Cómo Si Fuéramos Novios

Atrapado entre la culpa y la tristeza, mi mente estaba como en un limbo, una nueva enfermera me atendería, al verla la primera vez mi impresión fue de asombro y miedo, pensé en Helen viene a atormentarme por mis pecados, grite fuertemente ¡Perdóname lo ¡Siento hermana! Entonces me sedaron, pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo, cuando salía para el patio, me fijaba en el parecido de la nueva enfermera con el amor de mi vida, pero supe lo era negro y no como de oro y sus ojos negros y no verdes. Como los de que ella tenía antes de partir del mundo físico.

Muchos la daban por muerta, pero en una parte de mi corazón la sentía viva, pero si su corazón aún latía, porque no aparecía, la enfermera Megan Foster, me daba mi tratamiento, era tratado como un psicópata, con problemas de trastornos de personalidad. Y un individuo irracional, le dije "Te pereces mucha ella, quisiera verla una última vez y pedirle perdón" me vio a los ojos y quedo en silencio.

Megan nunca me habló, aunque no era muda, la podía ver charlar con el personal del hospital psiquiátrico, no lo soportaba más, me dejaría morir de hambre, mi muerte debería ser lenta y dolorosa, así pagaría por lo que hice, pasaron 72 horas.

Desde que ingerí alimento sólido, intentaron persuadirme de comer y hasta obligarme, pero vomitaba.

Mi estómago grullia con intensidad y no tenía fuerza física, pero no me importa, de alguna forma tenía que estar con mi amor, ya fuera en el mundo de los vivos o de los muertos.

Mi estado era deplorable, Megan se acerca a mí, con un gesto que no dijera nada, hablo: ¨Soy Helen, no te culpes por el accidente, si me hubieras escuchado, todo sería diferente, la verdad que yo siempre estuve enamorada de ti. , pero yo era la niña perfecta y aplicada y no podía estar debajo de las expectativas, pase mi vida luchando con mis sentimientos, en nuestra conversación antes de la boda, me convenciste, ningún beso de York, provocaba en mí lo que sentía cuando nos besamos, pero ya era demasiado tarde, cuando el auto se volcó, vi una oportunidad para escapar de esa realidad, la única forma de estar juntos, era comenzar una nueva vida¨.

Quedé atento a todo lo que me contaba y sin dudar le creí, luego se fue, sin darme tiempo de decir algo, al rato volvió, con comida, comí hasta quedar satisfecho.

—Pronto te sacaré de aquí, pero no digas nada y no llames por mi verdadero nombre por favor—Dijo Helen

Sentí como que mi espíritu volvió a mi cuerpo y mi existencia recobro su sentido, añoraba el día y la hora de salir de ese maldito lugar.

Fueron pasando los días y mi desesperación por estar con ella crecía, en los baños no había cámaras; nos encontramos en un baño, nos besamos con pasión y me dijo: "Pronto nos iremos de aquí, debes tener un poco más de paciencia".

—Tienes algún plan.

—Ya pensaré en algo, confía en mí—Helen con una sonrisa.

No había ningún plan de fuga, nuestro apego se hacía algo evidente, lo que no era para nada favorable.

Pidió un permiso para ausentarse del trabajo por tres días, al volver a la rutina, una noche secretamente me inyecta una sustancia desconocida, lentamente me dormí hasta quedar en un sueño profundo, seguidamente unos minutos después, una enfermera me dio por muerto, mi cuerpo. Inerte y sin pulso.

Llamarón al forense y esta solicitud transportar mi cadáver a la morgue para realizar la autopsia.

Todo fue una estratagema de Helen, con la ayuda de unos amigos, logro sacarme del hospital psiquiátrico, sin lograr ser descubiertos, desperté unas horas más tarde y ella me contó todo lo ocurrido.

El plan de Helen y compañía fue exitoso, mi supuestamente muerte fue por un virus altamente contagioso, por lo que se recomendaba quemar mi cuerpo, lo que la familia Smaiker acepta sin poner oposición alguna.

Emigramos para México, para comenzar una vida juntos, allí le dimos rienda suelta a nuestro amor, llegamos a la casa de una amiga de Helen en Tijuana.

Estando en privacidad al fin, los besamos sin limitaciones, comencé a besar apasionadamente su cuello y pecho, sin dudar se quitó la blusa descubriendo su bracear rojo, acto seguido me quite la camisa y nos fuimos quitando lentamente el resto de la ropa, hasta quedar completamente desnudos, bese con lujuria cada parte de su hermoso cuerpo, ella abrió sus piernas y por instinto masculino supe lo que tenía que hacer, pero antes aprecie su figura como si de una obra de arte se tratase, mi pene erguido estaba listo para la acción, nos miramos a los ojos, y en ese momento vi la niña de aquel día del orfanato, a mi hermanita, y entendí que no podía cruzar esa línea "Perdona, no lo puedo hacer".

