí, pero no se fue se quedó ahí, mirándome Por un segundo ninguno habló
Luego ella dio un paso. Solo uno Pero bastó para acortar la distancia que habíamos mantenido durante todo el día
— Como te parecio este dia —dijo al fin en voz baja
— Desde que tu me miras asi desde ese dia todos los dias son los mejores de mi vida - la mire . Ella sonrió. Y esa fue su respuesta
me acerqué aun mas a ella La cocina estaba en penumbra apenas iluminada por la luz del pasillo No se escuchaba nada más que nuestras respiraciones
—Quiero besarte —confesé, sin rodeos— pero no quiero que esto se arruine. Ni contigo ni con tu hermano ni con nada
Sarah me miró con esa intensidad que me desarmaba, pero también con algo de miedo De deseo contenido
—Yo también lo quiero —dijo— Pero no aquí no ahora
Asentí. No estaba molesto Al contrario que lo dijera así me hizo saber que lo que sentía era real que esto valía la pena esperar
Y mientras se daba la vuelta para subir a su cuarto me detuvo con un último gesto se giró caminó de regreso hacia mí y antes de que pudiera decir algo se puso de puntas y dejó un beso suave en mi mejilla tan cerca de la comisura que me dejó temblando
—Buenas noches Liam
—Buenas noches Sarah
Y entonces sí supe que estaba perdido por ella.
Esa noche no pude dormir me quedé mirando el techo repasando cada palabra cada gesto cada mirada el roce de sus labios en mi mejilla todavía me quemaba la piel ysu voz su voz diciéndome buenas noches como si realmente significara te veo te elijo pero aún no
Y lo entendía Sarah siempre ha sido más valiente que yo incluso cuando teme. No quiso esconderse en la cocina no quiso que el beso fuera a oscuras a medias como si tuviéramos que robarlo
Ella quería que fuera nuestro. Verdadero. Sin miedo. Me giré en la cama una y otra vez El reloj marcaba las 2 de la madrugada cuando me rendí. Me levanté caminé en silencio hasta la ventana y la abrí. El aire nocturno era fresco, con olor a tierra húmeda y a flores de jardín. Abajo la casa dormía en silencio. Todos parecían tranquilos. Menos yo
Estaba enamorándome de la hermana de mi mejor amigo y no era solo eso: me estaba enamorando como un idiota, con cada fibra con cada latido de esos que no se apagan que no se controlan
Y no tenía idea de cómo iba a esconderlo. Ni siquiera quería esconderlo De tanto pensar y dar vueltas en la cama logré dormirme
Al día siguiente, el sol se colaba por las cortinas cuando escuché unos golpes suaves en la puerta. Me vestí a toda prisa, pensando que podía ser Doruk o Noah Pero cuando abrí era ella. Sarah
Sostenía dos tazas de café en las manos y su sonrisa era tan dulce como el aroma que salía de ellas
—Paz temporal —dijo, levantando una de las tazas como bandera blanca
Sonreí, rendido. Tomé la taza y la dejé pasar
—Temporales como cuánto -pregunté cerrando la puerta tras ella
—Hasta que se nos acabe el café —respondió sentándose en el borde de mi cama
Se quedó callada por un momento, mirando la taza entre sus manos Yo no dije nada Solo la miraba. Como si eso fuera suficiente para saber en qué pensaba
—No quiero lastimar a mi hermano —susurró— Pero tampoco quiero dejar de sentir esto
—No lo haremos —le prometí— Vamos a ir paso a paso. Y si llega el momento de decirle lo haremos juntos
Sarah levantó la vista, y en ese instante supe que me creía
—Paso uno —dijo— Este café
—Paso dos —respondí— No dejar de buscarnos
Ella sonrió Y yo sentí otra vez que no podía perderla. No ahora. No cuando por fin había encontrado algo tan real