Mundo Extraño
Esta historia empieza en medio de una selva, donde un árbol creció abruptamente y su tronco se infló como globo para abrirse desde su interior hasta desgarrar la corteza.
Shindra: ¡¡¡AAAHHH!!!
La protagonista de esta historia es la primera en salir, una chica de ojos azul zafiro, piel morena clara, cabello mediano color castaño oscuro y en forma de cascada, quien cayó de cara con los brazos estirados sobre el pasto. Detrás de ella fueron arrojados su grupo de amigos adolescentes, seis estudiantes que acompañaban a la morena en ese momento. Shin se incorporó escupiendo un poco de pasto que se había adentrado en su boca y volteó para ver cómo la enorme corteza de árbol se hacía estrecho y pequeño hasta llegar a ser un arbusto de un metro de altura, lo que la hizo chistar molesta, - esto... no es bueno – pensó la ojos zafiro. Del suelo se levantó un chico llamado Mako, de cabello negro ahumado y corto, ojos café claros y piel aperlada, quien volteó alrededor sobando uno de sus brazos tras haber aterrizado sobre él y sufrir un golpe que le dejó un moretón.
Mako: ¿E-en donde estamos?
Una joven llamada Amei, de largo cabello negro cálido, ojos negros cenizos y piel clara se quitó algunas hojas de su cabeza y lo cepilló con las manos.
Amei: Ni idea…
Otra joven llamada Karimen, de ojos miel oscuros, cabello largo, café y con mechones claros revisó primeramente su bolso y entró en pánico.
Karimen: ¡Mi celular desapareció! ¡¿Qué haremos ahora?!
Su hermana Tafy, de ojos color café, piel clara, cabello largo y ondulado del mismo color de sus ojos también revisó su bolso al ver a Karimen alterada y tampoco encontró su celular, lo que la entristeció al pensar que no iban a ser localizados y abrazó el brazo de Mako para sentirse segura en ese lugar. Kenta, un joven de cabello café claro y corto, ojos color paja y piel aperlada se enderezó tallándose uno de sus ojos, tomó sus lentes que estaban casi junto a él y se los puso para ver el paisaje, pero vio completamente borroso, - ¡¿ah?! Pero, ¡¿qué…?! – pensó con desagrado, se quitó sus anteojos y, tras parpadear un par de segundos, se dio cuenta de que podía ver claramente sin ellos y se levantó enseguida.
Kenta: No puede ser, ¡puedo ver sin lentes!
Otra chica llamada Fumiko, de piel bronceada, de largo cabello marrón y ojos negros se sorprendió enormemente.
Fumiko: ¡¿En serio?! ¡¿Cómo es posible?!
Kenta: No lo sé, ¡pero me alegra de ya no utilizarlos!
El joven guardó sus lentes y sonrió satisfecho. Por su parte, Shin estaba perdida en sus pensamientos mientras fijaba su mirada en un camino que estaba frente a ellos y luego lo señaló.
Shindra: ¿Y si caminamos para conocer el lugar?
La ojos negros miró con duda el camino y todo alrededor.
Fumiko: ¿A-a dónde iremos? Este lugar es tan extraño…
Shindra: No lo sé … pero es mejor que quedarnos aquí sin hacer nada.
El chico de ojos paja asintió al estar de acuerdo.
Kenta: Bueno, pues andando, ¿no?
Sin más por discutir, todos los jóvenes caminaron hacia un rumbo desconocido. En el trayecto, Mako iba adelante del grupo junto con las hermanas, con las cuales conversaba para matar el tiempo; atrás Shin y Kenta los seguían sin hablar mucho, ya que el ojos paja estaba un poco nervioso al estar junto a ella; al final iban Amei y Fumiko, quienes se conocieron desde el inicio de la escuela y tenían como amiga en común a la ojos zafiro, así que platicaban amistosamente sobre experiencias de la vida. Tras andar un buen rato, todos notaron el silencio incómodo que generaba el lugar, poniéndolos nerviosos.
Fumiko: Se han dado cuenta que, a pesar de que caminamos bajo el sol, ¿éste no quema?
