Cambiando Mi Destino

Amanda mientras estuvo de compras con Mario, se encontró con varias de las damas que conocía y la invitaron a un baile.

Era costumbre cada año, celebrar con un festival la buena cosecha que habían recogido.

Seria la primera vez que ellas irian a un festival de ese tipo.

Normalmente, donde vivían solo asistían a fiestas de la alta sociedad y celebraciones de grandes nobles.

Dónde no era permitido mezclarse con los plebeyos o personas de bajo estatus.

Amanda: por lo que estoy entendiendo, en este festival van todos? No importa si son plebeyos o nobles?

Mario: exactamente! No hay distinción de clases, ya que celebramos que fuimos bendecidos con una gran cosecha.

Amanda: me parece fabuloso! Normalmente, una persona como yo sin título, no tiene oportunidad de entrar a una celebración de alta sociedad.

Mario: pero eso dejaría de ser así! si usted, mi bella dama, me da el honor de ser mi esposa.

Amanda: capitán, ya se lo he dicho bastante! Usted necesita a alguien joven y de estatus como usted. ¿que podría ofrecerle yo?

Mario: mi linda dama, usted me daría la compañía y el amor que tanto he buscado y no lo he conseguido en ninguna señorita de esta sociedad. Deme la oportunidad de demostrarle cuánto me importa y que no me interesa el estatus o la posición social que pueda tener.

Amanda no dijo nada y prefirió irse a su casa.

Era difícil para ella aceptar un compromiso con él, no es que no le guste; pero piensa en lo que la gente dirá y como la tacharan de interesada y casa fortuna.

Prefiere olvidarse de él, es mejor no hacerse esperanzas con un hombre como él.

Ella llegó a su casa y se fue directamente a su habitación, Ariel noto su rostro bastante decaído y fue a ver qué tenia.

Tocó varias veces la puerta y como no recibió respuesta, decidió entrar.

Encontró a su madre llorando y se acercó a ella, dándole un abrazo y consolándola.

Ariel: que ocurre mamá?

Amanda: nada hija ~~ Mientras se limpiaba las lágrimas

Ariel: mamá, sabes que puedes contar conmigo! Yo jamás te juzgaré.

Amada: sucede que me enamore hija.

Ariel: me alegro, pero porque estás triste? ¿No me digas! 😨 está casado?

Amanda: no mi niña, es soltero y un hombre muy guapo.

Ariel: entonces? ¿Cuál es el problema? Tú no le gustas a él? ¿Acaso es ciego? Eres la mujer más bella que tiene este reino.

Amanda soltó una pequeña sonrisa, su hija siempre sabía cómo ayudarla a sonreír.

Amanda: tampoco! Él está muy interesado en mí.

Ariel: entonces? No entiendo nada.

Amanda: es que no puedo aceptarlo! Es un capitán, tiene un buen título como conde y he pensado 🤔 que tengo yo para ofrecerle? Solo soy una mujer viuda.

Ariel: mamá! Puedo entender como te sientes, pero aun así, quiero hacerte una pregunta.

¿Acaso él te ha exigido título o posición?

Amanda: no! Él me acepta como soy, pero no dejo de pensar en lo que dirá la gente! Seré tachada de ofrecida, interesada y quien sabe cuantas cosas más.

Ariel la miro y recordó a muchas de sus compañeras de su vida pasada; muchas de ellas también sufrían del miedo del que dirán.

algunas tuvieron la suerte de encontrar hombres que las amaban tal y como eran; ayudándolas a salir de ese mundo.

Pero otras aunque encontraron esos buenos hombres, los despreciaron por estar siempre pensando en lo que la gente diría de ellas; condenandose a sufrir por no haber aceptado tal oportunidad y solo vivir del recuerdo.

Ariel: mamá! Puede que tú seas la mayor aquí y has vivido más que yo (o eso es lo que tú crees)

¡Pero te puedo decir, que no te niegues al amor! Si ese hombre de verdad quiere algo serio contigo y no te ha demostrado malas intenciones, deja de pensar en lo que la gente dirá.

Se trata de tu felicidad, yo te apoyo y él te quiere.

No vayas a lamentarte más adelante por haber despreciado está oportunidad por estar siempre pensando lo que la gente dice o querer complacer a los demás, porque eso solo te traerá infelicidad.

Eres joven y muy hermosa, tienes derecho de rehacer tu vida.

Jamás me negaré a que seas feliz, solo te pido que lo traigas para conocerlo.

Amanda miró a su hija y las lágrimas salieron de sus ojos.

¡Esas palabras eran las que necesitaba escuchar! Crecer en una sociedad que solo señala y te desprecia no es nada fácil.

Menos si eres criada para ser perfecta.

Amanda: gracias amor, te amo! Eres el mejor regalo que la vida me pudo dar.

Ambas se abrazaron y Ariel dejo a su mamá en la habitación y se dirigió a su cuarto.

Ariel: aaaaa 🥴🥴 uuuff 😮‍💨😮‍💨 otra más que tiene quien la caliente y yo más fría que el polo norte ja, ja, ja 😅😅 ya llegarás amor de mi vida ja, ja, ja

Lucas que iba pasando, la escucho reír y ahora sí que le pareció que estaba loca.

Lucas: cada día más safada de la cabeza, mejor y ni la molesto! No vaya a pegarme lo loca.

Ariel que estaba en su habitación bien concentrada, lo había logrado escuchar.

Ariel: mira Lucas, te voy a dar un buen golpe.

Lucas la escucho y salió corriendo dejando a Ariel molesta.

Ariel: esos dos, un día de estos me van a dejar con varias arrugas y canas.

Pero que puedo hacer, los quiero igual.