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Val mantuvo la mirada firme, sin inmutarse, aunque no pudo evitar sentir un ligero cosquilleo en el pecho ante la intensidad de los ojos de Zadkiel. Por un instante, un escalofrío recorrió su espalda; no estaba acostumbrado a que alguien lo observase con tanta atención, como si quisiera descifrar cada pensamiento oculto.

Val Blackburn - D.D

— Parece que nos entendemos sin palabras — murmuró, con voz tranquila pero cargada de una sutil provocación, midiendo cada sílaba mientras dejaba que el silencio continuara envolviéndolos.

Zadkiel Velour - E.D.P

─ Tal vez... — respondió, con voz profunda y controlada, dejando que sus palabras flotaran entre ellos. — Aunque debo admitir que pocas veces alguien logra mantenerme en silencio tanto tiempo. ─

Val esbozó una ligera sonrisa, apenas perceptible, manteniendo su mirada fija en Zadkiel.

Val Blackburn - D.D

— Entonces supongo que debo sentirme halagado — dijo, con un tono tranquilo pero cargado de intención. — No es fácil encontrar a alguien que me haga detenerme así. ─

Zadkiel dejó escapar una risa baja, apenas contenida, que sorprendió incluso a él mismo.

Zadkiel Velour - E.D.P

— Ciertamente… — dijo, con un ligero toque de diversión en su voz. — Parece que ambos sabemos cómo hacer que el otro pierda un poco el control. ─

Val inclinó apenas la cabeza, manteniendo su sonrisa sutil, mientras sus ojos brillaban con una chispa de desafío.

Val Blackburn - D.D

— Entonces será mejor que veamos quién logra mantener la calma más tiempo. — replicó, con voz tranquila pero firme, dejando que la tensión entre ellos se hiciera aún más intensa.

Zadkiel rio con arrogancia contenida, cruzando los brazos y manteniendo la mirada firme en Val. Aquella mirada no era casual: estaba llena de un deseo sutil, apenas insinuado, que solo él podía notar, un fuego silencioso que parecía arder detrás de su expresión seria y calculadora. El mundo a su alrededor se desvaneció por un instante, dejando únicamente la intensidad de sus ojos encontrándose.

Val sintió un escalofrío recorrer su espalda al notar la intensidad en los ojos de Zadkiel, aunque su expresión permaneció serena, casi impasible. No obstante, su corazón latía con fuerza, consciente de la electricidad que se había creado entre ellos.

Val Blackburn - D.D

— Veo que sabes cómo imponer tu presencia... — murmuró Val, con voz tranquila pero con un matiz de desafío. — No es fácil que alguien me desconcierte así. ─

Zadkiel arqueó una ceja, esbozando una sonrisa apenas perceptible, disfrutando del efecto que sus gestos y mirada tenían sobre Val. Cada movimiento, cada palabra, parecía un juego silencioso, un duelo de voluntades y emociones apenas contenidas. Mientras los demás a su alrededor continuaban con la velada, ajenos a la tensión palpable entre ellos, los dos jóvenes permanecieron inmersos en ese intercambio silencioso, donde cada gesto, cada parpadeo, hablaba más que cualquier conversación convencional.

Lilith Velour - D.P

─ Zadkiel… — dijo, bajando la voz, como si temiera interrumpir algo. — Mi madre desea verte… necesita preguntarte algo importante. ─

Zadkiel Velour - E.D.P

─ ¿Ahora mismo? — preguntó, con voz medida pero dejando escapar un leve dejo de intriga, evaluando la situación antes de moverse.

Lilith Velour - D.P

─ Sí… — respondió ella con voz tranquila, casi como un susurro, dejando que la simple afirmación llenara el silencio entre ellos.

Val Blackburn - D.D

─ Oh, al parecer tu madre te llama… — dijo, esbozando una ligera sonrisa. — Me retiraré entonces. ─

Sin más que añadir, Val dio un paso atrás, inclinando apenas la cabeza en un gesto sutil de despedida antes de retirarse. Sus movimientos eran elegantes y medidos, manteniendo la compostura que siempre lo caracterizaba, aunque dentro de él un pequeño cosquilleo recordaba la intensidad del intercambio con Zadkiel. Cada paso que daba alejándose parecía estirar un hilo invisible de tensión que aún unía sus miradas, dejándolo todo cargado de un silencio que hablaba más que cualquier palabra.

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Zadkiel permaneció inmóvil por un instante, observando cómo Val se alejaba, sintiendo una mezcla extraña de admiración y deseo que aún palpitaba en su pecho. Respiró hondo, tratando de recomponerse, y con un suspiro que parecía disipar parte de la tensión acumulada, finalmente giró su atención hacia donde estaba su madre. Sus pasos eran firmes y decididos, pero en cada uno de ellos llevaba consigo la memoria de la mirada intensa de Val, ese instante que, sin quererlo, lo había desarmado aunque fuera apenas un poco. El salón continuaba su ritmo normal: las risas, los murmullos y el murmullo de la música rodeaban la escena, pero para los dos hermanos, el mundo parecía haberse reducido a un hilo de silencio y a la presencia distante de Val. Vittoria los observaba desde su posición, con una mezcla de autoridad y suavidad, esperando que Zadkiel se acercara, mientras él avanzaba hacia ella, consciente de cada paso, cada gesto, cargado de la calma y la arrogancia que siempre lo definían.

Al llegar junto a su madre, Zadkiel inclinó ligeramente la cabeza en un gesto medido de respeto, sus ojos todavía reteniendo un leve brillo de la emoción que había sentido momentos atrás. Vittoria le dedicó una sonrisa cálida, suave pero firme, que parecía reconocer tanto su autoridad como su humanidad.

