NovelToon NovelToon
Amor Sin Límites

Amor Sin Límites

Status: Terminada
Genre:CEO / Cambio de Imagen / Mujer despreciada / Amante arrepentido / Completas
Popularitas:32
Nilai: 5
nombre de autor: Edna Garcia

A los cincuenta años, Simone Lins creía que el amor y los sueños habían quedado en el pasado. Pero un reencuentro inesperado con Roger Martins, el hombre que marcó su juventud, despierta sentimientos que el tiempo jamás logró borrar.

Entre secretos, perdón y descubrimientos, Simone renace —y el destino le demuestra que nunca es tarde para amar.
Años después, ya con cincuenta y cinco, vive el mayor milagro de su vida: la maternidad.

Un romance emocionante sobre nuevos comienzos, fe y un amor que trasciende el tiempo — Amor Sin Límites.

NovelToon tiene autorización de Edna Garcia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 11

El coche avanzaba silencioso por la carretera. La ciudad aún parecía iluminada por el brillo de la fiesta, pero dentro del vehículo el clima era otro. Marcelo conducía con un aire diferente, la mirada ora al frente, ora de reojo hacia Simone.

Yo, en el asiento de atrás, observaba en silencio. ¿Será que esa actitud atenta era por ver a mi madre transformada, elegante, con el nuevo corte de cabello, cejas bien definidas y la ropa que la hacía brillar? ¿O será que era solo el reflejo de los cincuenta mil que había ganado —dinero que él, sin duda, ya planeaba disfrutar?

La duda me corroía. Crucé los brazos, apoyé la cabeza en el vidrio y decidí guardar mis pensamientos.

Al llegar a casa, me despedí brevemente y fui directo al cuarto. Necesitaba silencio para organizar todo lo que había visto esa noche: las miradas de Roger, la furia de Tamara, y ahora el súbito cambio de comportamiento de mi padre.

Mamá siguió hacia la cocina. Conocía sus hábitos: siempre que algo la agitaba, preparaba un té para calmar el corazón. Sabía que dormir no sería fácil.

Mi padre, por su parte, se duchó rápidamente y se acostó en la cama. Inusual. Normalmente, apenas le importaba la presencia de ella. Pero esta vez, había algo en el aire: la esperaba.

Algunos minutos después, mamá entró en el cuarto. Guardó la taza de té en la mesa de noche, fue directo al baño y se retiró el maquillaje con calma. Cuando volvió, lo encontró despierto, los ojos fijos en ella.

—Estás muy bonita… creo que aún no te he dicho eso hoy —habló Marcelo, rompiendo el silencio.

Mamá se detuvo, sorprendida.

—Sinceramente, creo que esta es la primera vez que me haces un cumplido así. Siempre me has dicho que soy fea, que no sé arreglarme.

Él suspiró hondo.

—Discúlpame por eso. Pero hoy, en esa fiesta, me di cuenta de lo equivocado que estuve. Llamaste la atención de casi todos mis amigos y colegas de trabajo. Hasta del CEO. ¿Piensas que no lo noté? Te comía con los ojos.

Mamá rodó los ojos, aburrida.

—Marcelo, eso no es algo que se dice. Él fue solo educado.

—Educado, qué va. Todo el mundo notó que te estaba coqueteando.

—Vamos a parar con esas tonterías. Estoy exhausta. No sé cómo tú aún estás despierto.

Él se enderezó en la cama, la voz más baja, casi íntima:

—Te estaba esperando.

Ella frunció el ceño.

—¿Esperando por qué?

Él la miró a los ojos, serio.

—Sentí ganas de hacer el amor contigo.

Mamá se congeló.

—No creo lo que oigo. Marcelo, ¿sabes cuántos años hace que no tenemos ninguna intimidad?

Él rió levemente, como si fuera una exageración.

—Deja el drama, Simone. No hace años, no. Debe hacer algunos meses apenas.

Ella lo encaró firme, la voz embargada por la mezcla de dolor y recuerdo.

—Marcelo… hacen cuatro años. La última vez fue en mi cumpleaños de 46 años. Y yo cumplo 46 el mes que viene.

El silencio que siguió fue pesado. Marcelo, por primera vez en mucho tiempo, no tenía respuesta.

Ella se acostó en la cama, al lado de él, y Marcelo pasó la mano por el cabello de Simone aún húmedo

Aquel simple toque la hizo estremecer.

Marcelo se acercó a Simone, sus labios se unieron en un beso largo y provocador.

Cuando se alejaron Simone dijo:

—Ya me había olvidado de cómo era ser besada.

—Hoy quiero amarte como te mereces, perdóname por todos estos años de indiferencia.

Marcelo fue desnudando a su esposa lentamente, acariciando cada parte de su cuerpo.

Simone fue entregándose, sintiendo emociones y placer que ella nunca imaginó poder sentir nuevamente.

Marcelo sintió dificultades en el momento de la penetración, y Simone sintió un poco de dolor pues debido al tiempo que quedaron en abstinencia sexual, con certeza ella estaba con resecamiento vaginal.

Marcelo aun siendo cariñoso, vio que la esposa no consiguió alcanzar el orgasmo.

Y para él la relación entre ellos aquella noche fue muy placentera.

Él tenía que admitir, el placer que sintió fue mucho más allá, de lo que él sentía con Tamara.

—Y ahí para mí fue maravilloso, ¿pero tú no conseguiste llegar allá, verdad?

—No conseguí, pero fue muy bueno, sentí mucho placer, a pesar de haber sentido un poco de dolor.

—Te voy a buscar más veces, vas a acabar acostumbrándote nuevamente, yo soy el culpable, perdóname, prometo cambiar.

—¡Está todo bien! Me siento feliz, si supiera que tú ibas a reaccionar de esa manera, me habría cortado el cabello antes y me habría cuidado mejor.

—El culpable soy yo, Geovana tiene razón, sin dinero no daba para que tú te arreglaras, pero ahora tú ganaste este premio, vas a poder comprar muchas ropas bonitas y cuidar de la apariencia mejor.

—No voy a gastar este dinero todo con ropas, es mucho dinero.

—Úsalo para cuidarte de ti, en realidad no es casi nada.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play