MI AMOR VERDADERO

Estábamos desayunando, mientras para mí se me hacía una eternidad, el estar sentada frente a él, me tenía tan nerviosa, pero no podía dejar de verlo, él igual me miraba y al tiempo mantenía una conversación con Jair sobre la brigada...

JAIR: Oh, pero no que habías desayunado, y que ya no comerías más, dijo mirándome

Sin darme cuenta ya casi terminaba mi desayuno, mi segundo desayuno del día, lo más natural del mundo, quien puede juzgar eso

Con algo de pena levanté la mirada hacia David, y él se encontraba mirándome con dulzura y sonrisa en sus labios, nuevamente me permitió ver esa sonrisa perfecta y yo le devolví una igual

Continuó el Calvito como si ya no hubiese sido suficiente...

JAIR: Allí donde la ves, ella no come, traga como un animal, creo que si seguimos así me llevará a la quiebra

Lo miré con desagrado y lo golpeé por debajo de la mesa, comencé a tirarle patadas una tras otra mientras lo miraba con los ojos chiquitos juzgadores

JAIR: No me mires así, es la verdad, no te dé pena, igual a mí me gusta alimentarte, expresó mientras reía

Así que deje de mirarlo mal y me extrañó que no se quejase de los golpes, instintivamente miré hacia David sin dejar de dar mis patadas, cuando miré su rostro... Como aguantando un dolor, y a la vez de extrañez, entendí que a quien golpeaba era a mi David, como me pude confundir, como pude golpear a mi amor, le daba con todas las ganas porque era al Calvito, pero a mí David, por queeee...

Al ver David mi expresión soltó una carcajada que me llenó el alma, pero que no pude disfrutar, al instante me tiré sobre la mesa tapándome el rostro, y repitiendo lo siento, lo siento...

Me levanté de la mesa sin mirar a nadie, pretendía salir corriendo, pero no siendo suficiente, tropecé mi pie con un escalón que había y caí como una plasta al piso, ni siquiera dolió, me dolía más la vergüenza de lo que estaba pasando, allí mismo comencé a hacer pataleta en el piso, haciendo berrinche como niña chiquita... Al tiempo que mi David y Jair se acercaban para levantarme; antes de que me levantarán yo misma pegué un salto y me puse de pie...

ADA: Estoy biennnn, que no panda el cunico, expresé

Mientras que Jair y David estaban muertos de la risa y a la vez con algo de preocupación, pero era uno de esos momentos donde no puedes contener la risa, David más por lo de las patadas, lo cual Jair ni enterado

JAIR: Este es un día normal, en nuestro día a día, no te preocupes David, lo tuteó... Ella está bien, decía mientras seguía riendo

Yo sentía como mi cara estaba roja y sin poder evitarlo me contagié de su risa y terminamos en una eterna carcajada los tres sin poder controlarlos, yo me reí aún más cuando veía al otro hombre que acompañaba a mi David, él permanecía serio, de esas personas que tratan de controlarse pero sin poder lograrlo mucho... Le dije:

- Si se ríe pierde, fue el comentario que hizo que él se uniera a nosotros, y al parecer cuando alguien se ríe, a otros más le cae esa tentación de risa sin poder detenerse; terminamos llorando de la risa.

Terminó el momento cuando comenzó a llegar el personal, yo aproveché y salí corriendo a buscar un baño…

Estuve en el baño alrededor de 7 minutos, sabía que no debía demorar pues el Calvito solo hace exámenes, yo atiendo... Mientras estuve ahí me miraba en el espejo: ¡Estúpida! Como te comportas así, que impresión fue la que diste, no siendo suficiente, vi lo poco arreglada que había ido y me sentí peor, pero me animé a mi misma, ES LO QUE HAY, me reí, recogí mi cabello y salí...

Cuando llegué donde nos organizamos ya había más personas, no vi ni a Jair ni a David así que proseguí a atender a mi gente.

ADA: Buen día para todos, sean todos bienvenidos, vamos a comenzar a atender, les pido por favor que se organicen, van a ir pasando hacía mi en orden, será como ustedes deseen, en orden de llegada, o primero niños... Ellos decidieron ir pasando por orden de llegada, ya que igual en casi todas las familias habían niños.

Yo tomaba sus datos básicos, número de contactos y les daba especie de ficho para que luego pasaran con el Calvito... Unos minutos después de estar allí, apareció el Calvito, solo.

JAIR: Linda, que espectáculo que nos diste hoy, eres lo máximo, llegó diciendo con risa aún, mientras al tiempo saludaba a la gente

ADA: Lo máximo mis nalgas, respondí haciendo gesto de llanto

Sin preguntar pero con ganas de saber, el Calvito dijo, el señor David ya viene, se ocupó en algo, comencémos... Así comenzó a pasar la gente según su orden, después de que Jair les hacía el exámen, proseguían nuevamente conmigo, a escoger su montura y el tipo de lentes, les daba asesoramiento y opinión personal según lo sugerían y así se fue pasando el tiempo.