En una tormentosa noche, un hombre común pierde su vida y despierta en el cuerpo de un temido villano, conocido por su crueldad y su desprecio hacia su esposo albino. Atrapado en un mundo que no le pertenece, se enfrenta a misiones oscuras impuestas por un sistema que busca mantenerlo en la senda del mal. Sin embargo, su naturaleza bondadosa brilla a través de la fachada del villano, desafiando sus propios instintos.
Con cada interacción, el albino revela su sorprendente fortaleza y la habilidad de leer los pensamientos de su esposo, descubriendo que este no es tan malo como aparenta. A medida que la conexión entre ellos crece, Yamal se debate entre cumplir con su papel y proteger al hombre que antes despreciaba.
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Cap 18: amarse mutuamente
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Después de lanzar al chico a la cama, Marius retiró su capa y su camisa para subir sobre Yamal.
YAMAL: ¿Q-Qué estás haciendo?_(nervioso)
MARIUS: Castigar a un esposo insolente y hacerle saber que tanto puede hacer este descolorido._(respondió viendo a su esposo con nerviosismo y deseo)
Controlando un poco su nerviosismo, Marius se acomodó sobre Yamal y lentamente le acariciaba el rostro, eran caricias suaves, llenas de amor y confianza. Con sus dedos delineaba el rostro de su esposo, recorriendo cada lugar y cada curva como si quisiera memorizar ese rostro que le ha hecho saber lo que es sentirse deseado y aceptado, ese rostro inocente que guarda un espíritu feroz, pervertido y alegre, un rostro amoroso que es obligado a causarle daño con sus palabras y acciones.
Yamal estaba nervioso por el tacto del albino, si era lo que pensaba, esa sería su primera vez teniendo relaciones y no sabía como actuar, pues una cosa era pensar mil y un formas de tener intimidad y otra era hacerlo de verdad, además de que estaba ese systema entrometido que no lo dejaba actuar con libertad.
Dejando su nerviosismo de lado, el chico se dejó llevar por las caricias y cuando Marius lo miró a los ojos, sonrió con timidez pero reflejando en sus ojos el deseo y la emoción que le causaba ese momento, al ver esta aceptación silenciosa, Marius rozó sus labios con los de Yamal, creando un beso tierno, suave, como si quisiera guardar el dulzor de los labios de su pareja, no había prisas por el momento. Marius quería que la primera vez de ambos fuera especial, delicada, dulce y llena de amor, deseo y respeto.
MARIUS: (( Te amo, Yamal))._( pensaba mientras le retiraba la ropa)
YAMAL: (( Polar....….. me he enamorado de ti….))._(acariciandole el rostro, temiendo que ese systema se entrometiera y lo obligara a insultar al albino)
Con el chico desnudo, las manos de Marius se deslizaban con cuidado sobre la piel de su esposo explorando sin prisas, descubriendo la suave piel de su pareja, delineando cada curva y detallando la pequeña cintura que estaba a su tacto. El albino disfrutaba de las reacciones tiernas y nerviosas de su esposo pervertido, le estaba gustando escucharlo gemir con suavidad mientras trataba de controlar los espasmos en su cuerpo.
Yamal acariciaba la piel del albino a su alcance, le daba pequeños besos en el cuello, hombro y pecho, cada caricia entre ambos, hacía que sus respiraciones se volvieran más pausadas pero intensas, cada roce en el cuerpo del contrario despertaba nuevas sensaciones que causaban espasmos dulces en sus cuerpos. El albino lleno de deseo y pasión, se acomodó entre las piernas de su esposo para introducirse en él de forma lenta, observando cada gesto del pelinegro, al estar por completo dentro de su pareja, se detuvo para darle besos en la cara mientras limpiaba las pequeñas lágrimas que bajaban por el rostro de este.
YAMAL: Polar, esto duele mucho._( enterrando sus uñas en la espalda de su esposo)
MARIUS: Lo sé, pronto pasará._(expresó para abrazarlo a su pecho)
Ambos se abrazaron con fuerza, refugiandose el uno con el otro, dándose calor, amor y seguridad de que ese momento vulnerable los acercaría mas como esposos. Yamal sentía el cariño y la ternura con la que Marius lo abrazaba, esa acción le daba seguridad y lo hacía sentir deseado, le hacía sentir que no era un castigo o experimento de parte de Marius, le hacía sentir amado, amado por su polar. El pelinegro sentía las enormes manos de Marius acariciarlo con suavidad mientras lo acercaba más a él, era un abrazo delicado, un abrazo que transmitía seguridad, un abrazo que decía que todo estaba bien, un abrazo que respetaba los límites invisibles de ambos.
YAMAL: Y-Yo…. puedes continuar.
Marius no respondió sino que comenzó a moverse con lentitud para que su esposo se acostumbrara al acto, eran movimientos suaves, casi como un baile íntimo donde cada movimiento era aceptado y consensuado por Yamal, el acto se volvió amoroso y apasionado. Los besos se volvieron cuidadosamente profundos y demandantes, en un momento dado, Yamal dejó salir un gemido de dolor, por lo que Marius se detuvo para mirarlo a los ojos.
YAMAL: Estoy bien._( dijo con una sonrisa amorosa)
Marius respondió con una sonrisa y continuó con el acto. En ese espacio sagrado que era su habitación, se entregaron con dulzura y respeto mutuo. Sintiéndose amados en cada caricia, protegidos en cada abrazo.
MARIUS: (( te amo, esposo))._(acariciándole el cabello)
Al sentir el tacto, Yamal hizo un movimiento suave y se acomodó en el pecho del albino para quedarse dormido.
jajajajaja
naaáaa se lo merece
jeje
jajajajaja