Los Gemelos Alfas Y Su Pequeña Princesa

Kiara - Nadia.

Me veo corriendo en un bosque, pero no me veo asustada si no feliz, me veo sentada en una piedra y luego veo a dos grandes lobos negros de ojos verdes, lo más extraño es que no me dan miedo y es como si algo me hiciera ir hacia ellos, me siento bien con ellos a pesar de que se ven aterradores es extraño, luego aparecen dos hombres los cuales no logro visualizar y .......

Camino hacia el aula de clase, y cuando llego Valentina me mira de pies a cabeza.

—¿Que te ha pasado? — pregunta al ver mi aspecto.

—No pude dormí en toda la noche— le digo — tuve un sueño muy extraño.

—¿Que tan raro? — pregunta.

—De lo más raro, en el sueño me sentía ¿enamorada? Tal vez de unos lobos.

—Eso si es raro, ¿como podrías enamorarte de lobos? Son animales salvajes así que eso es un sueño muy loco.

—Si, es completamente loco.

El día pasa y con él una sensación muy rara, llego a casa donde ya está Mario, esta mañana salió muy temprano y no pude verlo.

—Hola— saludo al entrar.

—Hola preciosa— se acerca e intenta darme un beso en los labios pero lo esquivó disimuladamente y termina dándomelo en la mejilla.

—¿Donde estabas? Saliste muy temprano— le pregunto.

—Estaba con mis tíos, ya sabes ayudándolos y todo eso — responde y yo asiento.

Estaba apunto de decirle lo que había soñado pero creo que no debería, tal vez se ponga celoso al saber que soñé que estaba enamorada de dos lobos aunque si lo piensa así sería muy ridículo de su parte.

—¿Ibas a decirme algo? — pregunta y yo niego.

—No, nada, nos vemos en un momento voy a cambiarme — le digo subiendo a mi habitación la cual cierro con llaves.

Entro al baño y me doy una ducha, cierro los ojos u rápidamente me quedo dormida.

“Pequeño sol, solecito, pequeña princesa, ¿vienen ayudarme?, son muy grandes ¿son los príncipes gemelos?, que hermoso, hemos venido combinados, ¿gemelos príncipes?”

Me despierto sobresalta, me quede dormida, tengo mucho tiempo aquí tengo la piel arrugada, escucho la puerta y salgo rápidamente de la bañera, me pongo una toalla y abro.

—¿Por qué no abrías? — pregunta Mario preocupado.

—Me estaba duchando y me quede dormida, ¿que pasa?

—Quería preguntarte si quieres ver una película?.

—Si está bien, voy a poner algo de ropa y bajo — respondo.

—¿Segura que estas bien? Te ves sobresaltada — pregunta.

—Si estoy bien, bajo en unos minutos— digo y él asiente no muy seguro, cierro la puerta para poder vestirme.

Me siento en la cama con las manos en la cabeza, ¿que pasa? ¿Que son esas imágenes? ¿Príncipes gemelos? ¿Que está pasando?.

Estoy viendo la película con Mario y técnicamente ella me está viendo a mi, ya que no paro de pensar en lo soñé hace unos momentos.

—Te veo algo ida, ¿Te sientes mal? — pregunta Mario sacándome de mis pensamientos.

—No, estoy bien no te preocupes.

—Te he notado muy rara estas semanas.

—Se que quieres que las cosas sean como antes, pero entiende que perdi mis recuerdos y aunque me siento bien contigo no puedo evitar sentir que algo me falta.

Mario me mira con una expresión que no sé descifrar.

—Creo que necesitamos dar el paso para que todo vuelva a ser como antes.

Mario se acerca a mi y toma mi rostro y me besa, quiero poder corresponderle como él quiere pero no se por que me siento tan mal de hacer esto.

Baja a mi cuello el cual besa y de repente una imagen de alguien haciendo lo mismo aparece, Mario apreta mis muslo y una imagen del mismo hombre aparece.

“No dejes que continúe” me dice una voz la cual no reconozco.

Mario vuelve a mis labios y otra imagen aparece en mi mente.

“Haz que pare pequeño sol” esta vez suena más como una orden.

—Para Mario— le digo pero el continúa.

“Detenlo” esta vez son dos voces totalmente similares.

—¡Para! — digo parándome del sofá con las manos en la cabeza.

—¿Que pasa Ki....Nadia?.

—No puedes hacer eso.

—Eso lo hemos hecho muchas veces preciosa — dice coqueto.

—Antes, ahora no.

—¿Por qué me evitas? ¿Que pasa contigo? Antes era todo muy perfecto, eso lo hacíamos seguido, antes nos amábamos ¿por que cambiar todo?.

—¡Todo cambió! Cambio desde ese accidente, no recuerdo nada Mario, no te recuerdo, nada hace que recupere la memoria ni siquiera esos medicamentos.

—No tienes que recordarme, solo tienes que dejarte llevar y continuar.

—Pero no puedo, esto no me parece bien — digo algo histérica, respiro profundo antes de hablar — Dijiste que me tendrías paciencia, la verdad quiero que todo sea como era antes, pero entiende que las cosas cambiaron, yo cambié.

Él solo me mira sin responderme, le doy las buenas noches y subo a mi habitación, no se que me pasa, no se que son esas voces, no se que es esto que siento.

Me siento en el piso con la espalda en la puerta y con las manos en la cabeza.

¿Que me pasa?. Lloro. ¿Por qué no puedo ser como antes? ¿Quienes son los que veo en mis sueños?.

Me siento mal, Mario ha sido un buen chico, ha estado conmigo en todo esto ¿y yo? Solo pienso en esos hombres los cuales no logro ver bien y que no salen de mi cabeza, estoy siendo tan egoísta con la persona que me ha ayudado, ya quiero que esto acabe, quiero que termine.