Te obligan a casarte con la hija del socio de tu padre, por alianzas entre la mafia, ninguno se conoce, ni se ama; Pero ella lleva con sigo un secreto que podría cambiarle la vida. ¿Qué podría salir mal?
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Luna De Miel
Llegamos a la playa de Florida, Miami, nos hospedamos en la suite, que tiene vista al océano, ella se ve cansada, supongo que con lo de la boda, y el viaje hasta acá, no a dormido bien, y tampoco a querido comer, a si que pido algo ligero a recepción para que me lo traigan, mientras ella se ducha, yo miro por el balcón con un vaso de whisky en mi mano derecha, paso la otra mano por mi cabeza, sacándome la idea de la cabeza, los síntomas y acciones de Stefani, me hacen pensar mil cosas, y no se que haría si la que más ronda por mi cabeza es verdad, no sé cómo reaccionaría ante eso, aunque realmente no se puede hacer mucho, nos acabamos de casar por la iglesia y me sentí como un idiota, admirando lo bien que se veía de novia, en eso ella me saca de mis pensamientos, diciéndo que están tocando
—Tocan —dice mientras camina hasta la puerta en un traje de baño completo, y un mini short desabrochado, alzó una ceja mirándola con el ceño fruncido —todo bien —me dice
—A... A si, saldrás a si
—Si, que tiene de malo
—Te verán todos
—Que se tapen los ojos, yo no me cambiaré —Y ahí está la testaurada —me encogi de hombros y pose mi vista nuevamente al océano, sentí una mano en mi espalda —podemos hablar —asenti, recordando que me dijo lo mismo en la fiesta.
—Dime que pasa, se ve serio —ella asiente y toma algo de su maleta, y se ve nerviosa, creo que sus manos sudan, sus ojos muestran preocupación —dime que paso —le dijo en un tono tranquilo, para transmitirle lo mismo, ella sonríe nerviosa y preocupada
—Est... estoy em...emb...embarazada —Mierda lo sabía, sus síntomas eran demasiado obvio, la miro sin mostrar emoción alguna, y ella se ve más preocupada, hasta asustada, la veo que por intuición pone su mano en su vientre, una acción que me hizo sonreír
—Por que hasta hoy lo dices, es de tu ex
—S..si, me enteré el día de la boda, solo que no lo lei, hasta que fui al baño en la fiesta, lo....lo... Lo siento —demasiado nerviosa para ser la testarudo engreída que me enfrento antes —no tienes por qué hacerte responsable, déjame si quieres, yo no lo perderé —veo en sus ojos que está dispuesta a dar todo por ese bebé, y yo estoy dispuesto a dar todo por ella, aunque aún no estoy seguro que siento por ella, pero ahora es mi esposa, y ese bebé es mío, al igual que ella
—Es nuestro bebé —veo su cara de asombro y me causa gracia —tranquila — le dijo
—Pero mi padre no debe saber de quién es, lo mataría
—Mira creeme que hasta yo lo mataría, pero por ti no lo haré, cuánto tienes
—no se, tal vez un par de semanas
-Come, y te cambias iremos hacerte un ecografía y planeamos como hacerles creer a todos que es mio
—Stefano y Fernando saben la verdad
—Bueno, pero ellos no dirán nada —ella niega y le doy una sonrisa, comemos y ella solo se quita el traje de baño y se pone una blusa de top, salimos hasta el hospital mas cercano, y nos atienden de inmediato, entra una doctora y nos sonríe
—Hola futuros papás —ambos asentimos —acuestate aquí, te pondré gel, está frío —ella asiente y de la nada toma mi mano, y la doctora pasa sobre su abdomen un aparato —miren esto de aquí es su bebé —no se por que, Pero salió una sonrisa en mis labios, al verlo ahí tan pequeño, miro a Stefani, que está llorando, acaricio su cabello y ella me sonríe
—Cuanto tiene
—tiene 3 semanas —ambis asentimos, le da algo para que se limpie y yo la ayudo a levantarse, la doctora sale y a los minutos vuelve, estamos sentados frente a ella —mira estás son vitaminas, e hierro, ácido fólico, todo lo necesita —le dice a Stef, la que se está mordiendo un labio
—Doctora, tomo medicamento controlado, por mis crisis —la miro sorpedido, como no se eso, maldito Alessandro el debe saber algo.
—Deberas dejarlas, tal vez eso provoca tu falta de apetito, y el que duermas más de lo normal
—Ok, está bien
—Pero tranquila, mientras tú estés tranquila tus crisis no tienen por qué aparecer
—Aparecen cuando estoy en lugares con mucha gente —la doctora me mira
—Debera evitar lugares a si, o tratar de mantenerla tranquis, ya que por ahora nada de medicamentos controlados —yo asiento, tomo las pastillas que le dió y ella el sobre de la ecografía, llegamos al hotel y ella pide la cena, se sienta en el sofá con una manta en sus piernas, y pone una serie en alguna plataforma que tiene este hotel, ya que no ví cuál fue, la comida llega y la recibo, me siento con ella y cenamos juntos
—Que haremos
—En dos semanas les damos la noticia y dices que tienes 2 semanas
—Pero no cuadra.
—Tranquila estuvimos solos en la casa de campo y nadie sabe que paso ahí —ella asiente
—Entonces está bien —cenamos, y veíamos la serie, pero ella se recostó en mi pecho con las piernas estiradas y se quedó dormida, la tomé en mis brazos y la lleve a la habitación, la tape y salí a servirme un whisky, mire por el balcón, la luna iluminaba el océano dándole un toque misterioso y relajante el sonido de las olas, acabo de aceptar hacerme cargo de un bebé, seré papá, quien lo diría, y extrañamente eso me hace feliz, aunque no se cómo demostrar lo que siento, no soy de estos, me preocupa que esa pelirroja se este volviendo mi debilidad.... Después de rato me fui acostar a su lado quedandome dormido profundamente, sin darme cuenta en que momento amaneció, y al despertar oi la ducha, me incorpore y ella salió en bata, me sonrió y empezó a sacar ropa de su maleta, entre al baño, hice mis necesidades, me duche rápido, y lavé mis dientes, cuando salí ya estaba vestida con un vestido blanco, floreado, unas sandalias —salimos a comer —yo asentí, ya que no la tendría aquí encerrada, me cambié por unas bermudas negras, con una polera blanca corte V, zapatillas blancas, fuimos a un restaurante de mariscos y comimos ahí, ya que ni sabía que hora era, y ya era tarde
