Dicen Que Estoy Maldita

Angélica era terrible pero está vez no me quedé callada

--- Tu aquí solo eres una sirvienta al igual que tu tía y si no te parece te puedes marchar---

--- Yo debí ser la señora no una estúpida cómo tu---

--- Pero lo soy aunque te moleste y vete de aquí antes que me moleste más--- ella salí y vi una sonrisa en Mary, creo que a ella también le caía mal Angélica.

Los días pasaron y no supe nada del que era mi marido, en cambio recibí una carta la cual decía que el día de hoy vendrían por mi prepare todas mis cosas me despedí de Mary pues le chofer llegó al mismo tiempo que la carta, el chofer me llevo al puerto de Veracruz tenía que tomar un barco pues irá a España ahí se en econtraba mi abuelo, lo que sabía de mi tía es que ella vivía actualmente con sus hijos habían ido a reclamar la herencia que les dejo su padre, ella ahora vivía en Portugal, el viaje fue largo pero tenía la esperanza de que todo cambiará y que por lo menos fuera feliz, nunca había estado en esa casa era enorme, con grandes jardines y en la sala había una foto de mi papá y mi mamá muy felices, tenía muy pocas cosas de ella al parecer muchas de ella se encontraban en esa casa, al ver a mi abuelo no me detuve y lo abrace muy fuerte, ya lo extrañaba bastante, vi como en sus ojos brotaban algunas lágrimas se que el también me extraño, mi abuelo decidió que debía estudiar y así lo hice este era un colegio también de monjitas pero va diferencia del otro en este si había chicos era un colegio mixto, en ese colegio hice muchos amigos como a Estefanía y Estéfano ellos eran hermanos, Estéfano me hacía sentir especial, hermosa entre otras cosas pero le tuve que confesar que yo estaba casada, que no conocía a mi marido pero ya estaba casada fue una desilusión para el sin embargo continuamos siendo amigos éramos inseparables con Estefanía y el, durante lis meses que había estado al lado de mi abuelo fui olvidándome de mi tristeza, aunque siempre tenía presente la muerte de aquel niño que no pude tener entre mis brazos, mi abuelo últimamente había estado muy mal de salud un día me habló y dijo:

--- Camila estoy muy enfermó, se que no debí dejar que te casarás tan chica pero en ese momento pensé que ni sobreviviría y no quería dejarte desprotegida, pero hoy se que tengo lis días contados estoy por morir, ya he mandado llamar a tu marido para que no te quedes solas---

--- Abuelo tú no me puedes dejar, yo todavía te necesito, no me quiero ir lejos de ti---

a los pocos días de esa conversación mi abuelo murió, porque Dios se ensaño así conmigo me ha quitado todo a mi madre, mi padre, mi hijo y ahora mi abuelo el único que me ha querido.