Vittoria Blackwood - Velour - A.P

— Me alegra verte, hijo — dijo ella, con voz serena. — Espero que todo vaya bien y que estés cómodo en la velada. ─

Zadkiel asintió, manteniendo su postura impecable, pero su mente aún regresaba, una y otra vez, a la figura de Val, a esa presencia que lo había dejado inquieto de manera inesperada.

Zadkiel Velour - E.D.P

—Todo en orden, madre... — respondió con voz calmada, dejando entrever apenas un matiz de interés en su tono. — Algunos invitados resultan… intrigantes. ─

Vittoria arqueó una ceja, captando la doble intención de su comentario, y su sonrisa se amplió levemente. Sus ojos recorrieron discretamente la sala, percibiendo la distancia que Val aún mantenía, y cómo su hijo mayor lo había seguido con la mirada. Una chispa de curiosidad y orgullo cruzó su rostro; sabía que aquel breve encuentro no pasaría desapercibido para ninguno de los dos jóvenes. Zadkiel permaneció junto a ella unos instantes más, recibiendo instrucciones y comentarios sobre la velada, pero en el fondo, la imagen de Val permanecía nítida en su mente, como un recuerdo que se negaba a desvanecerse, cargado de una mezcla de admiración, desafío y deseo silencioso.

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Vittoria Blackwood - Velour - A.P

─ Al parecer tu padre cambió de opinión — dijo ella, con voz tranquila pero firme. — Ya no tiene intención de secuestrar a Val… ─

Zadkiel frunció ligeramente el ceño, procesando la noticia, pero su expresión rápidamente volvió a su habitual compostura seria y calculadora.

Zadkiel Velour - E.D.P

— Ya veo — respondió, con voz medida y calma. — Supongo que eso facilita las cosas… aunque no esperaba que cambiara de parecer tan fácilmente. ─

Vittoria sonrió ligeramente, notando la mezcla de sorpresa y alivio en su hijo, y respondió con un tono suave pero seguro:

Vittoria Blackwood - Velour - A.P

— A veces, incluso tu padre sabe cuándo es mejor actuar con prudencia — dijo. — No siempre es como esperamos, pero lo importante es que ahora Val estará seguro, se nota que es buen chico. ─

Zadkiel Velour - E.D.P

─ Sí, lo que sea... — respondió él, encogiéndose de hombros ligeramente, con voz firme pero sin mostrar demasiado interés.

Vittoria Blackwood - Velour - A.P

— Siempre tan altivo, como tu padre — rió, con un brillo divertido en los ojos. — Y aún no logro comprender por qué mantiene ese rencor hacia esa familia… realmente parece un caso perdido. ─

Zadkiel Velour - E.D.P

— Tal vez sea simplemente prudencia… o cuestión de principios. — respondió, con voz calmada pero firme. — No siempre es fácil olvidar viejas rivalidades. ─

De repente, Aria apareció junto a ellos, moviéndose con la gracia y la serenidad que siempre la caracterizaban. Una leve sonrisa se dibujaba en sus labios, iluminando su rostro y suavizando la seriedad que aún flotaba en el ambiente tras el encuentro de Val y Zadkiel. Sus ojos recorrieron a su madre, buscando aprobación, mientras su postura transmitía respeto y al mismo tiempo un ligero entusiasmo por la idea que llevaba en mente.

Aria Velour - O.P

— Madre, ¿puedo salir al jardín con Aleksandra? — preguntó, con voz suave y cálida, cuidando cada palabra para no parecer exigente.

Vittoria la observó por un instante, evaluando la solicitud. Había algo en la forma en que Aria pedía permiso, tan respetuosa pero decidida, que le recordaba la delicadeza y la inteligencia de sus hijos. Su sonrisa se amplió levemente, y con un gesto elegante de la mano, asintió:

Vittoria Blackwood - Velour - A.P

— Por supuesto, querida. Vayan y disfruten del jardín. Pero no se alejen demasiado... ─ Dijo, dándole una caricia en la cabeza. ─ Recuerda no tardar, debemos regresar a casa y mañana a Alemania. ─

Aria asintió agradecida, y con un brillo de emoción contenida en los ojos, se giró hacia Aleksandra, quien la esperaba con la misma ilusión. Ambas comenzaron a avanzar hacia la salida, sus pasos ligeros y coordinados, dejando atrás por un momento la tensión del salón.

Zadkiel Velour - E.D.P

— ¿Entonces mañana volvemos a Alemania? — dijo, con tono tranquilo, mientras sus ojos seguían atentos, esperando la respuesta.

Vittoria Blackwood - Velour - A.P

— Sí, mañana por la mañana partiremos — dijo con voz calmada, esbozando una ligera sonrisa. — Queremos aprovechar el día de hoy lo más que podamos antes del viaje. ─

Zadkiel permaneció en silencio, sus labios apretados apenas perceptiblemente, mientras su mirada se fijaba en Val a lo lejos. No podía permitir que la velada terminara sin antes intercambiar siquiera unas palabras con él. Cada gesto, cada movimiento de Val lo capturaba de manera inevitable, y un impulso silencioso lo empujaba a acercarse, aunque la prudencia y la compostura le exigieran mantenerse firme. En su pecho, una mezcla de curiosidad, deseo y cierta admiración crecía con cada segundo que pasaba, recordándole lo mucho que ese breve encuentro había logrado desarmarlo.

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