Amei: Sí… ya hemos caminado un buen tramo y ni siquiera hemos sudado…
Tafy: Eso y el milagro que le sucedió a Kenta, es muy raro.
Mako: Oye, Karimen, tú que has viajado tanto, ¿no te parece familiar el lugar?
La chica de mechones negó con la cabeza.
Karimen: Nunca había visto un lugar como este, ni en mis viajes en bicicleta.
Mientras los demás discutían las rarezas del lugar, Shin volteó hacia un costado, notando una sombra por el rabillo del ojo que se movía rápidamente entre las plantas y los seguía con la vista, - ¿por cuánto tiempo estará siguiéndonos? - pensó. Kenta se dio cuenta de la reacción de la castaña, pero no pudo ver qué era lo que miraba entre los árboles, así que mejor guardó silencio. El tiempo transcurrió hasta que se empezó el atardecer y aún no encontraban quién los ayudara en ese sitio tan extraño, lo que generó desesperación en el grupo y muchas dudas.
Mako: Ya se está haciendo de noche, hay que buscar un lugar para dormir.
Tafy: Y algo para comer, me muero de hambre…
El ojos café claros asintió y acarició la cabeza de Tafy con una sonrisa cálida, lo que hizo que la ojos zafiro se entristeciera un poco al ver ese gesto desde atrás, recordando que, cuando era novia de Mako, él le hacía esa misma caricia cuando trataba de calmarla.
Karimen: ¿Dónde encontraremos un lugar para pasar la noche? No veo ninguna posada por aquí, o alguna persona, o un carro…
El grupo asintió muy preocupado por no saber qué hacer, pero la morena volteó y algo le llamó su atención.
Shindra: ¡Miren!
Shin señaló un arbusto con fruta redonda color rojizo con amarillo.
Shindra: Ahí hay fruta para comer.
Nadie protestó al notar esa fruta con buen aspecto y comenzaron a tomar lo que pudieron para después buscar refugio. Más tarde, comenzando la noche, Shin vio una gran corteza de un árbol, el cual no tenía follaje y tenía una abertura lo suficientemente ancha como para que una persona se adentrara, se asomó y notó que era lo bastante amplio en su interior, siendo iluminado por la luz de la luna, lo que la hizo sonreír y volteó hacia el grupo.
Shindra: Podemos dormir aquí, se ve menos peor de lo que hay alrededor
Karimen: ¿Ahí? Debes estar bromeando, me ensuciaré mis zapatos.
Shindra: ¿Tienes una mejor idea?
A la chica de mechones no le agradó ese tono de voz y le frunció el ceño a la morena, quien la miró retadoramente.
Shindra: Puedes dormir afuera si así lo prefieres…
Karimen miró el suelo con raíces sobresaliendo del pasto e hizo una mueca de asco.
Karimen: De acuerdo, dormiremos en el árbol cortado…
Todos se adentraron a la corteza. El refugio no estaba mal, la base del tronco era amplio con algunas hojas secas, la punta del tronco era estrecho y hueco, lo que dejaba entrar la luz nocturna para alumbrar el interior. El grupo comió un poco de la fruta que habían recolectado para llenar sus estómagos y después de una hora se dispusieron a dormir. Después de un rato, Kenta se despertó, miró hacia todos y los contó, pero se dio cuenta que faltaba alguien del grupo, de seis bultos solo había cinco, alguien había salido. Salió a pies puntillas y encontró a Shin sentada a unos metros del refugio, mirando el cielo. El joven de cabello café se acercó y se sentó a un lado.
Kenta: ¿No puedes dormir?
Shindra: No…
La morena miraba el cielo y las copas de los árboles cercanos, sentía una sensación de familiaridad con la zona sin entender por qué, eso la confundía, la incomodaba y la hacía sentir una loca, Kenta puso sus manos hacia atrás y se recargó un poco.
Kenta: Este lugar es hermoso a simple vista, pero nos da miedo porque no lo conocemos…
Shindra: Sí… la pregunta es ¿cómo fue que llegamos hasta acá? Ni siquiera recuerdo cómo pasamos de un lugar a otro… ¡todo es confuso!
Kenta: Ya veremos qué hacer, tranquila.
