La realidad del momento fue alterada por su pregunta. Un nombre que desconocía, que era la primera vez que lo escuchaba en toda mi vida, era el causante de la ira que invadía una de las emociones de Alonso.
-No conozco a nadie con ese nombre, señor Alonso. Le respondí negando con mi cabeza en busca de que viera la confusión que estaba generando en mí.
-Deja de hacerte la estúpida y dime desde cuando lo conoces. –Por instinto me levanté de la silla, y retrocedí, cuando Alonso se puso en pie, intentando intimidarme con la superioridad que expulsaba su mirada tenebrosa.
-¡Te vi hablando con él al otro lado de la calle!. -Grito apretando sus nudillos con tanta fuerza que estos se tornaron blanquecinos. - A caso me crees imbécil para que me niegues en mi propia cara que le estás dando información a la competencia. Gracias a tu deslealtad, las ventas están por debajo del nivel que se debe mantener mensual.
Su tono de voz era tan elevado que por un momento pensé que se lanzaría sobre mí. Desate el nudo que tenía en mi garganta, me lastimaba su forma tan descortés de cuestionarme cuando en realidad no había hecho nada.
-Está equivocado señor Alonzo, el hombre con el que platicaba se llama Alek Miller y es un compañero de la universidad que se ofreció a acompañarme hasta aquí porque casualmente toma la misma ruta que yo, para llegar a su casa.
Cerro sus ojos, tratando de dominar el genio tan horrible que lo envolvía, hace tiempo trabajo con él, y es la primera vez que muestra una personalidad tan vehemente frente a sus empleados. El concepto que tenía de Alonso era, bondad, empatía, humildad, porque desde el primer día que ingrese a este pequeño establecimiento, me sentí como en casa, protegida y valorada. Cada granito que brindaba era una forma de agradecer la oportunidad de pagarme el aprendizaje que este medio me proporcionaba.
-Mira Sara, creo que contigo me he pasado de buena gente, te abrí las puertas de mi emprendimiento cuando nadie más lo hizo, no quisiera llevarme el trago amargo de que "tú", estás jugando doble. -Espeto relajando su cuerpo, volviendo a tomar asiento.
-Espero que no me estés mintiendo. Porque de lo contrario, tendré que entablar una demanda por abuso de confianza. -Su voz gruesa y decidida. Me preocupé por la grandeza de sus palabras "demanda", como demonios iba a enfrentar algo Así.
-Retírate. Ordeno, volviendo su mirada a su computadora.
-Mire señor Alonso, en primero lugar no tengo por qué mentirle, no soy la clase de persona que desagradece las oportunidades que usted me ha brindado, y segundo creo que le he demostrado con actos, mi lealtad hacia usted, jamás he abusado de su confianza. He cumplido con cada una de mis obligaciones por ser un trabajado más de aquí, pero eso no le da el derecho de gritarme y tratarme de la manera en que lo está haciendo.
Y si no cree en mi palabra es su problema, porque a diferencia suya, yo si valoro la confianza que usted depositó en mí. Algo que usted no conoce gracias a que se ha ensañado conmigo y con una persona que ni siquiera conoce.
Tome el pomo de la puerta con poca sutileza y lo gire para salir de ese lugar, me sentía humillada. -Está bien que sea el dueño y tiene todo el derecho a desconfiar, pero no le voy a permitir que me trate como a un trapo viejo. De la rabia que tenía algunas lágrimas mojaron mi mejilla. Era espantoso que pensara de esa manera sobre mí, cuando de verdad aprecio que él fue la única persona que me ayudo, cuando necesite.
Cuando llegue a mi sitio de trabajo, Carla me observo, y le hice una mueca de no querer hablar con nadie. Ella levando sus dos manos entendiendo perfectamente para dejarme tranquila el resto de la tarde.
La hora de la salida, llego, limpie las mesas, recogí las sillas y gire mis pasos hacia los casilleros que se encontraban ubicados frente a los baños. Entre, abrí mi cubículo, saqué el bolso y mi chaqueta, la temporada invernal se acercaba y hacía un frío que te congelaba los huesos; cuando me dirigí a la salida me encontré a mi jefe saliendo también; por un momento me observo. Como toda una persona educada me despedí, y él…. Me dejo con la palabra en la boca. No le di mucha importancia, y si el ambiente de trabajo se iba a poner pesado pensando en que yo lo estaba traicionando, era mejor no seguir aquí, tal vez mañana hablé con él y renuncié a mi puesto. Con ese pensamiento Salí guardando las manos en los bolsillos de mi chaqueta para recorrer las calles solitarias, que me dirigían a casa; la brisa que hacía, mencionaba que pronto empezaría a llover, los árboles se zarandeaban de un lado al otro, levante la cabeza para observar como el cielo estaba de un color marrón, un fuerte trueno confirmo que la tormenta llegaría pronto, cuando baje la mirada, observe al frente detallando una figura masculina frente a mí. Detuve mi andar y giré hacia atrás, todo estaba solo, creo que fue una muy mala idea cruzar el parque sola, así que decido dar la vuelta, pero fue imposible porque un fuerte pecho, se posicionó como obstáculo para que no me moviera, lentamente alce la mirada y me encontré con unos ojos negros que me penetraban el alma.
-Tú….
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Updated 36 Episodes
Comments
Wendy Romero
Ella en el medio de un pleito que nada tiene que ver o eso creó
2023-05-10
4
Lesly Argumelo
que paso aqui
2023-03-27
0
Janet Herrera
quien será? medio confuso
2022-08-01
0