Me volví a vestir y salí a caminar por un rato, para despejar mi mente y poner en orden mis ideas, sentí algo de impotencia y me preocupaba que el sexo fuera un problema para nuestra relación, una hora después, volví para hablar con ella.

—Oye discúlpame, por dejarte así, pero no sé si puedo tener sexo contigo, sabes lo mucho que te amo, pero comienzo a pensar que nuestro amor, no es físico, más bien romántico y espiritual.

—No te preocupes, te entiendo, yo también ciento lo mismo, me dejé llevar porque quería complacerte como mujer, pero la verdad no necesito coito para ser feliz a tu lado—Comento Helen

—Gracias por entender.

—Creo que deberíamos dejar a un lado el sexo y enfocarnos en lo que disfrutamos, como las caricias y besos—Propuso Helen

—Estoy de acuerdo con mi amor.

Nos dimos un cálido y largo abraso y nos acostamos en la cama, cada día despertaba a su lado, lo primero que hacía antes de levantarme de la cama era darle un beso de buenos días, era un sueño hecho realidad.

Consiguió trabajo en una clínica privada y yo trabajo de forma independiente reparando equipos electrónicos, haciendo páginas web y apps, alquilamos una pequeña casa en el centro de la ciudad, adoptamos un perro y un gatico, éramos muy felices.

Nuestra relación, un poco inocente, básicamente besos y caricias, no nos importaba el sexo, cada momento juntos era especial, como siempre quise, caminábamos de la mano y los besábamos en público, parecíamos novios adolescentes.

Un día Helen me dijo que tenía cierta carga de conciencia por haberle hecho creer a nuestros padres que estábamos muertos, entonces como la enfermera Megan, se comunicó con mamá, diciéndole que sabía del paradero de su hija desaparecida, pero que debía venir a Tijuana. .

Mamá hizo el viaje, acompañada por Lisa, porque llevaba dos años separada de papá, aun con una peluca de cabello oscuro y ojos de contactó de color negro, por instinto de madre, supo que era su preciada hija, que, aunque no llevaba su sangre igual adoraba.

Helen contó todo lo sucedido y las razones de todo lo que hizo e incluso qué clase de relación llevaba conmigo, mamá al final lo entendió y lo obtuvo.

—Hija, a veces no podemos elegir de quien nos enamoramos, si su amor es sincero y no le hace mal a nadie, está bien—Dijo Mama

Yo no sabía del encuentro de mamá con Helen, pero al ver a mamá al entrar por la puerta de la casa, me dio una profunda alegría, sin mediar palabras nos abrazamos y lloramos los dos.

—perdón por todo.

—Está bien, no te preocupes, perdóname tú por no escucharte.

—No digas eso, fuiste la mejor madre para nosotros.

Nos sentamos todo y conversamos tomando el té.

—Davis ya le conté todo a mi mamá ya acepta nuestra relación—Comento Helen

—Es decir que ustedes se cogen? —Insinuó Lisa

—No hermana, nosotros nunca hemos tenido relaciones—Respondió Helen

—Lisa cuida tu lenguaje por favor—Exigió Mamá

—Tenemos un acuerdo de no sexo, nuestra relación es más bien Romántica—Expuso Helen

—Ok, pero eso no es muy normal—Replico Lisa

—A que te refieres con eso—Pregunte

—Las parejas, tienen sexo, se casan, tienen hijos—Contesto Lisa

—Compórtate por favor, luego te lo explico—Dijo Mamá

—Está bien mamá, no sé si es normal nuestra relación, pero somos felices, muchas parejas "normales" tienen sexo, pero no son felices—Comente Davis

—Y cuándo quieren tener hijos—Pregunto Lisa

—No habíamos pensado en eso, creo que Adoptaremos—Explico Helen

—Y tú sabes lo que es amar a alguien Lisa—Le Pregunte

—A tu hermana el embarazo un patán—Declaro Mamá

—Lamento escuchar eso.

—Hijos, hay algo que no le he dicho, estoy enferma, me diagnosticaron Cáncer—con lágrimas—antes de partir me gustaría volver a hacer una familia de nuevo—Anuncio con Tristeza Mamá

—No puede ser—Llorando Helen

—Vas a estar bien ya lo veras—Comente 

Pasaron una semana con nosotros y luego partieron para su país de origen, Helen me pidió volver a los Estados Unidos para cumplir el deseo de nuestra madre, a lo que me negué, no quería que la gente me señalara o juzgará, en Tijuana éramos libres para vivir sin prejuicios, se molestó, me llamo egoísta, necio, bruto y no me dejo dormir con ella por dos noches, me di por vencido, me toco aceptar mudarnos otra vez.