La chica asintió ante la única cosa que podían hacer, tener esperanza.
Kenta: Esto te sonará extraño, pero…
La castaña lo miró para prestarle atención.
Kenta: Tú sabes dónde estamos, ¿verdad?
Shin se quedó sin habla ante la pregunta de su compañero. Kenta la miró con serenidad esperando una respuesta, pero ella no se sentía con la confianza de decirle lo que sentía por el lugar, no quería sonar como una loca para su mejor amigo, así que apretó los labios un poco y sonrió.
Shindra: Eres muy observador, Kenta…
Kenta: Si no me quieres decir está bien, pero recuerda que tarde o temprano los demás también tendrán dudas sobre ti, sobre todo por tu comportamiento.
Shindra: Les diré que fui “scouts” hace tiempo.
El chico soltó una risa leve.
Shindra: ¡Y una muy profesional!
Ambos rieron ante la idea absurda.
Kenta: De acuerdo, será como tu digas.
La ojos zafiro asintió agradecida y ambos observaron esa noche tranquila y templada, Al día siguiente, el grupo se reunió en círculo dentro del refugio para platicar sobre su situación.
Tafy: ¡Les juro que desee que fuera un mal sueño todo lo que nos está pasando!
Mako: Mientras estemos juntos no creo que se vuelva más problemático este asunto.
Fumiko: Debemos seguir explorando hasta encontrar a alguien que nos ayude.
Shindra: Si, pero yo creo que si nos quedamos aquí por unos días nos acostumbraremos al lugar y después podremos buscar ayuda.
Karimen: ¡¿Estas loca?! Mientras más rápido encontremos ayuda, mejor, ¿por qué quieres que nos quedemos aquí?
Shindra: Lo sugiero por si nos encontramos con algo peligroso, un animal, un camino engañoso, o si ya no encontramos un refugio antes de que oscurezca.
Kenta: Viéndolo así se me hace lo más lógico.
Amei: A mí también se me hace más seguro el plan de Shin.
Tafy: Yo estoy de acuerdo con Karimen, salir y seguir buscando a alguien o la salida, no me gusta dormir en el suelo.
Tres contra tres, todos miraron a Mako para la decisión definitiva, el ojos café claro se tomó unos momentos para pensarlo, - encontrar a alguien es una idea ambigua, ¿qué tal si no hay nadie y estamos solos en un lugar salvaje? – se preguntó, - el plan de Shin no ayudaría a encontrar una solución más certera, pero no sería nada fácil acoplarse a un estilo de vida de recolección y supervivencia… - dudó. Antes de hablar, el chico sintió la mano de Tafy sobre su brazo y sus ojos mostraban desesperación por parte de ella, él se dejó influenciar por esa mirada y aclaró su garganta.
Mako: Vámonos de aquí.
Shindra: Pero Mako, si lo piensas....
Mako no escuchó y se levantó tomado de la mano de Tafy. Sin más por discutir, todos salieron del refugio y siguieron buscando ayuda como su única prioridad. Afuera el clima era agradable, la brisa delicada y el olor a humedad se podía apreciar. Caminaron por un par de horas y luego se detuvieron en medio de una intersección de dos caminos, indecisos por donde ir.
Fumiko: ¿Hacia dónde?
Karimen: Bien, nos moveremos hacia allá.
La ojos miel oscuro señaló un camino bastante amplio, como una gran calzada.
Karimen: Este camino es amplio, es más fácil que alguien nos note, sepa que estamos perdidos y nos ayudará.
Shindra: No creo que sea seguro, estamos muy expuestos…
La morena señaló el otro camino, que era estrecho y que se perdía entre los árboles.
Shindra: Es mejor por allí, ahí es más fácil encontrar comida y un refugio en caso de que no encontremos auxilio.
Tafy: Nos perderemos y nadie nos va a ver.
Kenta: Nosotros seguimos su plan de seguir buscando ayuda, al menos déjenos elegir hacia dónde ir.
Karimen: ¡No! Ayer seguimos las indicaciones de Shin y sólo obtuvimos un refugio mal oliente y unas frutas, así que vamos hacia este camino y sigamos el plan.
-Agh… se ve que viajó a todo lujo por el mundo… - pensó la ojos zafiro haciendo una mueca. Resignados, los jóvenes caminaron por la calzada. Shin se puso hasta atrás del grupo mientras miraba sospechosamente entre los árboles, con la sensación de que alguien los estaba espiando y no para ayudarlos, sino para estudiarlos. Después de un largo rato caminando, el sexto sentido de la castaña aún no había desaparecido mientras seguía observando la arboleda, - sólo nos observa, pero no puedo ver de quién se trata… - pensó.
Fumiko: Es extraño, no hay ninguna nube en el cielo…
Amei: Tienes razón, ayer también estaba despejado…
Shin frunció un poco el ceño al notar que una sombra se movía de árbol a árbol, - ¿qué está esperando? Somos presa fácil, ¿por qué no se acerca? – pensó, luego sintió una casi imperceptible vibración en el suelo, se detuvo y bajó su cabeza para observar unas pequeñas rocas para ver si se movían o no.
Fumiko: ¡Shin! No te quedes atrás, ¡vamos!
Karimen: Si no quiere caminar dejemos que se divierta sola.
Kenta: No debemos separarnos, ¡oye, Shin, andando!
La morena siguió observando las rocas, dio un paso hacia adelante y pudo notar cómo estas saltaban nuevamente, pero con más intensidad.
Karimen: ¡Ay, al diablo con ella!
Mientras la mechones claros, su hermana y Mako continuaron caminando de manera normal, los otros tres redujeron el paso para que Shin pudiera alcanzarlos. La ojos zafiro notó que las rocas volvieron a moverse y esto la alarmó, - oh-oh… - pensó y corrió hacia el grupo.
Shindra: ¡Esperen!
Los caminantes pararon y voltearon a verla con extrañeza.
Amei: ¿Qué pasa, Shin?
Shindra: ¡A-algo se acerca...!
Kenta miró alrededor, pero no vio nada, ni una rama moverse, ni un sonido fuera de lugar.
Karimen: ¡No digas tonterías! No hay nadie, si no quieres venir, no pongas tus locuras como pretexto y vete.
Shindra la ignoró concentrándose en la vibración leve que ella podía sentir en sus pies, Tafy arqueó una ceja y se acercó a la morena.
Tafy: ¡Oye! ¡Hay que seguir caminando!
De pronto, un olor a metal oxidado y huevo podrido penetró la nariz de la morena, quien tapó su nariz de inmediato.
Shindra: ¿Huelen eso?
Karimen: No olemos nada, ¡¿qué pasa contigo?!
Karimen buscó en su bolso y sacó un frasco de perfume para mostrárselo.
Karimen: Tengo perfume, de seguro eres tú la que apestas…
De repente se escuchó el estruendo de unas pisadas que cada vez se hacían más fuertes, las rocas del sendero comenzaron a temblar con más intensidad y, a lo lejos, se vio como algo chocaba contra un árbol y lo tiraba con facilidad.
Mako: ¿Q-qué fue eso?
Shindra: ¡D-debemos irnos…!
Nadie se movió en un principio, observando hacia la dirección donde cayó el árbol, hasta que, a unos cincuenta metros de distancia, vieron una especie de animal enorme de color negro con una gran nariz y patas en forma de manos humanas con garras, el olor a óxido con putrefacción les llegó a todos de repente y la criatura lanzó un aullido intenso mientras babea y saca su lengua larga y cilíndrica.
Mako: ¡¿Q-qué…?!
Karimen: ¡Huele horrible!
La bestia volvió a chillar más fuerte e hizo que los humanos se taparan los oídos.
Kenta: ¡Rayos! Mis oídos…
Shindra: ¡Hay que largarnos!
Fumiko: ¡A correr!
Todos huyeron despavoridos y la criatura se lanzó tras ellos.
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Updated 72 Episodes
Comments
Jajajajajaa
desde yá, ya me cae mal la Karime
2023-11-03
4
👻 fantasmita 💗
me encantan estas historias..
2023-09-11
0
Georgina Muñoz
se ve interesante la historia
2021-07-25
2