Helen llama con alegría a mamá para darle la nota que volveríamos a casa y comenzamos los preparativos para el viaje, pero esta vez viviríamos en Boston.

Llegamos a una nueva ciudad, en una casa no tan grande como la de Texas, aun así, muy bonita, mamá estaba muy contenta, Lisa un poco fastidiada, por haber dejado atrás a sus amigos, desempacamos y nos dispusimos a descansar después de un viaje largo y agotador.

La convivencia al principio no fue fácil con Lisa, se comportaba como una niña caprichosa y rebelde, en el fondo se encontraba llena de despecho y amargura, porque al hombre que le entrego su inocencia, le dio la espalda, yo trato de tenerle toda la paciencia posible, pero con Helen era otro cuento, discutían por todo, muchas veces por estupideces, no lo soporte más y estalle: ¨Basta ya compórtense las dos, son dos mujeres no unas niñas¨.

—Y tú quién te crees para regañarme, no eres mi padre—Exclamo Lisa

—Es tu hermano mayor y tienes razón, ya basta de tanta discusión—Grito Mamá

—Lo siento mamá—expresa Helen

—Él no tiene moral, para decirme nada, se coge a su hermana de crianza—Argumento Lisa

En eso Helen se acercó y le dio una fuerte cachetada y le dijo: ¨Ya te he dicho que no he tenido sexo, aún soy virgen, al contrario de ti, que no te ha graduado y ya estás embarazada¨

Así comenzaría una pelea doméstica, muy atípica en nuestra familia, después de escuchar las palabras de su hermana, Lisa tomo por el pelo a Helen y ella no se quedó atrás sujetándola por su cabello también, forcejearon por unos segundos, reaccione con un grito. ¡Ya basta! y las separa uno de la otra, apenadas las dos por su conducta fueron muy molestas para su habitación.

Unas horas más tarde mamá las llamo aparte y con un sublime sermón de madre, terminaron reconciliándose, pasaron los días y mejoro la comunicación entre ellas, un día pude ver, como Lisa lloraba en las piernas de Helen contándole sus penas, luego, reunidos todos en la mesa, primero hablo Lisa: ¨Perdona hermano por lo que dije al otro día¨.

—Está bien, no te preocupes por eso—Con una sonrisa Davis.

—Yo también lo siento por actuar así, nunca me había peleado con nadie (se río Helen).

—Meda gusto escucharlos mis hijos—Concluyo Mamá

—Ahora en adelante Lisa y yo seremos buenas amigas, prometo ser una buena tía, ya quiero que llegue el bebe, para cargarlo y mirarlo—Aseguro Helen

—Aún tengo apenas 4 meses de gestación, pero es bueno saber que tengo una Doctora en casa que me cuida—Lisa tomando de forma afectiva la mano de Helen.

Mamá estaba muy sentimental: "venga un abrazo de grupo" todos fuimos y abrazamos a mamá y nos tomamos una selfie, fue una noche especial, entre fotos y relatos de la vida de mamá, se hicieron las dos de la madrugada y me fui a dormir en compañía de mi amor.

Papá vino a visitarnos, mamá le explico que sus hijos adoptivos no estaban muertos, pero no quiso entender, igual Helen lo saludo: ¨Hola papá, como haz estado¨

—Eres una mentirosa y una pecadora—Contesto Papa

—No le digas eso a Helen.

—Ustedes no son mis hijos, yo ya solo tengo una hija.

—Si la que espera afuera es tu amante, mejor vete de aquí—vocifero Lisa

—No me hables de moral si tú eres una desvergonzada, saliste embarazada en secreto y ahora, donde está tu marido.

—Fuera, largo de mi casa—Grito airada Mamá

Papá salió muy airado en ese momento Lisa no pudo contener las lágrimas y arranco a llorar, Helen le dio un abrazo con mucho cariño y la consoló.

Dos meses después de nuestra llegada a Boston, conseguimos trabajo los dos, ella en su especialidad y yo en una compañía de telecomunicaciones, Lisa se quedó en casa por su embarazo y cuidando a mamá, la comida nunca falto, podíamos costear una cena fuera como familia, ir al cine los cuatro y un sábado de playa al mes, pero el Cáncer fue empeorando, los químicos se llevaron parte de la vitalidad de nuestra madre, postrándola en una cama.